Purgatorio, de Tomás Eloy Martínez
La espera de un amor que nunca fue superado se transforma en la agonía diaria de no poder haber dicho adiós, de no entender las razones ni las circunstancias de la separación. Del dolor que se estaciona dentro de uno para continuar con una espera que parece inútil si la otra persona decidió decirle basta a ese sentimiento que los unía. Flotan las preguntas y se enumeran hipotéticas respuestas. Sin embargo, esperar a una persona que desaparece de un momento a otro, que el Gobierno de tu país te lo arrebata por las condiciones políticas y la espera que se tiñe de esperanzas y hace posible despertarse cada mañana. Eso es la novela Purgatorio de Tomás Eloy Martínez.
Simón Cardoso, el esposo de Emilia Dupuy, desaparece durante la Dictadura de 1976 en la Argentina. Décadas después, Emilia escucha a alguien hablar en una cafetería de New Jersey. Sabe que es él, podría reconocer esa voz y esa forma de expresarse en cualquier parte del mundo. Es su Simón, de quien fue separada sin entender por qué, sin saber cuáles fueron los motivos y sin posibilidades de despedirse ni de superar un amor que permaneció allí.
El repaso de la historia de estos dos cartógrafos y de cómo se enamoraron, el contexto de la dictadura que involucra a la familia Dupuy y la exasperación de Emilia al ver que Simón sigue igual a pesar de los años. Todo aquello que tiene que re-pensar por los años perdidos: ¿Dónde estuvo? ¿Sigue amándola? ¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué puede perdonar ella y que no?
Es el autor el que cuenta las percepciones que le producen las historias que le cuenta Emilia. Y ese reencuentro inicial se extiende durante las casi 300 páginas de esta novela sin ser percibido mientras el lector se zambulle en una historia de amor truncada por el momento socio-político de un país.
Había querido leer esta novela de Eloy Martínez desde que fue publicada. Ya una vez me había cautivado con un libro que respira la cultura de la ciudad de Buenos Aires y me intrigaba saber cómo se referiría a este pedazo de la historia argentina. El resultado es la nostalgia de los argentinos acentuada por el dolor que nace de un contexto socio político que marcó a toda una generación y a las que le siguieron. Es una melancolía en los dedos de Eloy Martínez que, como narrador, no tiene desperdicio alguno.
Purgatorio es la posdata de una época, de una historia de amor que resultó trágica desde que Simón es apresado. No hay respuestas, no hay información alguna. Se desvaneció y detrás quedó una mujer enamorada, quien espera y espera. Pasan las décadas y ella lo espera. Hasta que lo oye y es la espera de volver a oír a esa voz que la mantiene a ella en ese estatus que mezcla inercia y continuidad para seguir adelante en la vida. Como la de Emilia, hubo historias así en la Argentina.
Tomás Eloy Martínez exploró esa etapa de la historia de su país, que abandonó justamente en esa época. Quizás una cuenta pendiente que decidió saldar a través de Emilia y Simón, de la continua lucha de ella. Y pagó esa deuda con su narrativa pausada, pre meditada y atractiva.
Rosario Arán (rosearan@librosyliteratura.es)
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