Reseña del libro “Ojo de gato”, de Margaret Atwood
Según The New York Times Book Review, estamos ante “una novela perturbadora, evocadora y desgarradora”.
Ojo de gato de Margaret Atwood, es un recorrido por la cultura canadiense desde la Segunda Guerra Mundial hasta la década de los ochenta, con dos claros protagonistas: el feminismo y el arte moderno.
La novela fue publicada originalmente en 1988 y llega ahora a España con una nueva traducción, directamente del inglés, llevada a cabo por Victoria Alonso Blanco. Todo ello gracias a la editorial Salamandra, que está reeditando la obra de Atwood.
Ojo de gato es una biografía, la de Elaine, una pintora de éxito (no le gusta que la llamen artista) de la que van a hacer una retrospectiva de su obra en la ciudad donde pasó la mayor parte de su niñez: Toronto.
Está dividida en quince partes que recogen los 75 capítulos que la componen y cada una de ellas tiene dos corriente temporales diferenciadas: la del presente de la pintora, en su edad adulta, en su día a día desde que llega a Toronto para la retrospectiva, hasta que se marcha una vez finalizada su inauguración; y la de sus recuerdos, los que evocan los cambios que observa en los barrios que de niña transitaba y que le van a llevar a hacer un viaje al pasado para enfrentarse a esos recuerdos que había encerrado en lo más profundo de sus pensamientos.
Dicen que Margaret Atwood es una escritora que defiende el movimiento feminista, no puedo yo opinar sobre ello porque Ojo de gato es la primera novela de su extensa bibliografía que leo de ella. Pero lo que sí puedo afirmar es que, en esta ocasión habla de una niña que se convierte en mujer en una sociedad que ya tenía un rol especificado para ella, pero que afortunadamente tuvo un padre y una madre que supieron dejarla crecer y volar hacia lo que ella decidiera que quería hacer con su vida.
Somos testigos de muchos cambios sociales y dos guerras; de cómo la princesa Isabel de Inglaterra pasa a ser la Reina Isabel II; de cómo Canadá se siente británica y a la vez quiere dejar ya ese “hogar familiar” e independizarse; de voces que aplauden una monarquía inglesa como si fuera la suya propia y de voces que no la ven cercana; de religión, de frustraciones y, sobre todo, y lo que más me ha impactado, habla del maltrato escolar, del bullying.
Elaine tendrá que lidiar durante su infancia con unas amigas que la maltratan psicológicamente y ella, que hasta cierto punto sabe que si no lleva a casa un ojo morado difícilmente la van a creer, busca consuelo y respuestas donde puede. Acude a la religión aun creciendo en una familia atea (el padre y la madre la apoyan, nunca se lo prohíben) y encuentra paz en la figura de la Virgen María.
“Pululan por la periferia de mi vida, tentándome, mofándose, cada día más difusas, menos consistentes. Ya apenas las oigo, porque apenas las escucho”
Esta son las palabras que les dedica a esas niñas que no la trataron bien cuando empieza a coger fuerzas. Es bonito ver cómo poco a poco va tomando forma la mujer en la que al final se convierte y es triste observar desde lejos lo que le pasa y no poder ayudarla.
Ojo de gato es el viaje de Elaine por sus recuerdos y nuestro viaje por una sociedad que madura, que no retrocede, que aprende de sus errores y que, como nuestra protagonista, aprende a vivir con ellos y sigue adelante, con la frente alta y el espíritu libre para enfrentarse a todo lo que se le presente.
Una delicia de Margaret Atwood que la editorial Salamandra pone a nuestra disposición.
Qué bien nos transmites el espíritu de esta historia. No he leidotodavia a Atwood pero quizá lo intente con esta novela que nos recomiendas
Gracias Belen, por pasarte por aquí y por tu bonito comentario. Creo que es un buena forma de iniciarse con ella porque no está acompañada de serie o película, se disfruta por sí misma.