Ojos de agua, de Domingo Villar
En mi última reseña os hablaba de Jerónimo Tristante como referente en lo que a novela negra y policiaca nacional se refiere. El autor que hoy os presento, y que muchos ya han conocido y disfrutado, se ha ganado también a pulso su reconocimiento, gracias a sus dos primeras novelas que han sido un éxito tanto de crítica como de ventas.
Domingo Villar nos presenta al que será su inspector, Leo Caldas, en una serie de novela negra muy prometedora, que lleva el sello “Made in Galicia”. Leo Caldas es un inspector muy serio, retraído y solitario, y que tiene fama entre sus vecinos por su participación en un programa de la radio viguesa, localidad donde ejerce su trabajo. Junto a él trabaja su ayudante Rafael Estévez, un policía de origen aragonés, cuya forma de ser no termina de encajar con la especial forma de afrontar la vida que tienen los gallegos.
En esta primera novela de Domingo Villar, Leo Caldas tiene que resolver un escabroso y misterioso asesinato producido en una torre de apartamentos cercano a Vigo. Acompañado por su singular ayudante, el inspector irá poco a poco atando cabos en pos de una resolución satisfactoria del caso, conociendo a su vez aspectos de la vida personal del inspector que nos ayudan a empatizar con él.
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“Ojos de agua”, antes de valorarlo en su conjunto, hay que destacar que ha sido avalada con galardones como el Sintagma, el Brigada 21 o el Premio Frei Martín Sarmiento, algo digno de destacar, teniendo en cuenta que hablamos de una “ópera prima”. En menos de 200 páginas, Domingo Villar nos ofrece una escritura fresca y sencilla que huele a buena novela negra, pero no sólo a eso, sino también a mar, a marisco y a taberna.
Y es que el punto que hace a esta novela negra un buen libro no es sólo la historia, sino la ambientación que hace el autor de las calles y tascas más populares de Vigo, intentando que el autor disfrute no sólo literariamente hablando, sino también olfativa y gustativamente. A todo esto, hay que sumarle el simpar personaje de Estévez, cuyos choques con el pueblo gallego son sin duda un punto especial de la novela, y un punto a favor para el guión de cualquier historia que se precie.
Quizá el punto negativo de la novela esté en su falta de páginas para conformar una historia más completa, y en algunos momentos previsibles, pero sin duda no desmerecen la nota general a esta gran novela, que recomiendo a todo aquel que goce del producto nacional en lo que a novela negra se refiere.
LO MEJOR: El personaje de Estévez y la recreación de las calles de Vigo.
LO PEOR: Algunas páginas de más hubieran aumentado el deleite de la lectura
Pues si esta te ha gustado, espera a leer la segunda: más trabajada, más literiaria, más madura. Una delicia. Le dediqué un post en mi blog por si te apetece leerlo. Estamos todos ansiosos por una tercera que no sabemos cuando va a llegar ya que se lo toma con calma.
Gracias por el comentario Interrobang!
Hace poco he terminado “La playa de los ahogados” y coincido contigo en todo lo que dices. La semana que viene se publicará la reseña.
Un saludo!
Definitivamente: tengo que leerlo. Amo Vigo y me pone loco la ambiguedad de los gallegos, jajaja!