Novedades infantiles 17
Hay veces que lloro: de emoción, de alegría, de satisfacción. Y otras veces, río por las mismas cosas. Es entonces cuando me da por pensar que desde que era pequeño siempre he sentido diferente, de distinta manera, pensando y pensando, y leyendo sobre todo. Fueron los libros aquellos que me hicieron darme cuenta de lo que estaba sucediendo. Que a raíz de yo empezar a leer, sentía de una forma diferente, veía el mundo de manera distinta, que ya nada era lo mismo, a pesar de no haber cambiado nada más… excepto yo. Los libros infantiles me abrazaron de pequeño, para pasar poco tiempo después a encontrarme siendo un adulto que miraba al mundo con las gafas claras, que sólo se empañaban cuando sonreía a los que me rodeaban, cuando lloraba de la risa por una gran historia, o suspiraba contento por el hombre en el que me estaba convirtiendo. Todo se lo debo a los libros, y por eso en esta ocasión, las novedades infantiles de hoy, son un alegato a la diversión, a querer, a valorar, aquello que vemos todos los días, y que los libros nos descubren que puede ser extraordinario.
Las historias se van contando, a paso lento, como si el tic tac del reloj nos llevara el ritmo de las palabras. Y cuando somos mayores nos encontramos leyendo historias pasan a ser historias conocidas por todos. ¿Quién no ha oído hablar de Robinson Crusoe? ¿Quién no se ha emocionado al encontrarse con ese personaje que le acompañaba en su isla desierta? Pero, ¿no os parece que hay algo que falta? ¿no creéis que ya hemos leído muchas veces qué sucedió en aquella isla por la voz de Robinson? ¿Qué tendría que decir Viernes? Por fin podremos saberlo, en una lectura que invita a la reflexión, que nos traslada a una isla donde la compañía, el sentirse acompañado por una persona que parece distinta a nosotros, nos puede hacer darnos cuenta que ninguno de nosotros nos diferenciamos demasiado, que todos, sea cual sea el color de nuestra piel, somos hijos de un mismo mundo, de un mismo universo, de una misma sociedad, aunque ésta esté integrada únicamente por dos personas. Sushi Books nos trae una historia bella, tierna, llena de ese recuerdo que todos poseemos de la historia harto contada, pero desde otra perspectiva. Desde la visión de una persona que no tenía nada que perder y que ganó la compañía de un hombre que le querría para siempre.
Pero si hay algo que me asombra del mundo de la niñez, y siempre lo digo, es esa capacidad innata en los niños a imaginar mundo nuevos, a crear personajes de la nada y hablarles como si fueran sus amigos de siempre, como si les conocieran de toda la vida. ¡Un hipopótamo en la bañera!, nos traslada a ese universo, a ese reducto que es la mente de un niño pequeño, creando un nuevo espacio reservado para aquellos seres que pueden hablarle, que pueden jugar con él, lejos de la mirada de sus padres, con los que divertirse, con los que contar, con los que acompañado su baño, mientras más lejos, en el mundo real, las cosas siguen su curso. Una belleza, una obra que nos recuerda lo que es ser niño y lo que significa poder soñar con todas aquellas cosas que queremos. Lata de Sal nos traslada a aquellos momentos en los que ser niño era saber que bajo el agua, que en nuestro propio baño, que en el calor que desprende un baño humeante, pueden esconderse aquellos amigos a los que visitaremos más adelante y que nos divertirán para siempre, en el momento justo en el que queramos llamarles. Porque los amigos siempre estarán allí, aunque sean producto de una mente llena de imaginación.
¿Y qué me decís de vivir aventuras? ¿De viajar por diferentes lugares en busca de un hermano, convirtiéndonos en los salvadores que después serán salvados? ¿Qué nos sucedería a nosotros? ¿Seríamos capaces de correr y no pensar en otra cosa que en buscarle? El día que se comieron a Luis es una aventura, es correr detrás de unos monstruos, es convertirnos en caballeros sin armadura, pero sí con mucha valentía, es ser aquel tipo de luchador que corre para salvar a aquellos que queremos. Es, sin lugar a dudas, diversión pura y dura. Y si tuviéramos que ver lo que nos ofrece podríamos ver que más allá, mucho más allá del estómago de los monstruos que, a veces, nos quieren comer, nos encontramos nosotros, aventureros sin igual, dispuestos a convertirnos en nuestros propios héroes, sacando la valentía de donde no creíamos tenerla y sabiendo en todo momento que, si a nuestro lado se encuentran las personas que queremos, ya nada podrá con nosotros. Porque querer a alguien y sentirse acompañado, es algo extraordinario, es algo único que es casi imposible describirlo con palabras.
Y por último, aquí están, nuestros amigos, los animales, no unos animales cualquiera, porque son animales fantásticos, animales que podemos conocer de primera mano, observando a nuestro alrededor, pero que aparecen aquí, en este Faunástico, de una forma extraordinaria, como nunca se les ha visto. Los podremos tocar, los podremos casi oler, y podremos ver cómo, con sus palabras, nos podrán sorprender. Edelvives ha vuelto a conseguir, con la maestría con que le caracteriza, aunar fantasía con realidad, animación con sorpresa, maravilla con satisfacción porque aquella mirada, esa mirada que los niños son capaces de poner cuando un libro como este hace acto de presencia, podrán verse correspondidas aquellas ansias que todos, niños y adultos, tenemos cuando sólo una obra maestra, cuando sólo un libro que nos hace soñar, cae en nuestras manos. Somos amantes de los libros, y es por libros como éstos por los que los libros jamás, y repito, jamás, podrán desaparecer.