Pues sí, nenes, ya está aquí. Ya ha llegado. Parece mentira, pero el tiempo vuela cual velocista escarlata y ha pasado un año, mira por donde, y ya tenemos aquí el otoño con sus castañas desperdigadas por el suelo, su clima indeciso y traicionero, sus catarros barriobajeros, su sutil cambio de hora, su vendimia embriagadora y también sus hojas muertas y medio pudriéndose aunque con el buen gusto de ir alfombrando de color la vida callejera y campera con sus tonos ocres y dorados. Incluso he podido ver turrones y mazapanes al recorrer los pasillos laterales de conocidos centros de abastecimiento y engorde humano industrializado. Pero todo esto no sería lo mismo si faltaran Libros y Literatura y el premio gordo, y no hablo del de Navidad, sino del Planeta, el premio literario más polémico, (amañado según mucha gente) y que más pastaca suelta después del Nóbel (601.000 euros para la obra ganadora y 150.250 euros para la finalista) que siempre, caiga quien caiga, se concede cada 15 de octubre. En esta ocasión, además, cambia el escenario y, en lugar de celebrarse en el Palau de Congressos de Cataluña, la gala se traslada al Museu Nacional d’Art de Catalunya.
Este año a la edición del LXVIII , a uno del número cochinote, se han presentado en vano 564 originales de todo el mundo. La alineación del Jurado del premio no presenta novedades (para que cambiar si funciona y no hay bajas), y lo componen el equipo titular de siempre: Alberto Blecua, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Belén López, directora de Editorial Planeta.
En cuanto a la procedencia de las novelas participantes es, también como siempre muy variada y vienen de toooodo el ancho mundo. Todos quieren llevarse la panojita fresca, pero solo puede quedar uno, como los inmortales: además de las 306 de España, destacan América del Sur (89 obras), América del Norte (46), América Central (19) y el resto de Europa (22).
Por supuesto, ¿cómo no? (¿sino a qué viene esta entrada en el blog?) este año también estará Libros y Literatura. No sería lo mismo de no ser así: se perdería parte de la esencia y eso es un hecho que todos conocen, valoran y aprecian y volveré a ser yo quien informe in situ, –y de nuevo mediante los correspondientes destripes–, de ganador y finalista antes de que se hagan oficiales los nombres. Porque sí, porque es algo que en LyL nos tomamos muy a pecho, porque nos pide caña el cuerpo y porque queremos darla también. Porque nos gusta la emoción y el peligro, alimentar las redes y alimentar a la bestia. Jugárnosla, vaya. Por eso, si algo sucediera, recordadme como lo que soy. Un héroe.
2 comentarios en «Que empiece la cuenta atrás para la orgía literaria de los LXVIII Premio Planeta»