Novienvre, de Luis Rodríguez

NOVIENVRE
Título: Novienvre
Autor: Luis Rodríguez
Editorial: Tropo
Páginas: 130
ISBN: 9788496911949

Cuando me enfrento a un libro de una pequeña editorial, no suelo tener, ni querer, ninguna información sobre él. Mucha es la gente a la que cada vez más escucho decir que quiere que un libro le sorprenda, que esa debe ser parte de la magia. Así pues, al leer historias de este tipo todos soñamos con ese deslumbramiento y descubrimiento de un nuevo autor o autora. Y todos aquellos que tienen la bondad de leerme, saben que, por lo general, a mí me gusta también llegar lo más “virgen” posible a las lecturas. Si son ustedes de mi vieja escuela, no lean el prólogo de este libro.

No quiero decir que no lo lean nunca, ¡claro!, y no porque cuente mucho o poco sobre el libro, que nada dice, o el autor, sino porque puede, y digo solamente puede, romper esa magia que nos une para siempre ya con un libro. Les propongo leerlo al final, cuando, aun fresca su lectura, se pregunte usted, que lo hará, no lo dude ¿Quién es Luis Rodríguez? Y ahí estará Menéndez Salmón, para contarle lo que usted quiera saber.

Dicho esto, veamos que les cuento sobre esta historia que pudiera parecer autobiográfica y que narra en primera persona, y a través de seis capítulos, la vida de un tal Luis Rodríguez. Siempre es importante la narración en primera persona, eso hace que nos acerquemos al protagonista y a la historia en su conjunto de una forma mucho más emocional.

En seis capítulos se divide el libro, capítulos desiguales que avanzan desde su infancia en algún lugar de Cantabria, hasta un poco más allá de donde un hombre puede contar de sí mismo.

Es posible que el lector se sorprenda con ese capítulo tres. Yo que soy una extraña lectora, lo he disfrutado, he querido pensar que nada está ahí porque sí. He analizado el orden y he reflexionado sobre cada una de esas historias. Cada cual tiene su propio capítulo 3.

Me ha gustado su forma de “narrarse”, sobre todo la infancia, plagada de esas cosas que están siempre en las infancias ajenas y lejanas. La dureza vista con la ternura del recuerdo, frases populares para lectores de hoy, no demasiado jóvenes… frases cortas que agilizan el paso de la vida, entreveradas con otras que complican la existencia, no al lector, sino la existencia misma.

“Bien alimentado, fui a la escuela, jugué en la calle, ayudé a mi padre a ordeñar, a esbarriar y limpiar la cuadra, y también lo ayudé en verano con la hierba, nunca hasta el cansancio. Papa jamás me obligó, lo hizo con “naturalidad” y, ahora, pensando en ello, sospecho que no quería que fuera como él, aunque tampoco hizo nada por evitarlo. No recuerdo caricias, tampoco cachetes. Tengo de él la conformidad, como algo genético, no aprendida ni mucho menos enseñada.”

La vida se enreda con el paso de las palabras … Luis va creciendo, atrás quedarán el pueblo… y sus muertos, y los amigos, y ellas, que siempre irán con él.

“novienvre” es un libro para aquellos que, dentro de la calidad indiscutible, le piden a la literatura un paso adelante sin dejar de mirar nunca al pasado.

Susana Hernández

6 comentarios en «Novienvre, de Luis Rodríguez»

  1. Es la primera reseña que me cruzo sobre un libro de este autor y he entrado enseguida a ver qué te había parecido, ya que he oído que su estilo es muy peculiar, inclasificable. Tuve la suerte de asistir a una charla de Luis Rodríguez y es uno de esos hombres carismáticos a los que da gusto escuchar. Un mes después, tuve una agradable charla con su editor, que me habló tanto de “Novienvre” como de “La herida se mueve”, la primera novela que le publicaron, y me contó que tienen previsto publicarle dos más. Un verdadero flechazo entre escritor y editorial. Y yo, después de esas charlas y de tu reseña, aún tengo más ganas de leer algo de él. Estoy segura que merecerá la pena.

    Saludos.

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    • No me extraña en absoluto que de gozo escuchar hablar a este hombre, y que atrape, porque lo hace sobradamente con su escritura. Parece que ni a ti ni a mí nos ha pasado desapercibido este escritor del que supongo que seguiremos hablando. El libro, como digo en la reseña, una delicia literaria 😀

      Un abrazo!!

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  2. Hola Susana, me consta que a esta “pequeña” editorial no le falta ni inteligencia, ni ingenio, ni gusto visual, lo cual unido a lo que comentas, me hace creer que este escritor ha sido bien escogido.
    Me parece bien que nos saltemos el prólogo, yo a eso también me apunto, hasta el punto que a los prólogos lo llamo epílogos, jeje.
    En mi caso, la razón, es más que por miedo a perder la magia, que no me lo impide si lo leo, es porque siempre, después de leer el libro, cuando voy al prólogo lo aprovecho mil veces màs, porque ya sé a qué se refiere, o lo leo con un interés mucho más parcial e interesado que cuando nada sabia del libro.
    Veo que esta vez has dejado de cebo el capítulo 3, tendré que leer este libro para averigüar cuál podría ser mi propio capítulo 3
    Por cierto, ¿por qué Novienvre está escrito así? ¿es algún dialecto?

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    • Tienes razón, Icíar, en realidad podemos sacar muchas más cosas de esas tan inteligentes que aportan los sesudos prologuistas si accedemos a ellas una vez que ya hemos leído nosotros la historia, y que nos hemos formado nuestra propia idea de lo que nos ha dicho el autor/a… Sin traducción jejeje

      Claro que sabrás, algún día, el porqué de Novienvre… Y de ese capítulo tercero 😉

      Un abrazo!!

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