Hay ciertos libros que, desde que los lees por primera vez, forman parte de tu vida e incluso te acompañan junto a sus mejores frases, diálogos y personajes en muchos momentos. Y no, no estoy exagerando (quizás un poco sí…). Y me entenderéis si habéis leído alguna vez Orgullo y prejuicio, puesto que personajes como Elizabeth o el Sr. Darcy (sobre todo este último) no se encuentran todos los días ni en todas las lecturas.
Pero hablemos de la edición que nos ocupa. Si ya releer esta novela es una delicia de por sí, releer su edición ilustrada es un lujo aún mayor. Y mucho más si las ilustraciones en blanco y negro son las mismas que la edición en inglés de 1894. Incluso el inicio de cada capítulo es especial, plasmando en un dibujo lo más importante que ocurrirá en el mismo y, a veces, acompañado por una frase en inglés del original. Una auténtica pasada y un ejemplar único para celebrar el bicentenario de la autora para los coleccionistas de la obra de la famosa autora inglesa como yo.
Las aventuras y desventuras que acontecen a la familia Bennet en Orgullo y prejuicio parecen ser el eje de esta romántica y cautivadora historia. Pero si vemos más allá del romance entre Jane y el Sr. Bingley, la complicada relación entre Elizabeth y el Sr. Darcy, la obsesión de la Sra. Bennet por casar a todas sus hijas y la aparición de otros personajes clave en este libro, descubriremos que el principal tema que trata esta novela es la mujer y su papel durante el siglo XIX, tema del que la autora realiza una crítica abierta y nos plantea varias preguntas a través de su narración descriptiva y completa de ironías: ¿Por qué el principal objetivo de las mujeres en aquella época era contraer matrimonio? ¿Y si una de ellas quería algo más? ¿Acaso no se merecían tener ambiciones en sus vidas?
Es imposible responder a estas preguntas, ya que ahora la vida es muy diferente a la de aquellos años. Pero si algo representa el personaje de Elizabeth Bennet es esa gran diferencia con todas las mujeres de aquella época que, quisieran o no, se resignaban a una vida dominada por los hombres y a contraer matrimonio sin importar lo que ellas deseaban, teniendo únicamente en cuenta su papel en la sociedad y el dinero. Elizabeth se convierte en una mujer muy adelantada a su época, que rechaza el matrimonio por convivencia y que decide casarse únicamente si llega a enamorarse algún día. Y, cuando os decía que no estaba exagerando al principio de esta reseña, me refería a que personajes como este suponen un antes y un después en la literatura y, sobre todo, para la mujer.
En definitiva, Orgullo y prejuicio es una novela que no pasará desapercibida para nadie que la lea ya que, aunque fue escrita hace más de dos siglos, se encuentran muchas emociones con las que convivimos día a día: no solo el orgullo y los prejuicios, sino también el amor, la amistad, la ambición y nuestros deseos más allá de las necesidades de nuestras familias.
En este año, que se conmemora el segundo centenario de Jane Austen (1817-2017), releer mi libro favorito de la autora y con estas preciosas ilustraciones me ha encantado y me ha dejado con ganas de más. Las novelas de esta autora reflejan, como ya he dicho, la realidad de la sociedad de su época, haciendo una dura crítica del papel de la mujer. Es muy interesante leer cada una de sus novelas, ahora que la vida ha cambiado y en esta sociedad en la que el feminismo está cobrando cada vez mayor importancia. Por eso creo que es vital leer a Jane Austen en estos momentos de cambio y recordarnos todo lo que hemos evolucionado y lo que no debemos hacer para volver hacia atrás en nuestra historia…