Reseña del libro “Primeras alegrías”, de Verónique Joffre
La autenticidad con que una criatura vive las primeras veces de sus experiencias es increíble. Da igual a qué especie animal pertenezca. Y así queda bellamente recogido en el emotivo libro Primeras alegrías de Véronique Joffre. Porque esa podría ser una buena definición para esta emoción. El entusiasmo mezclado con el asombro y la ternura de vivir un acontecimiento por primera vez. Y no tienen que ser las vivencias que las adultas asociamos a la felicidad.
Este pequeño catálogo de Primeras alegrías incluye esos momentos en los que los bebés se esconden detrás de una manta o dejan caer su juguete al suelo maravillados como Newton de la fuerza de la gravedad o sienten la brisa fresca o el perfume de las flores. Las personas adultas somos los desechos de esa inocencia infantil, en la línea de lo que defendía Santiago Alba Rico, porque la tabula rasa con la que nacimos está llena de manchurrones y borrones.
Sin embargo, acompañar a una criatura recién “estrenada” en este sublime planeta Tierra que tan poco valoramos al parecer, puede ser una gran oportunidad para recordar, mejor dicho, vivenciar con la memoria de nuestro cuerpo, esas experiencias sensoriales. “Disfrutar de la calma o hacer travesuras”, “recibir besos y cálidos abrazos” o “avanzar sin ayuda o todos juntos”. Cada doble página consigue polarizar una experiencia y te permite sentir el amplio abanico que existe entre ambos extremos.
Te invito a respirar cada dulce ilustración, como la de la portada en ese expresivo abrazo al gatete, percibiendo esas Primeras alegrías que tienen que ver con los primeros sabores o las primeras aventuras. Pero además de por el contenido este libro está muy indicado para pequeñas criaturas por su formato acartonado con puntas redondeadas. ¡¡Listo para ser devorado por futuras lectores y lectores!!