Novedades infantiles 10
Según van pasando los meses me voy dando cuenta de lo importante que es la literatura para los más pequeños de la casa. Será porque yo siempre fui un niño rodeado de libros, pero al final crecí con una necesidad de páginas y páginas en las que meterme de lleno y soñar. Creo que todos vosotros estaréis de acuerdo conmigo cuando digo que una de las cosas esenciales en la vida de un niño es su capacidad para tener un espacio de diversión, de juego, de imaginación. Y eso, entre otras cosas, sólo es posible a través de los libros. Por ello, tras mirar mi estantería, he decidido traer una nueva selección de novedades infantiles para que todos vosotros podáis ver qué nuevo nos ofrecen aquellos que nos acercan ideas nuevas, propuestas diferentes, y que hacen que los pequeños, aquellos que juegan por la casa, que imaginan sin miedo a encontrar nuevos mundos, y que cada sonrisa que nos regalan es uno de los mayores tesoros que ha habido, hay y habrá siempre. Es el momento de meternos de lleno en las nuevas historias, ¿os venís conmigo un rato?
Cuando nace un niño es como si una bomba estallara en la vida cotidiana. Una bomba llena de ruido, de nuevas situaciones, de aprendizaje por los cuatro costados. ¿Quién puede decir que un niño pequeño no suponga un momento de tensión y armonía a la vez, cuando después de un día de ajetreo miramos a la cara de ese niño que duerme en nuestro regazo y el amor llena cada uno de nuestros poros de la piel? Pero nosotros nos rendimos a esa evidencia y jugamos con él, aprendemos con él, y somos todo aquello que aparece en “Mi bebé, ¡juega conmigo!” con tan simples palabras, con unas imágenes que nos recuerdan que ese niño pequeño lo hace todo por y para nosotros, y que nosotros le pagamos con la misma moneda, porque como bien dice este libro, aprendemos mientras él come, aprendemos mientras él juega y nosotros le observamos divertirse, aprendemos que un simple baño puede convertirse en una aventura en un gran océano y que al dormir, cuando los ojos están cerrados y el sueño entra en escena, nos hacemos una idea de que esa criatura es parte de nosotros, es nuestra esencia misma y nosotros somos para él aquello que necesita para sentirse querido. Somos padres y nuestros hijos son nuestro tesoro.
Y cuando ellos crecen, nos damos más cuenta todavía de aquello que significan para nosotros. ¿Dónde lo vemos? Jugando, en su sonrisa, en su movimiento continuo, en cómo sus ojos se abren como platos y sus bocas gritan de emoción cuando un libro nuevo se abre y aparecen ante ellos personajes que no conocían. Uno de ellos es “La granja de Rosi” que, desplegando a sus animales, les enseñan los nombres de aquellos animales que, nada más nacer, ya reciben un nombre para que les conozcamos. Será gracias a libros como este con el que los niños sepan palabras nuevas, conozcan una historia nueva, y junto a ellos descubran que los animales también tienen unos padres que les quieren, que conviven con ellos, y que les quieren. Y es que, a través del fieltro de los personajes, podrán disfrutar de una nueva sensación, mientras los acarician como si fueran reales, y si los disfrutamos en su compañía, veremos como ellos descubren el amor por los libros, por sus imágenes, por sus historias, y conseguiremos un nuevo lector, que según vaya pasando el tiempo descubrirán por qué estos compañeros son tan importantes para su desarrollo.
Porque a veces, hay historias que les enseñan lo que es la vida, cómo debemos comportarnos con lo demás, y cómo la realidad se va forjando día tras día. Sino, mirad en el interior de “La gallinita roja” que nos descubre que la amistad, que la compañía, que cuando nos comportamos con los demás ayudándoles, descubriremos que ellos también nos ayudarán a nosotros: a ser más felices, a crecer de una forma correcta, a saber que aquellos que nos rodean son los que, en un futuro, nos acompañarán por la vida. Todos somos personas. Y libros como este nos ayudan a darnos cuenta que no estamos solos en el mundo, que compartir es crear relaciones, y que esas mismas relaciones son las que nos hacen crecer. Por eso, leamos, aprendamos, y démonos cuenta que cuando trabajamos todos juntos, cuando nos acompañamos en este mundo caótico, seremos capaces de crear el pan del que comer, y del que disfrutar todos juntos, mientras hablamos de nosotros mismos, de lo que nos une, y no de lo que nos separa.
Y al final, cuando ya hemos descubierto que la realidad se forma con la ayuda de todos nosotros juntos, las relaciones van haciendo surgir los sentimientos. Pero, ¿qué son los sentimientos para un niño pequeño? ¿Qué nombre puede ponerle un niño a sentirse enrabietado? ¿Cómo puede explicar que su pequeño corazoncito late apresuradamente, o que el rubor aparece en sus mejillas? Las respuestas las encontrarán en “Emociones y sentimientos” donde sus imágenes, donde sus historias nos enseñan, y les enseñan, que las emociones son como pequeñas criaturas, que son algo natural y que hay que convivir con ellas. Porque es gracias a ellas por las que caminamos por el mundo, por el que nos relacionamos, por el que escuchamos a los demás y queremos a aquellos que forman parte de nosotros, de nuestro mundo. Quizá un niño no sepa poner en palabras eso que en el mundo de los adultos da tantos quebraderos de cabeza, pero es una agradable sorpresa que haya libros que nos acerquen este mundo que, de otra forma, permanecería un poco oculta para todos nosotros.
Si es que me los llevaría todos para los peques de la familia! Gracias por estas recomendaciones!
Besotes!!!
¿Verdad? Yo pienso lo mismo Margari!!! : D