Pudor y dignidad, de Dag Solstad
Que yo tenga algunas amigas profesoras de literatura supongo que fue el primer motivo por el que me lancé a la lectura de esta novela; el segundo es que durante una temporada he intentado ir descubriendo libros y escritores nórdicos para conocer mejor su sociedad y forma de vida. Así que como el libro tiene un protagonista, Elias Rukla, que es profesor, y que además da clases de Literatura en un instituto Noruego, la mezcla podía estar servida.
Las primeras páginas, absolutamente maravillosas, ya presagiaban mi acierto en la elección. Yo misma sentí la necesidad de meterme dentro del aula donde Elias, a pesar de estar pletórico por lo que entendía que había sido su gran descubrimiento, seguía aburriendo un año más a los alumnos con sus obsesivas reflexiones sobre “El pato salvaje” de Ibsen.
Y es posible que ellos no la recuerden nunca pero seguro que nosotros no olvidaremos esa frase trascendental, reveladora, y tan determinante en la vida de Elias Rukla: “Si usted quita la mentira vital a un hombre corriente, le quita al mismo tiempo la felicidad”
Con una crítica ácida y una ironía absolutamente abierta, el autor, a través de la vida de Elias me ha ido mostrando, no sólo cómo funciona el sistema educativo noruego, sino cómo es la sociedad en la que ha crecido, estudiado y madurado como hombre. Y lo que más me ha gustado es que me ha dejado sacar mis propias conclusiones.
Dag Solstad, con una prosa obsesiva, circular y machacona, me ha obligado a concentrarme en la lectura; es tanto el contenido de cada una de sus páginas que mi mente se escapaba hacia reflexiones propias. Reflexiones sobre cómo puede ser que en una sociedad en la que el individuo está tan protegido, al mismo tiempo pueda sentir una soledad tan grande que le lleve a la desesperación.
El principio parece una situación incomprensible e irracional, pero poco a poco, acompañándolo en el análisis de su propia vida, y mientras recorremos con él las calles de Oslo, llegamos a ver como es en realidad el inicio de la solución de un problema que dura ya 25 años, los mismos que él lleva explicando la misma literatura en el mismo instituto de la misma ciudad.
Durante toda la novela nos iremos preguntando el porqué del título, pero una vez que estamos sumergidos en su lectura, y buceemos en las profundidades de la conciencia contemporánea, una vez que reflexionemos sobre la belleza, el amor, el matrimonio, el capitalismo, el socialismo, y esa soledad siempre presente, cuando de nuevo estemos en el inicio y con más dudas que respuestas, sólo entonces, es posible que lleguemos a comprenderlo.
Susana Hernández
Siempre he sentido una cierta atracción por la cultura y la sociedad escandinavas, más aún desde una breve estancia en Suecia, hace unos años. No puedo decir nada de este libro, ya que no lo he leído, pero mis incursiones en la narrativa escandinava han sido siempre interesantes. Después de leer tu comentario, no me queda más remedio que comprar el libro.
Espero sinceramente que lo disfrutes. A mi, que estoy empezando a descubrir a la sociedad nórdica a través de sus lecturas y autores, me ha ayudado a profundizar un poco más en su forma de vida. Muchas gracias por tu comentario Javier, y espero impaciente, que tras su lectura, compartas con nosotros tu opinión.
No conocía el libro pero me lo apunto y lo buscaré.Descubrí la sociedad nórdica a través de la novela negra -con Henry Mankell y su detective Wallander y luego otros como Indrídason (muy bueno ¿Has leído La mujer de verde?) y se me rompió un mito.
Me interesa además conocer el sistema educativo nórdico, que dicen es tan bueno.
Hola amiga!
No he leído la mujer de verde, pero tomo buena nota de tu recomendación.
Este fue un libro que me costó leer, pero que como digo, lamentaría no haberlo leído. Una de esas lecturas que me ha hecho reflexionar mucho, mucho.
Si llegas a leerlo… Ya me contarás.
Un besico!
Susana, no he leído a ningún autor nórdico, o no caigo ahora mismo, creo que no. Son países que me interesan también, y de los que desconozco casi todo. Por eso, aquí has explicado varias cosas que me lo hace muy atrayente, lo del sistema educativo noruego, la sociedad en sí, que bajo ese proteccionismo sin embargo, la soledad está quizás más presente. Creo recordar que este es uno de los países con más tasas de suicidios, y recuerdo una amiga, que se había casado con un noruego que cuando se separó tenía miedo porque como si se tratara de un Marruecos, parece ser que el padre podría hacer que los hijos, tras una visita, no volvieran a España.
En fin, un país con muchas interrogantes para mí, y que como un pastelito árabe de esos que tanto me gustan, me acabas de traer.
Otra cosa, lo del pato salvaje …. a eso se llama matar dos patos de un tiro. Primero me voy a leer este pato salvajo, porque Ibsen me gustó mucho, y luego iré a por éste.
En fin, querida, peligrosa como siempre 😀
Un besico
Icíar, si llegas algún día hasta este libro, espero que te diga tantas cosas como a mí. Y de entrada veo que regresarás a Ibsen, bien querida, muy bien.
Un besico amiga!