¿Por qué me comprasteis un walkie talkie si era hijo único?

¿Por qué me comprasteis un walkie talkie si era hijo único?, de Santi Balmes

Ilustrado por Ricardo Cavolo

– Oiga doctor, ¿cree que mi vida es una mierda?

– ¿Usted cree que lo es?

– No me venga contestándome a la gallega, que para preguntar y preguntar ya está mi jefe dándome por saco

– ¿Realmente quiere que le conteste?

– Para eso le pago, ¿no? Que ojo, cincuenta euros por hora no es moco de pavo, qué quiere que le diga. Mucho cartelito en la pared, mucha decoración minimalista, mucho diván de las narices, pero nunca me dice nada, siempre hablo yo. Que si llego a saber que esto iba a ser así, me apunto a un grupo de esos tipo “Cuenta tus problemas nosotros te escuchamos anónimos” y listo, seguro que saco algo más en claro que con usted… con todo el cariño se lo digo, no vaya a usted a pensar.

– Sí, sí, yo no voy a pensar mal, pero si quiere que le diga la verdad, su vida no es una mierda, simplemente es aburrida. ¿Quiere saber cómo puede hacerla más divertida?

– …

– Leyendo…

– Venga hombre, no me joda, ¿leyendo?

– Sí, sí, así como lo oye. Usted abra este libro de Santi Balmes y cuando vuelva la próxima sesión me cuenta. Si su vida le parece una mierda, ya verá la vida de Contancito Obs, su protagonista, después de leer eso, me abrazará como no ha abrazado a una novia en su vida, con cariño y amor, pero del bueno….

(Un mes después)

– Oiga, oiga, pero, ¿usted que me ha dejado para que lea? Esto es una frikada increíble, una frikada increíble eso sí, pero madre de dios, no vea lo que me he descojonado con el libro, que hasta en el metro me miraban raro doctor, una señora hasta me pidió el título porque se me veía disfrutar con él de lo lindo.

– Ya le dije que de algo iba a servir, tendría que escuchar más veces lo que le digo y no quejárseme tanto

– Sí, sí, lo que usted diga doctor, pero es que ostia, todo lo que pasa en el libro, todo es de una imaginación tan tremenda que hasta a veces me imaginaba que era verdad, que no podía ser otra manera porque eso estaba escrito, y ese niño, el Constancito Obs, que hijo de su madre, y el autor, el tal Santi Balmes, a ese señor le deberían poner un monumento en pleno centro de la capital doctor, ahí plantado como si fuera el rey de algo, no sé bien de qué, pero el rey seguro. Es un puto crack, lo que quiera decir eso. Y ese título, “¿Por qué me comprasteis un walkie talkie si era hijo único?”, no me diga usted que no le manda narices al titulito, que yo cuando me lo prestó pensé que me estaba dando un libro de autoayuda de esos que te dicen que la relación con tus padres ha marcado tu vida, que puedes romper los lazos y demás zarandajas, pero resulta que me ha dado un psicotrópico en formato literatura que oiga, me ha hecho pensar y pensar, y divertirme leche, divertirme de lo lindo.

– ¿Ah sí, tanto se ha divertido?

– Sí, sí, se lo juro, ya le digo que no he parado de reírme en todas sus páginas. Y oiga, ¿esas ilustraciones? No me diga usted que lo que aparece en el libro no es para poner otra estatua al lado de la de Santi Balmes, que el Ricardo Cavolo me ha enamorado, platónicamente, no vaya usted a pensar que ahora he cambiado mi identidad sexual, a tanto no he llegado, pero oigame usted una cosa doctor, después de leer este libro, ¿me puede explicar realmente qué pretendía?

– No pretendía nada, pero viendo la pasión con la que lo ha leído, y la pasión con la que habla de él, puedo decir sin ninguna duda que su vida no es una mierda, ni es aburrida, aquí tiene la lección de hoy: si su vida le parece una mierda, haga algo por cambiarla.

– ¿Y ya está?

– No, ya no, ahora mismo le doy la factura y me paga lo que me debe, que yo no soy un personaje famoso y también necesito llegar a fin de mes