La poesía es uno de los géneros más personales, humanos y desgarradores de la literatura. Capaz de salvarnos y de hundirnos en nuestros más profundos miedos y de conducirnos a la más pura de las verdades. Y quizás es esto lo que más me gusta de ella, que para bien o para mal, nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, a centrarnos en esos instantes especiales que no debemos olvidar nunca o a apoyarnos en ese momento en el que estamos perdidos, como bien dice el título de este poemario.
Y es que, en mi caso, siempre que estoy perdida recurro a un libro. Y vuelvo a perderme. Esta vez, entre las palabras y los pensamientos del autor, que muchas veces coinciden con los míos. Porque ya sabéis lo que dicen: a veces hay que perderse para encontrarse a uno mismo. Y de eso sabe mucho Ana Segarra, la autora de Por si me pierdo, un libro que he devorado en tan solo unas horas. Es increíble la manera que tiene de abrir su alma a los lectores, de expresar sus más profundos sentimientos de una forma tan personal y entregada a la literatura. Por eso me ha resultado tan fácil empatizar con ella y engancharme tanto a cada uno de sus poemas.
Además, a pesar de ser su primer libro, se nota su dominio gramatical, su forma de narrar tan especial y llena de detalles, que ha conseguido emocionarme y transportarme a su mundo desde las primeras líneas. Además, gracias a las fotografías que ilustran cada uno de los poemas, realizadas por ella misma, nos permite conocerla y situarnos en cada uno de los escenarios en los que ella quiere que nos encontremos. Para vivir y compartir con ella cada una de sus aventuras y reflexiones.
Y si a todo esto le unimos una edición maravillosa, cuidada y limpia, en la que se nota que se han invertido muchas horas de trabajo, sabemos que es de esos libros que hay que leer y que hay que tener. Para releer nuestros poemas favoritos, para repasar las frases que más nos han marcado y para tener en cuenta que hay alguien que sabe poner en palabras algunos de nuestros recuerdos más dolorosos, nuestros sentimientos prohibidos y nuestras inmensas ganas de vivir pese a los miles de miedos que se nos cuelan en la garganta y a veces nos impiden seguir avanzando. Y si os acordáis de mí cuando lo leáis, os recomiendo que prestéis atención sobre todo a “Grita siempre”. Cuando lo leí sentí un montón de cosas diferentes y sentí como si pudiera haber sido yo la que lo hubiera escrito. Si tuviera que quedarme con solo uno de ellos, sin duda elegiría este.
Por si me pierdo es un poemario extremadamente real y humano sobre la vida, el amor, la valentía, la felicidad, el olvido o cómo superar nuestros miedos y asumir nuestros errores. Y me ha encantado que trate todos estos temas desde una perspectiva tan cercana al lector, que permite reflexionar y pensar ante situaciones similares que también has podido vivir.
Personalmente, creo que el debut de Ana en la poesía será todo un éxito. Porque se nota cuando alguien vive por y para la literatura. Cuando es de las primeras cosas en las que piensas cada día. Cuando sientes las palabras hasta en la parte más profunda de tu alma. En ese momento se produce la conexión con la otra persona y logras que esta tenga la necesidad de leerte de nuevo y de compartir contigo tus propios pensamientos o sentimientos. Aunque te separen cientos o miles de kilómetros. Creo que es ahí donde reside la verdadera magia de la literatura, o al menos, como yo la veo. Así que no dudaré en seguir leyendo a esta joven autora con la que me unen tantas cosas.