Anoche leí este libro y he de confesar que he tenido un sueño rarísimo. Soñé que una chica argentina llamada Ariana Harwicz había escrito un libro titulado Precoz y que una editorial valiente y reciente llamada :Rata_ lo había publicado. Y eso que soy experta en tener sueños raros, pero el de anoche se lleva la palma. Es lo que tiene empezar y acabar libros a altas horas de la madrugada, que acabas mezclando realidad y ficción, literatura y fantasía. Supongo, lectores, que también os habrá pasado. Sobre todo eso de empezar y acabar un libro la misma noche. En fin, el caso es que ya no sé qué es verdad, estoy hecha un lío. No sé si Precoz es una bofetada de realidad o ha sido un sueño raro. Lo cierto es que la resaca de este libro aún me dura y en vez de tomarme un Ibuprofeno, voy a daros la brasa, ¿qué os parece?
Como os decía, Ariana Harwicz es una escritora argentina que ha realizado principalmente estudios cinematográficos. Precoz no es el primer libro que escribe. Con su anterior novela La débil mental, Harwicz sentó las bases de su propia literatura. En Internet se leen muchas cosas, como por ejemplo que la prosa de Ariana se asemeja a la más desquiciada prosa de James Joyce o que estamos ante la Virginia Woolf argentina. Personalmente no soy muy fan de las comparaciones y algunas, obviamente, me chirrían más que otras. No veo nada de Woolf en Ariana, no al menos en el libro del que hoy os hablo. Tampoco veo nada de Joyce en estas líneas, si acaso un leve resquicio de aquella prosa rápida y violenta que aparece en el Ulises. Lo que sí encuentro en esta corta novela es a una escritora muy fresca, muy valiente y tremendamente personal. Mucho mejor que comparar es describir y prefiero deciros qué es para mí Ariana Harwicz y su Precoz. ¿Estáis preparados? La prosa de Harwicz es un viaje a un parque de atracciones, un viaje que no sabes bien si quieres hacer. Una vez allí, es como si te obligasen a entrar. Alguien te está dando codazos y empujones mientras esperas para montarte en las atracciones. Es Ariana, que te está sacudiendo con su prosa. Una vez subido a la montaña rusa, vas a pasarlo mal, te lo advierto. Vas a sentir náuseas y mareos. Vas a cerrar los ojos y a dejarte llevar y vas a terminar por date cuenta de que no quieres que acabe ese viaje. Estás bien. Alguien te está susurrando al oído que de algún modo, todo irá bien. Eso es lo que hace esta escritora. Te lleva de viaje, te sacude, te zarandea y tú, lector, sólo puedes dejarte llevar porque en el fondo no quieres que termine nunca ese viaje. Eso es lo que ha hecho conmigo y como os decía, la reseca aún me dura.
¿De qué habla esta escritora en Precoz? Para los que no estáis subidos a esta montaña rusa es difícil de explicar. Ariana habla de la relación entre una madre y su hijo. Claro que dicho así suena a tópico literario. Nada más lejos. Este libro no podría ser más atípico. La relación que se dibuja en las líneas de esta corta pero intensa novela es una relación filial bastante desquiciada, loca y obsesiva. Pero hay más, mucho más. En Precoz no solo se trata este asunto materno-filial. Lo marginal, la otra cara de la sociedad, también aparecen en esta novela. Sí, es esa bofetada de la que os hablaba.
Ariana es una escritora muy dura y su prosa, impregnada de realismo e intensidad es un soplo de aire fresco en el panorama literario actual. Interesante esta novela y esta autora. Prometo que la resaca será inofensiva.