Novedades infantiles 4
¿Cómo sería el mundo sin ningún libro? ¿Podríamos describirlo de la misma forma? ¿Sentirlo de una manera tan especial como la que nos ayudan los libros a crear? Sinceramente, creo que un presente o futuro sin libros, sería algo terrible. Por ello, porque desde el principio de nuestra propia historia, nos hemos rodeado de historias asombrosas, de relatos que nos ayudan a poner nombres a aquellos misterios que anidan en nuestro interior, os presentamos una nueva selección de Novedades Infantiles que, de seguro, os propondrán una nueva visión de las historias, de lo que podemos ver con nuestros propios ojos, y sentir con nuestro corazón. Porque ese músculo que bombea y nos mantiene con vida, late deprisa al sentirse rodeado por las letras, por los dibujos, por las historias que, regaladas en forma de libro, nos acercan a un paraje desconocido que, pronto, muy pronto, se convertirá en nuestra nueva casa… en nuestro nuevo hogar.
Un paseo por los colores que nos rodean día tras día, la historia de un elefante multicolor y un misterio que resolver que nos ayudarán a conseguir lo inimaginable: ser mejores.
¡Disfrutadlos!
Título: Los colores de Pomelo
Autor: Ramona Badescu
Ilustrador: Benjamin Chaud
Editorial: Kókinos
Género: Cuento ilustrado
ISBN: 9788492750733
Páginas: 1 – 4 años
Juguemos a un juego. Os propongo un pequeño reto. Cerremos los ojos e imaginemos. Creemos los colores que más nos apetezcan, los que de verdad creamos que son importantes en nuestra vida. Y entonces, cuandotengamos los ojos cerrados, podremos imaginar, como lo hace Pomelo el castaño suave de las castañas, el rosa caprichoso de la felicidad, o el gris del olvido. Porque “Los colores de Pomelo” no son unos simples colores. Son unos sentimientos con los que caminar, con los que acompañarte en tu día a día, y son un ejemplo, un lienzo, donde poder pintar los nuestros propios para convertirnos en artistas de nuestra gran realidad. Seguid cerrando los ojos, sólo durante un instante más, y entonces imaginad, cread, y pintad vuestra existencia con los colores que os apetezca. Con el rojo de un beso de madrugada, o el naranja de una hoja crujiente de otoño, o, si lo preferís, con el negro del miedo a la oscuridad. Porque todos los colores son imprescindibles, son la vida que se remueve dentro de nosotros, resoplando como un pequeño fuelle que nos insufla latidos, latidos en los pinceles de nuestro propio cuerpo. Y al final, como ha hecho Rebeca Badescu, abrid los ojos, escribidlos en un papel, colgadlo en un sitio donde los podáis ver para que, en cualquier momento, podáis saber que los colores, vuestros colores, son una parte importante de todos vosotros.
Título: Elmer y el osito perdido
Autor: David McKee
Editorial: Beascoa
Género: Cuento ilustrado
ISBN: 9788448824426
Páginas: 28
Edad: 4 – 6 años
De pequeño, yo tenía un pequeño oso que me acompañaba en mis sueños. Siempre vivía aventuras con él y no me separaba, aunque me moviera mucho en la cama. Pero un buen día, cuando ya era más mayor, el oso fue apartado para empezar a dormir solo porque, como me dijeron, eso era cosa de chicos mayores. “Elmer y el osito perdido” me ha hecho reencontrarme con aquella época, con un momento en mi vida en la que un compañero que, sin ninguna palabra, conseguía decírmelo todo. Fueron buenos momentos. Y precisamente por eso, este libro me ha hecho sentirme único, especial, porque aunque mi oso no fuera el más bonito del mundo, aunque a aquel peluche le faltara un ojo, era mi oso, aquel que yo sentía como especial, como el mejor del mundo, con el que cabalgaba por las nubes y podía tocar las estrellas mientras estaba dormido. Por eso Elmer es tan especial para mí, y en esta historia mucho más. Porque no hace falta que busquemos en los demás, fuera de nosotros, lo mejor porque, en realidad, aunque no nos lo creamos demasiado, lo mejor está dentro de cada uno, dentro del universo que nos contamos, que narramos a través de nuestros sentimientos, que dejamos que lo compartan con nosotros personajes, seres que pueden no tener vida pero que, como no podía ser de otra manera, viven con nosotros desde que somos pequeños, hasta que, o mejor dicho, aunque seamos mayores.
Título: La tumba misteriosa
Autor: Jordi Sierra i Fabra
Ilustrador: Josep Rodés
Editorial: Combel
Género: Narrativa infantil
ISBN: 9788483431962
Páginas: 61
Edad: 7 – 9 años
Hay primeras lecturas que te llevan a otros mundos. En este caso, se trata de Egipto. Yo, que me considero un amante de esta cultura, no lo pensé ni un segundo al ver “La tumba misteriosa”. Además, ¡en su interior, como si de una pirámide se tratara, aparecían un buen puñado de acertijos con los queestrujarte la mente! No hay nada mejor en la lectura que aquellas historias que te hacen movilizar tu mente como un engranaje. Y así, mientras acompañamos a los pequeños protagonistas en una misión de rescate, nos enfrentaremos con ellos a numerosos enigmas que, para alguien como yo, suponen una diversión fuera de lo común. Egipto. Ese mundo que tantos misterios encierra. Un viaje por el universo de las pirámides, de los jeroglíficos, de los hallazgos de un pasado que jamás debió perderse. Por ello, acabada esta historia de aventuras, vuelvo por un momento a viajar por esos parajes de arena y calor, de excavaciones y pasadizos secretos, de linternas en la oscuridad, y de niños valientes que están dispuestos a todo por salvar a sus padres. Porque hay un mundo en los libros que no se puede conocer de ninguna otra manera. Y por ello, historias como la que aquí se cuenta, es una gran forma de acercar, de conocer, de saber, lo que puede llegar a proporcionarte la literatura… por el simple hecho de disfrutar con ella.
“Porque ese músculo que bombea y nos mantiene con vida, late deprisa al sentirse rodeado por las letras, por los dibujos, por las historias que, regaladas en forma de libro, nos acercan a un paraje desconocido que, pronto, muy pronto, se convertirá en nuestra nueva casa… en nuestro nuevo hogar.”
“De pequeño, yo tenía un pequeño oso que me acompañaba en mis sueños. Siempre vivía aventuras con él y no me separaba, aunque me moviera mucho en la cama. Pero un buen día, cuando ya era más mayor, el oso fue apartado para empezar a dormir solo porque, como me dijeron, eso era cosa de chicos mayores.”