Reseña del libro “Piratas”, de Peter Lehr
Una vez que avanzas la primera parte de definiciones y orígenes de la piratería y corsarios, el libro de Peter Lehr, coge velocidad de crucero (risas) desmontando las etiquetas que caen sobre la piratería marítima, extendible a otras, con demasiado frivolidad. Piratas recorre, como dice el subtítulo, la historia desde los vikingos hasta hoy. Que sí, que has leído el manga de One Piece, incluso has visto el anime, claro, y conoces a los piratas somalíes y a la película de Tom Hanks, pero que la cosa no va de esto.
El mayor acierto de Piratas, además de incluir un mapa al principio, rasgo que eleva a la categoría de senior un libro, es el cuestionamiento de las causas y legitimaciones de la piratería. ¿Por qué si están pagados y avalados por un estado o por la reina Isabel I, llamándose corsarios en ese caso, ya no son hostis humani generis, es decir, enemigo de la humanidad? Parece dudoso como mínimo o lógicamente inconsistente denostar una actividad per se, excepto si la ordena un alto mando.
Entre la extensa y rigurosa bibliografía, señala a Chomsky, en concreto, a su texto Piratas y emperadores, cuyo prefacio debo incluir en esta reseña por lo revelador del contenido: “San Agustín cuenta la historia de un pirata capturado por Alejandro Magno, quien le preguntó: ¿cómo osas molestar al mar? ¿Cómo osas tú molestar al mundo entero? -replicó el pirata- Yo tengo un pequeño barco, por eso me llaman ladrón. Tú tienes toda una flota, por eso te llaman emperador”.
En esta dialéctica, Piratas navega por las inmensas aguas internacionales donde el derecho naufraga constantemente, quedando impunes la mayoría de los crímenes que se cometieron y que a día de hoy, siguen existiendo, relacionados ya no con el saqueo de botines colonialistas, sino con el tráfico de personas o sustancias. La lectura puede resultar demasiado académica para una lectora de calle, pero el índice analítico y las notas, ayudan a digerir la desproporcionada cantidad de información que contiene este libro oceánico.
Otra de las características típicas atribuidas a los Piratas es el amor por la vida alegre, ya sabes: “la vida pirata, la vida mejor, sin estudiar, sin trabajar, con la botella de ron”. Pues por este tópico también pasa Peter Lehr para cuestionar y profundizar en esta resistencia antisistema. Desde esas primeras invasiones nórdicas entre el 700 y el 1500, que impactaron considerablemente en los navíos españoles, hasta concepciones modernas de anarquismo y justicia retributiva, pasas las hojas y se va difuminando la idea de quién es el ladrón. O cómo era aquello de quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón.
Y claro, luego está el asunto del terrorismo. Porque Peter Lehr es profesor de esta materia en la Universidad de St. Andrews. No hombre, no. No se trata de que enseñe al alumnado el bello y romántico arte de la piratería, sino que precisamente relaciona los estudios sobre los terrorismos globales, la guerra mundial declarada por Bush a los fundamentalistas islámicos y la práctica violenta que vincula unas y otras formas de saltarse la ley y atentar contra la integridad de las personas físicas. Más allá del juicio moral o, con Nietzsche, “más allá del bien y del mal”, siempre es de agradecer estudios como Piratas por bello, como los cuadros a todo color que recoge el interior, y crítico, sobre las motivaciones y diversas prácticas de la piratería a lo ancho y largo de este mundo.