En esos años que transitan entre el final de la infancia y el principio de la adolescencia me hice aficionado al Wrestling, la lucha libre profesional, que por aquel entonces emitían de madrugada. Cuento esto porque unas navidades mis padres tuvieron a bien regalarme un DVD con uno de estos espectáculos, y en él aparecía un señor trajeado, ya entrado en años, que se atrevía a apostarse su prominente cabellera con el promotor del evento (y que acabó conservando). Si alguien me hubiese dicho, allá por las navidades del año 2007, que ese tipo iba a ser candidato a la presidencia de los Estados Unidos…seguramente hubiese pensado que, al igual que en aquellas peleas, todo lo que estaba viendo por televisión no era más que mero artificio, puro entretenimiento.
Sin embargo, todos sabemos que Donald John Trump está sólo a un paso de pisar el despacho oval y si eso es así es en buena parte por la imagen de hombre de negocios exitoso que ha conseguido crear en torno a él. Nunca tires la toalla es un repaso a algunos de los momentos clave a nivel empresarial de la 121 mayor fortuna de América según la revista Forbes, recubierto con mensajes motivacionales y consejos para los lectores que quieran conocer (y puede que hasta seguir) la forma en la que ha forjado su imperio el de Queens.
Trump defiende el pensamiento positivo como forma de encarar las adversidades en la vida. Un planteamiento a priori simplista, pero que va desgranando con el paso de los capítulos a través de distintos ejemplos en los cuales la moraleja común es Never give up! (¡Nunca tires la toalla!), frase que se repite decenas de veces a lo largo del texto, a modo de mantra. Hay muy poco de autocrítica y mucho de oda a su personalidad y a sus dotes para los negocios. Es algo que no me ha convencido demasiado, ya que cuando el empresario habla de inversiones que le han resultado muy provechosas el mérito siempre viene de él y de su prodigiosa visión de futuro, pero cuando comenta algún negocio que no prosperó en su día lo achaca a motivos como que “las fuerzas externas en contra eran demasiado fuertes”. Su personalidad egocéntrica también queda patente, por ejemplo, cuando al hablar de los atentados del 11-S recalca que él predijo meses atrás la cercanía de un ataque terrorista. También es duro en este texto con sus detractores, a los que señala y critica duramente, mientras que se muestra amable y complaciente con aquellos que le han tratado bien públicamente.
Lo que sí que me ha resultado interesante de este trabajo ha sido la forma en la que el magnate estadounidense explica el proceso que siguió en su día para alcanzar algunos de sus logros más importantes. Trump no se ahorra detalles burocráticos ni nombres para exponer cómo consiguió levantar varios de sus edificios más emblemáticos, como el Trump International Hotel & Tower de Chicago o la Trump Tower de Nueva York. Y por supuesto, Trump destaca su papel como showman, el que sin duda le ha dado a conocer entre el gran público y que, desgraciadamente, explica buena parte de su éxito electoral, al menos dentro de su partido. Por encima de sus participaciones en eventos puntuales, como en Saturday Night Live o en el ya citado de lucha libre, a nivel televisivo fue el reality show El aprendiz el que le granjeó buena parte de su fama. Estrenado en enero de 2004, el programa en el que los aspirantes competían por un contrato en la Trump Corporation, se mantuvo en antena durante 12 temporadas y en la actualidad se sigue emitiendo, en una versión con personajes famosos. Precisamente la próxima será la primera temporada sin la presencia del candidato a la Presidencia, ya que la NBC decidió no contar con él para el futuro por sus comentarios racistas contra los inmigrantes mexicanos.
Como libro de autoayuda no creo que Nunca tires la toalla tenga un gran valor, ya que la mayoría de los consejos que ofrece Trump los hemos podido leer y escuchar centenares de veces a distintas personas. Pero como lectura para conocer la forma en la que ha forjado su imperio y cómo ha ido encarando las distintas amenazas y oportunidades que ha ido encontrando a lo largo de su vida me parece bastante más interesante, ya que Donald Trump es, lo queramos o no, una de las personas más influyentes del mundo.