Reseña del libro “Obra maestra”, de Juan Tallón
“Primero vivimos tiempos difíciles, después tiempos mejores, y hoy tiempos un poco peores. La vida se mueve en círculos, como si buscase antes o después regresar al punto de partida.”
Conocí a Juan Tallón gracias a su novela Rewind, publicada también por Anagrama, y me enamoré completamente de la historia en su conjunto y, sobre todo, de su brillante manejo de los puntos de vista. No parece gran cosa en un inicio, ya que parece ser algo que todos los escritores deberían dominar a la perfección, pero realmente no es así. Este autor consigue crear personajes complejos y reales que podríamos ser cualquiera de nosotros en cualquier momento y circunstancias. Personajes cercanos, humanos y redondos que cometen errores y no son ni buenos ni malos, sino que presentan sus grises.
Y esto ha sido lo que me he encontrado otra vez al leer su nuevo libro. Pero creo que es importante apuntar que no podemos esperar encontrar algo similar al anterior, ya que no es una novela al uso, tampoco un ensayo o una obra de no ficción, sino que navega entre distintas aguas. El autor parte de un suceso real, que es la desaparición de una escultura de 38 toneladas de Richard Serra, perteneciente al museo Reina Sofía, para reconstruir qué puso ocurrir a través de testimonios ficticios de decenas de personas vinculadas de una manera u otra a la misma.
Y, a medida que vas leyendo, como os decía antes, te sorprende por su dominio de las voces. Da la impresión todo el rato de que estás ante testimonios reales de personas que tuvieron algo que ver con el suceso (algunos de ellos pertenecen a personajes reales del mundo de la cultura o la política), de tal forma que se termina convirtiendo en una especie de investigación en la que esperas que se dé una respuesta. Y realmente se dan, no una sino muchas, pero de manera unilateral, subjetiva y casi diría que poco fiable. Me gustó mucho esto porque da la sensación de que tú mismo eres una especie de periodista de investigación o policía que, con todos los datos recabados, debe reconstruir lo que pasó y descubrir el paradero real de la escultura actualmente.
Cada una de las voces refleja una personalidad única de cada persona que habla, identidades diferentes que ven el suceso, y al propio Richard Serra, de una manera totalmente diferente, lo que hace cada vez más difícil descubrir qué pudo ocurrir en la vida real. Pero el autor nos va mostrando que este no es su objetivo, aunque debo reconocer que es uno de los elementos que hacen que te enganches al libro y no puedas parar de leer.
Otro de ellos es que utiliza Obra maestra para hablarnos sobre el complejo y misterioso mundo del arte, la figura del artista, vulnerable y fuerte al mismo tiempo, y las huellas que deja en su época y su sociedad. Y que no importa que una persona no tenga ni idea sobre arte porque siempre va a querer opinar sobre una obra, a veces sin escuchar siquiera al artista. Esto me ha hecho pensar sobre el concepto general que tiene el público de esta disciplina cultural, sobre todo del arte moderno, del que apenas se sabe ni se profundiza salvo en determinados círculos. ¿Quizás esto es lo que lo convierte en “elitista” en numerosas ocasiones? ¿Cuántas veces nos paramos realmente a mirar y pensar? En el libro, el propio Serra, a través de un testimonio ficticio, nos confirma justo esto: que las obras de arte no tienen que ser bellas, sino que su objetivo es hacernos pensar, parar a reflexionar sobre el simbolismo de lo que estamos viendo.
“A los cuatro años dibujaba todos los días, y lo hacía para seducir a mis padres, porque mi hermano era más alto, más grande, más fuerte. Yo quería capturar su cariño y admiración. Dibujar se convirtió en otro idioma.”
Obra maestra es un libro que, con una prosa cercana y sencilla y, a través de decenas de testimonios ficticios, te invita a reflexionar sobre el papel del arte en la sociedad, especialmente el moderno, y los conceptos distintos que cada uno tenemos sobre esta disciplina cultural. Pero también es un libro que recoge múltiples puntos de vista sobre la desaparición de una de las esculturas de Richard Serra y que, a su vez, esconde pedacitos de historias. Las historias de decenas de personajes muy distintos entre sí, de edades dispares, que se dedican a diferentes trabajos y que ven la vida de manera diferente. Esto parece fácil, pero que el autor logre que nos sintamos identificados casi con cada uno de ellos es muy difícil. Así que nada… Otra joyita de Tallón que tenéis que leer.