Queen en 3-D, de Brian May

Queen en 3DQueen es la mejor banda de rock de todos los tiempos y Freddy Mercury es el más grande. En mi opinión, claro. Y, bueno, en la de millones de personas también. Por eso, no es de extrañar que más de veinte años después de la muerte de Mercury, aún escuchemos su voz casi a diario. Las canciones de este grupo británico aparecen en anuncios y películas y provocan que miles de personas entonen al unísono con solo escuchar los primeros compases de We Will Rock You, We are the champions o Bohemian Rhapsody. Esta última es mi canción favorita, por si había alguna duda; soy una fan de Queen muy típica, lo sé.

Queen no pasa de moda y sigue ganando seguidores, generación tras generación. Y es normal que cuando sale un libro como Queen en 3-D, que lleva como subtítulo «Un retrato íntimo de la legendaria banda de rock a través del objetivo de Brian May», a los fans de hoy y de siempre se nos haga la boca agua. También habrá escépticos que piensen que es un producto sacado de la manga para seguir generando ganancias y que eso del 3-D es la última chorrada que se les ha ocurrido para que parezca que este libro aporta algo nuevo. Incluso a mí se me pasaron esos pensamientos por la cabeza. Pero ¡era un libro de Queen!, así que iba a descubrirlo de primera mano.

Fue una agradable sorpresa saber que lo de las fotos en 3-D no era una ocurrencia de los de marketing, sino que Brian May, el mítico guitarrista de Queen y autor de este libro, es un verdadero fanático de las cámaras estereoscópicas desde la infancia. Precisamente este libro ha sido la excusa perfecta para reunir las fotografías que tenía guardadas en un cajón, la mayoría de ellas realizadas entre los años setenta y noventa, durante las giras y conciertos del grupo. Tal es su pasión por la fotografía que dedica varias páginas a hablar de los diferentes tipos de cámaras, enfoques y demás aspectos técnicos, además de mostrarnos sus primeros pinitos haciendo fotos estereoscópicas, lo que nos sirve para pillarle el truco al visor OWL, incluido en la contraportada, con el que debemos mirar las fotografías para captar el efecto 3-D. Reconozco que a mí me costó un poco y que con algunas fotos me resultaba mucho más fácil que con otras, pero cuando conseguía verlas en 3-D, el resultado era asombroso.

Sin embargo, eché de menos que Brian May se mostrara más cercano en su discurso. Si bien es cierto que cuenta algunas curiosidades y anécdotas, como quién de ellos diseñó el logo, cómo trabajaban entonces con las emisoras de radio, lo que les costó generar ingresos y cubrir deudas o las tensiones que surgían entre ellos en los momentos creativos, e incluso se moja en un par de temas políticos y sale en defensa de los animales, no acaba de abrirnos su corazón para saber, de verdad, cómo vivieron aquellos años que los convirtieron en leyendas de la música. ¡Hasta aprovecha varios momentos para hacer publicidad de su negocio de réplicas de sus guitarras y de su empresa de fotografías estereoscópicas! De ahí que este libro no me parezca la forma ideal para conocer en profundidad a los miembros del grupo. Para ello, son mucho más indicados documentales como Days of our lives o The show must go on, que desde aquí recomiendo.

En Queen en 3-D, vemos a Brian May, Roger Taylor, John Deacon y Freddy Mercury delante y detrás de los focos, como reyes del escenario y como unos amigos que se reúnen un fin de semana cualquiera, y eso es lo que le da ese toque íntimo a este libro: muchas de esas fotos no servirían para ser incluidas en una revista, porque no muestran a las estrellas de rock, sino a los seres humanos que se escondían bajo sus excéntricas vestimentas glam. Brian May nos hace así un regalo muy personal: compartir sus fotos más queridas de aquellos años que le cambiaron la vida y en los que ellos cambiaron la historia del rock. Y yo, como buena fan de Queen, no puedo más que agradecérselo.

 

Deja un comentario