Ojos de Fuego, de Stephen King
Lo que son las cosas. En su momento yo me sorprendí de que la última entrega de Harry Potter hubiese tardado casi un año desde su publicación original en Julio de 2007 (lo admito, me tragué todo Harry Potter entre traqueteos de metro en mi trayecto de aquellos años desde Wood Green a King’s Cross), hasta su traducción y edición en castellano en febrero de 2008. Me preguntaba cómo era posible que hoy en día se tardase tanto en hacer algo así, pero me consolaba pensando que aún hay disciplinas que continúan siendo únicas y no delegables en máquinas o mecanismos semiautomáticos: la traducción es una de ellas.
Y es que el libro que nos ocupa es un caso aún más curioso. Editado originalmente en 1980, no llegó a España hasta 12 años más tarde, con una primera edición de Abril de 1992. Impresionante. Todo un récord de velocidad para un libro que desde el principio captó mi atención. Una historia vibrante desde el primer hasta el último capítulo…
Una trama bien hilvanada, que te lleva en una persecución initerrumpida hacia un final agónico que, pese a ser esperado, no deja de ser intrigrante y llamativo. De hecho el final es genial. Uno nunca sabe lo que le va a deparar la última página de un libro y, en este caso, yo me reí con ganas. Con una risa cómplice. De esas que sólo sueltas cuando tu amigo y tú sabéis muy bien lo que os traéis entre manos y el resto del mundo es (o parece ser) ajeno. Una complicidad muy difícil de conseguir entre autor y lector.
En general se puede decir que ponía mis manos en este libro con una cuartilla mental en la que ya había ciertos garabatos escritos. El autor es de sobra conocido, aunque yo nunca había leído nada de él. Nada. Sin embargo partía de una imagen que hace años ví en un periódico. Un tipo raro, taciturno, que vive en una caravana, y con una pinta de psicópata que ya la quisiera para sí el protagonista de El Silencio de los Corderos. Entre esta impresión, y la asociación directa de Stephen King con las novelas de terror, tenía una idea preconcebida de lo que podía encontrarme. Pero me ha sorprendido gratamente.
Me imaginaba a un escritor oscuro, capaz de describir con pelos y señales el proceso de extracción de las higadillas de un adolescente por parte de un loco con una cucharilla oxidada en la mano. No sé, veía a King como un tipo un tanto trastornado e imaginaba que dicho trastorno debía traducirse en su literatura.
Ingenuo de mí. A estas alturas debería saber que nadie así se convierte en un escritor universal. Bueno, puede convertirse, pero no mantenerse. Y este tipo lleva años dando estopa. A cambio, he descubierto un autor que plantea una historia extremadamente bien construida. Nada está dicho o escrito al azar. Todo tiene su porqué. Los personajes no mantienen conversaciones inocuas. Nacen, crecen y mueren en las hojas de este libro. Todo tiene su espacio y todo está en su sitio. Y claro, eso me gusta. Y por último está lo de la sensibilidad. A ver cómo explico esto. Ya he comentado que esperaba un escritor ligeramente trastornado, y además lo suficientemente frío como para describir una matanza o una disección como el que describe el contenido del frigorífico. Pero nada más lejos de la realidad. Se acerca a las sensaciones y a los sentimientos como pocos escritores pueden hacer: sin resultar ni empalagoso y sin mostrarse distante. Supongo que esto debe ser un arte como otro cualquiera. El arte de saber cuándo dar un abrazo, una palmada en la espalda, o estrechar la mano. Cada momento requiere su sensibilidad, y sólo los artistas saben transmitirlo a la perfección.
Francisco Sánchez Cid (twitter @LightMyWay78)
Hola Francisco!
Hace años me leí unos cuantos libros de Stephen King, y estoy de acuerdo en lo que dices: Hace evolucionar perfectamente a los personajes, describe muy bien sus emociones, y juega muy bien con la acción y la trama. Es un autor que vale la pena leer.
Me ha encantado una frase que has escrito “Me imaginaba a un escritor oscuro, capaz de describir con pelos y señales el proceso de extracción de las higadillas de un adolescente por parte de un loco con una cucharilla oxidada en la mano” Jeje, buena descripción de un psicópata.
Te seguiré leyendo.
Hola a todos…
Pues a mi personalmente me gustan mucho las novelas de terror, desde los best sellers que no aportan nada hasta Drácula de Bram Stoker….Y me topé con un excelente libro que se llama Nocturna, lo escribieron el conocido Guillermo del Toro y un tal Chuck Hogan….para lo que es el libro les diré que ambos escriben muuuuy bien.
No es simplemente un best seller, no, Nocturna tiene algo que aportarnos mientras nos divierte, emociona, intriga y asusta.
Se trata de vampiros, y está muy bueno, porque de tantas versiones de vampiros que ha habido, creo que esta es una muy original, y con una explicación de por qué son así, inteligente…
Se los recomiendo mucho
saludos!
Hola Eddie!
Gracias por la recomendación. Lo tendremos en cuenta a la hora de elegir los próximos libros que leeremos.
Hace algunas semanas vi una entrevista con el autor en televisión, y estoy seguro de que es un buen libro.
Hasta luego!
Iván
Hace muchísimo tiempo que no leo nada de literatura fantástica. Creo que lo último que me leí fue “El trono de los huesos de Dragón”, de la serie “Añoranzas y Pesares” de Tad Williams. Y lo cierto es que en su momento (hablo de hace casi 10 años) me pareció genial.
Quizás sea hora de retomar la literatura fantástica… y ¿porqué no con “Nocturna”?
¡Gracias por tu recomendación!
¡Hola Francisco!
Si te apetece leer algo de literatura fantástica, yo creo que de lo mejorcito que hay es “El elfo oscuro” de R.A. Salvatore, y “Crónicas de la Dragonlance” de Margaret Weis y Tracy Hickman. Aunque se pueden considerar clásicos (tendrán unos 10 años o más). Si quieres algo más moderno, Canción de hielo y fuego de George R.R. Martin, o “El nombre del viento” de Patrick Rothfuss.
¡Nos seguimos leyendo!
Fué el primer libro que leí de mi adorado stphen King. Después de este no paré, y durante mi adolescencia me leí todos, o casi, sus libros. Reconozco que llegó un momento en el que nos cansamos el uno del otro, y nos dimos un tiempo. Es más, debe hacer como 4 años que no leo nada suyo. Pero ya lo retomaré, tiempo al tiempo.
Creo que es un autor bastante infravalorado por los críticos, por lo menos guiándome por lo que he leído. Pero pienso al igual que ustedes, que es un autor que sabe trasladar al papel muy bien a sus personajes y a sus sentimientos, y que lejos está de ser solo un escritor “de terror”.
Para mi sus mejores obras son El juego de Gerald, y La milla verde.
Saludos
Totalmente de acuerdo contigo, Darío.
A mí me pasó algo parecido con Arturo Pérez-Reverte, del que me saturé demasiado. Abrí mis lecturas, pasó el tiempo y volví a él. Y ahora lo veo con otra perspectiva. Y lo disfruto.
Respecto a King, es que realmente me sorprendió su escritura. No sé lo que esperaba (era el primer libro que leía de él), pero desde luego no esperaba encontrarme con algo tan bueno. Ahora tiene mi respeto.