Para los seguidores, como yo, de la serie Kostas Jaritos, siempre es un gustazo reencontrarse tanto con la Familia del Comisario al completo, como con el propio autor, porque de alguna forma es la manera de seguir viendo la evolución que, aunque de forma ficticia y novelada, van siguiendo nuestro queridos amigos griegos. Atenas sigue allí de fondo, como un personaje más para decirnos cómo se vive el día a día en su interior.
OFFSHORE, arranca en el final de la Cuaresma que da inicio a la Semana Santa, y esto le sirve a Petrus Márkaris para adentrarnos en las tradiciones religiosas griegas. Adrianí, la mujer de Kostas será como siempre la encargada de llevarnos por ese terreno, tanto a nivel culinario tradicional como con sus acertadas sentencias y refranes, que ya veremos casi al inicio del libro, y así veremos que Grecia empieza a respirar y la gente escapa de la ciudad en sus recién recuperados vehículos:
“- Ay del holgazán, si encuentra afán, y hay del griego, si tiene el bolsillo lleno –sentenció Adrianí-. En cuanto le sobran unos eurillos, sale corriendo hacía el campo o la playa. Tenemos chalets y segundas residencias para rato.”
A mí me gusta esta serie de libros, me entretienen y me relaja leerlos cuando estoy realmente cansada de otras lecturas más densas o de otros menesteres de la vida. Me gusta porque es un poco como ver la vida a través de los ojos de Kostas que es una persona realista y bastante sensata. Kostas es Comisario de policía, su hija Katerina, es abogada y está casada con Fanis, que es médico, y es por ello que nos muestras una gran gama de situaciones diversas dentro de sus distintos mundos.
Adrianí es un ama de casa tradicional, ve la vida a través de la televisión y a través de su familia, con ella aprenderemos mucho sobre cocina griega, pero es una mujer de su tiempo que también se ha tenido que reinventar para sobrevivir y hacer sobrevivir a su familia. Valora sobremanera el que su hija sea una profesional y no solo una ama de casa como ella, pero al mismo tiempo el mundo se desploma bajo sus pies cada vez que intuye la posibilidad de que Katerina, por motivos profesionales, se aleje de ellos. La vida en Grecia no da muchas oportunidades a la gente joven y ella lo sabe y lo sufre.
Bien sabemos nosotros todo esto, pues nada claro está el futuro profesional de muchos de nuestros hijos, solo hay que ver la tasa de paro juvenil que tenemos en España.
Pero como les decía, Grecia empieza a respirar, el dinero empieza a llegar aunque nadie sabe muy bien ni cómo ni de dónde llega ¿Acaso le importa a alguien saber porque hoy vive mejor que ayer? Ya vimos esta forma de reaccionar ante el asesino del libro anterior “Liquidación final” y ese Recaudador Nacional que consigue mediante la violencia lo que no ha conseguido el gobierno griego, que la gente pague sus impuestos. Y la gente mira para otro lado porque a ellos no les afecta… Como siempre, hasta que le toca a uno mismo.
Con esta nueva historia avanzamos un poco más, de ahí el título del libro, excelentemente elegido.
OFFSHORE es un término que, como casi todos los nuevos que adoptamos, proviene del inglés, y que literalmente significa “en el mar, alejado de la costa”, “ultramar” pero es comúnmente utilizado en diversos ámbitos para indicar el traslado de un recurso o proceso productivo a otro país. En definitiva, lo que nosotros llamaríamos deslocalización. También en el ámbito financiero podemos utilizarla para hablar de paraísos fiscales o relacionarlo incluso con el blanqueo de dinero
¡¡Ay esos billetes de quinientos que nadie sabe donde están…!!
Y a pesar de todo ello, a pesar del dolor de la crisis, de los asesinatos, de los problemas familiares, a pesar de ver lo injusta que es la vida la mayoría de las veces para los que son personas de bien y de justicia, me gusta leer y me relajan estas novelas, que son negras, naturalmente, negras como la noche negra, pero también tienen su aquel de normalidad y de esos buenos momentos que hay que saber disfrutar, esos de los que disfruta la familia Jaritos y que al contarlos en primera persona te hacen partícipe de todo aquello que están viviendo.
Kostas Jaritos seguirá contándonos sus historias porque queda mucho para que Grecia retome la normalidad, y queda mucho también para que Europa se sienta Europea.
Pues hace poco estaba pensando en leer alguna novela negra, no guardo para nada mal recuerdo de la única que he leído, hace ya unos años, y estaba pensando en Elisa Beni, que la escucho mucho en la radio de Julia Otero.
Como veo que te lo has pasado también muy bien con esta, que ha cumplido tus expectativas, pues eso, lo voy a tener bien presente.
La novela negra es un género muy menos preciado y hay autores que hacen verdaderas maravillas con sus obras y con la mente del lector.