Si hay algo que ha entrado en las vidas de muchos de nosotros como si de una epidemia se tratase es Pokemon Go. Un juego que, en todo el mundo, ha conseguido que la búsqueda y captura de estas criaturas se convierta casi en una obsesión para aquellos que, desde que aparecieran los primeros videojuegos y la serie de televisión, ya no se pudieron separar de este tipo de ocio. Y sí, lo reconozco, yo he sido uno de los que ha caído en sus redes así que cuando me enteré de que salía publicada Pokémon Go: la guía no autorizada no lo pensé mucho y me quise hacer con ella. ¿No os acordáis de cuando intentábamos leer, tener, obtener de cualquier forma, aquello que formara parte del universo de nuestros cantantes favoritos? Pues algo así es lo que me sucedía. Y es que esto de los fenómenos globales tiene un pequeño peligro: que tu bolsillo se resienta, termine gritándote que pares, que ya está bien, que lo dejes estar, que ya no te puedes gastar más dinero. Pero tú no le haces caso a esa voz que parece tan aguda y que termina por taladrarte la cabeza. Así que aquí estoy, con una media sonrisa, hablando de una de esas formas de diversión que, durante todo este verano, ha hecho que muchos de los que poblamos este caótico planeta nos uniéramos y nos preguntáramos: ¿y tú, en qué nivel estás? ¿Has conseguido ya a Pikachu? ¿Y por qué narices aquí sólo salen Rattatas o Pidgeys?
Hay algo que puntualizar antes de empezar a leer Pokémon Go: la guía no autorizada: servirá a los principiantes en este juego, pero quizá no tanto a los que ya se manejen en su mundo con total facilidad. Lo que uno no debe esperar es que esta guía resuelva todas las dudas que tenga sobre el juego ni que le proporcione las herramientas necesarias para encontrar a cada uno de los Pokémon que le falte. ¿Para qué sirve entonces?, os estaréis preguntando. Pues es sencillo: para descubrir lo que el juego puede ofrecer, para dar los primeros pasos en este mundo virtual para aquellos que lo desconocen, o incluso para tener un elemento más en nuestro merchandising sobre una afición como cualquier otra. Es muy posible que a algunos de los que leéis esto os haya decepcionado leer que esto es lo que ofrece Cara Copperman en en libro, pero yo no llegaría a tal extremo. Porque este tipo de publicaciones me parecen bastante útiles para aquellos que, iniciados, no tengan muy claro qué es eso de Pokémon Go y puedan aprender mucho más sobre un mundo del que se habla tanto y del que muchos, sin conocerlo, reniegan por todo aquello que se ha publicado en los medios de comunicación.
Hoy en día no son raros los conceptos de “ser cazador Pokémon” ni ver, en lugares públicos, a gente mirando el móvil y, en grupos, hablando entre ellos sobre por dónde estarán aquellas criaturas que no terminan de aparecer y quieren cazar a toda costa. Pokémon Go: la guía no autorizada es un comienzo para que podamos unirnos a ese grupo, por pertenecer a una nueva comunidad que ha venido para quedarse, y para empezar en un mundo que, como me pasó a mí, al principio puede no parecer interesante pero que te descubre que aquello que en un principio no tiene relevancia, es mucho más importante de lo que parece. Porque no se puede estar alejado de lo que nos sucede, de cómo se mueve el mundo, de cómo los tiempos van cambiando y es con juegos como éste – sin tener en cuenta polémicas surgidas – como se puede entender que lo social, todo lo relacionado con este tipo de aficiones, pueden crear un hábito que no tiene nada de apocalíptico y mucho de, simple y tan estimulante, diversión.