Los cómics sobre superhéroes siempre nos han ofrecido historias en las que el protagonista que goza de poderes inimaginables está en el punto álgido de su vida. Su poderío es apabullante, sus músculos increíbles y en su actitud mora la osadía que va intrínsecamente ligada con la juventud. Tras algún que otro contratiempo nuestro héroe o heroína siempre acaba venciendo al villano de turno. En ocasiones casi sin despeinarse.
Luego están esos cómics que, con sucesivos reboots del personaje o en tramas que sirven de excusa para que el lector visite el pasado, podemos asistir a los orígenes de ese superhéroe. Siempre resulta revelador descubrir a qué problemas se enfrentó este ser especial antes de conseguir, mediante el aprendizaje, controlar esos poderes que inicialmente le asustaban. Caer, levantarse, y caer de nuevo; así sucesivamente hasta hallar el camino que lo llevaría a consagrar su vida en pos de la justicia.
Por último, y no menos importantes, están los cómics de superhéroes crepusculares. Viejos, derrotados, con poderes totalmente mermados y casi siempre en busca de la redención; la cual cruelmente hallarán tras pagar un alto precio. Batman: El regreso del Caballero Oscuro y Watchmen abrirían la veda de este tipo de héroes derrotados que no son capaces de encajar con el mundo que los rodea. La muerte siempre es moneda de cambio en estos relatos. Tumbas sin nombre acogen viejas leyendas que se dejaron la piel por retomar el camino de la rectitud que una vez abandonaron.
Vale, bien, ya hemos matado al superhéroe. Se nos han puesto los pelos de punta con sus últimos y titánicos esfuerzos por salvar la humanidad. ¿Y ahora qué? ¿Cómo nos afecta esto a la gente corriente? Jeff Lemire, que en Black Hammer: Orígenes Secretos ya nos mostró a un puñado de superhéroes en horas bajas atrapados en un purgatorio de decadencia y melancolía, vuelve con una peculiar historia de superhéroes. Y digo peculiar porque la superheroína que da nombre al cómic, Plutona, será el pretexto para poner en marcha una situación truculenta a la que cinco adolescentes tendrán que hacer frente.
Plutona nos muestra en sus viñetas iniciales, en cuatro viñetas que hacen hincapié en las diferentes partes del cuerpo ensangrentadas de una superheroína, como la figura inerte de ésta se halla en las profundidades de un bosque. Hasta allí llegarán cinco adolescentes. Ante la conmoción inicial empiezan a debatir sobre qué deben hacer con el cuerpo. ¿Enterrarlo sin decir nada a las autoridades? ¿Grabar un video para colgarlo en Youtube y enriquecerse? ¿Avisar a los otros superhéroes de la ciudad que ahora se hallan distraídos en chorradas superfluas y que han abandonado sus obligaciones como defensores de Metro City? Aunque en un primer momento parecen llegar a una difícil decisión, algunos integrantes del grupo decidirán actuar en su propio beneficio.
Jeff Lemire teje una cruda historia de costumbrismo superheroico que a medida que avanza se vuelve muy oscura y siempre poniendo el foco de la acción principal sobre los adolescentes que deberán dirimir no solo con sus vidas sino también con un terrible secreto. Vidas que Lemire insinúa, con padres borrachos o madres inexistentes, dejando demasiado a la imaginación del lector y haciendo que algunos personajes pierdan algo de profundidad. Enlazando con la historia de los muchachos y siempre en retrospectiva, al final de cada capítulo se nos contará que llevó a Plutona a acabar tirada en aquel bosque. Esta alternancia en la narración será la puntilla definitiva para acercarnos a un final perturbador que te deja más compungido que aliviado. Un final que es como ver venir desde lejos un camión y no poder hacer nada para evitar ser arrollado.
A los lápices encontramos a la ilustradora Emi Lenox. Su trabajo mezcla con soltura el estilo cartoon indie de trazos gruesos con cierta evocación sutil al manga. Su dibujo se vuelve más duro, sucio, realista y menos juvenil en las páginas que nos hablan de Plutona. Rostros demacrados, músculos marcados, ojeras oscuras y cabellos enredados sirven para mostrarnos a una superheroína que aunque cansada sigue haciendo lo correcto. Pero sobre todo, lo que Emi Lenox consigue, dotando de gran expresividad a los rostros y eliminando distracciones de fondo o detalles que no aportan nada a la narración, es que las personas (sus gestos, silencios, miradas) estén por encima de todo.
Plutona, publicado por la editorial Astiberri, es un cómic de corte indie que nos muestra cómo se comporta un grupo de adolescentes ante un macabro hallazgo que se convertirá en una especie de inquietante rito hacia la temprana madurez. Sus decisiones vendrán marcadas por sus personalidades y el entorno familiar en el que se han criado, llevándoles a cometer actos crueles e inmorales, aunque también honestos y de amor de los cuales el lector tampoco saldrá indemne.
1 comentario en «Plutona, de Jeff Lemire y Emi Lenox»