Reseña del libro “Posibilidades”, de Anna Casanovas
A veces se encontraban en el metro, no siempre claro, podían pasar semanas, días o incluso meses entre esos encuentros, pero a la Chica del Cuaderno Amarillo le bastaba con esos instantes fugaces para arreglar un día malo o para hacer mejores los buenos. El Chico de las Gafas era muy guapo y además era bueno, ella lo sabía, le bastaba observarle para apreciar esos pequeños detalles; siempre se ponía de pie al lado de las puertas, un lugar en el que no molestaba al resto de los pasajeros, cedía su asiento y siempre contestaba con una sonrisa amable cuando alguien se tropezaba con él. Así que fue inevitable, ella no pudo evitar dibujarle cuando sus destinos se cruzaban en esa línea de metro y llenar su cuaderno amarillo con su rostro.
La Chica del Cuaderno Amarillo no era la única que observaba, ya que el Chico de las Gafas también se había fijado en esa chica que siempre llevaba un cuaderno y unas converse rojas, alguna vez la había pillado mirándole y a la inversa y esos encuentros, aunque breves y espaciados en el tiempo siempre eran motivo de alegría. Llevaba días pensando en que la próxima vez que se vieran debía acercarse a ella y hablarle, pero el tiempo pasaba y no encontraba la oportunidad o la manera de hacerlo, hasta que un día ella dejo olvidado su cuaderno amarillo y ante él se abrió una oportunidad, se abrieron un sinfín de posibilidades.
Posibilidades es la historia del hilo rojo del destino, según esta leyenda los dioses atan un cordón rojo alrededor del dedo meñique de dos personas, de tal forma que sus caminos quedan unidos y estas dos personas están destinadas a quererse, independientemente del momento, del lugar o de las circunstancias. Valentina, la Chica del Cuaderno Amarillo y Óscar, el Chico de las Gafas estaban unidos por este hilo y daba igual que sus trabajos, sus vidas y todo aquello que les rodeaba no pusiera las cosas fáciles porque ellos debían encontrarse.
Anna Casanovas ha creado una maravilla de novela en la que las oportunidades, las posibilidades y la magia impregnan cada página. En este libro la autora nos habla precisamente de eso, de las posibilidades y de los y si que invaden nuestra vida. Desde el momento en el que nos despertamos estamos tomando decisiones, aunque muchas veces no somos conscientes de ello, muchas veces son sobre cosas nimias, pero importantes o no tanto lo cierto es que esas decisiones van conformando y moldeando nuestra vida. Hay veces en las que nos preguntamos a nosotros mismos que habría sido de nuestra vida si en este o en aquel momento hubiéramos tomado una elección diferente, qué rumbo habría tomado nuestra vida, y es que esas elecciones que declinamos van conformando una vida paralela, la vida no vivida. ¿Y si Óscar hubiera hablado antes con Valentina?, ¿Y si ella se hubiera acercado a él?, ¿Y si…? Anna Casanovas nos muestra que la posibilidad siempre esta ahí, la posibilidad de que pase algo bueno o malo también, pero debemos ser lo bastante valientes para atrevernos a descubrirlo, para arriesgarnos y eso me temo es lo más difícil de todo.
Los protagonistas de Posibilidades destacan por lo reales que son, por lo creíbles. Valentina y Óscar bien podrían ser nuestros amigos o conocidos porque traspasan el papel por las aristas que tienen. Valentina es una chica insegura, poco crédula en el amor y también en sí misma. Óscar es un chico optimista por naturaleza, mediador, con una sensibilidad increíble y unos amigos más increíbles todavía, porque Anna Casanovas ha creado a unos personajes secundarios maravillosos si tengo que poner un pero, solo sería que me he quedado con ganas de más, me gustaría saber más acerca de Héctor, de sus silencios y sus frases a veces tan cripticas y llenas de significado, me gustaría conocer en profundidad la historia de Ricky, pero a lo mejor cabe la posibilidad de que esto ocurra, ¿no? Al fin y al cabo, las Posibilidades son infinitas.
Mientras avanzaba en la lectura no podía dejar de encontrar cierta similitud con la película de Your name, ¿la habéis visto?, dos vidas que se cruzan un instante o varios, en la que el destino influye, pero al final la elección siempre está en nuestras manos, tenemos el poder de hacer tangible esa posibilidad de materializar el y si y de vivir la vida no vivida.
<< Desde la primera vez que la vio en el metro hasta todas y cada una de las veces que había pasado las hojas de ese cuaderno durante esas últimas semanas, había sentido la presencia de una posibilidad. De esa posibilidad.>>