Perfiles, de Woody Allen
Son la 21:10 en el aeropuerto Ezeiza, en Buenos Aires. Las pantallas muestran los próximos vuelos, entre los que se encuentra uno a New York. Me imagino que si Woody Allen estuviese aquí correría a comprar un pasaje para escaparse al norte, a la única ciudad que le da una cura momentánea a todas sus inseguridades ¿Que hace Woody Allen en Latinoamérica si aquí no está Broadway, no puede caminar por Queens o escribir guiones para TV? ¿Habrá encontrado Buenos Aires tan frívola como él considera Los Ángeles?
Cada película nueva de Allen que vemos es una oportunidad que perdemos para admirar su humor. Es que la obra de cualquier creador es finita y por más que queramos que nunca se termine, todo llega a un fin. Solo algunos escritores puntuales, como el caso de Woody Allen, pueden darse el lujo de trasladar el humor de los guiones a la prosa y del cine a un libro.
Perfiles es el primer libro que leo de Allen y es interesante como conserva la misma mítica de sus films. Se trata de una colección de relatos recopilados donde describe personajes inventados que, probablemente, estén inspirados en la realidad. Cada uno de ellos tiene historias que rayan con la fantasía y rasgos que los califican como personajes y no como personas de esta dimensión.
Además de contar con el talento de Allen, el libro Perfiles recupera todos los rasgos de su estilo. No falta la pasión hacia las mujeres (sin importar la edad), el amor a las ciudades, la figura de un protagonista antihéroe, las enfermedades y la ironía mas pura. Allen también se burla, a través de los perfiles, de los personajes más históricos y los complementa con una dosis de su actualidad ácida. De esta manera nos encontramos con una historia que involucra a un hombre promedio con Madame Bovary como amante y la situación extraña que supone tener citas con un personaje de la literatura.
En cada uno de los perfiles que plantea Woody Allen está presente el humor profundo del cineasta y las ocurrencias a las que estamos acostumbrados. El libro tiene guiños permanentes al lector y busca sorprendernos en cada página, sin olvidar la inteligencia. Es como una película de Allen, pero llena de letras oscuras, como un film en blanco y negro.
Estupenda reseña, Georgina; me imagino a Allen perdido en un aeropuerto argentino intentando localizar un avión que le deje en Manhattan lo antes posible… Yo me he reído mucho con este libro y con “Cuentos sin plumas”, son muy parecidos a sus películas.
El fin de semana pasado le vi en una entrevista en TCM. Decía que todo el mundo pensaba que era un intelectual, pero era por las gafas, en realidad era un tipo de clase baja que prefería quedarse en casa bebiendo cerveza en camiseta y mirando el partido antes que leer a los clásicos rusos. Aunque es cierto que los había leído, aclaró, pero fue para gustarle a las chicas. Es un figura.
Nunca es tarde para contestar un comentario, gracias Javier 🙂
Si, es pura ironía y eso es lo genial de él.
¡Saludos!
Leí “Cuentos sin plumas” que es una edición que recoge “Cómo acabar de una vez con la cultura” , “Sin plumas” y “Perfiles”. Creo recordar que a mí me pareció “Perfiles” el volumen más flojo de los tres, por lo que si te ha gustado, te recomiendo los otros dos. De “Perfiles”, el relato que más me gustó fue “El experimento del profesor Kugelmass”, que si no me equivoco es el que mencionas de Madame Bovary. Para mí fue un libro muy divertido que pienso releer alguna vez. Los fans de Allen no deberían perdérselo.
Coincido completamente y gracias por las recomendaciones. Se suman a mi lista de libros por leer.
¡Saludos!