Nunca me había parado a pensarlo, pero el argumento de las novelas de suspense psicológico es siempre simple: alguien desaparece o es secuestrado, asesinado, maltratado… Y nuestro objetivo a lo largo del libro es descubrir quién ha sido el culpable y los motivos por los que lo ha hecho. Sin embargo, son algo más complejo que esto, ya que el desarrollo y el final siempre son algo mucho más enrevesado. Sobre todo por la psicología de los personajes, todo un misterio (o debería serlo…) para el lector.
Y eso me he encontrado en esta. Nunca había leído nada de Charlotte Link, pero echando un vistazo a varias de sus entrevistas, antes de leer este libro, me encontré con que es una autora a la que le gusta que los lectores empaticemos con sus personajes, que pensemos que lo que les ocurre a ellos podría ocurrirnos a cualquiera de nosotros el día menos pensado. Y lo verifiqué cuando terminé de leer la novela.
Link se centra en sus personajes, otorgándoles la mayor importancia de todas sus historias. Al menos en esta, me he encontrado con que profundiza en ellos hasta la saciedad. Escarba en sus sentimientos, deseos, motivaciones y miedos más profundos; y creo que esto le da un toque real a la novela. Además de que es lo realmente aterrador, hasta dónde somos capaces de llegar cuando tenemos miedo, cuando nos jugamos todo lo que nos importa en la vida…
Y por esto creo que la autora ha creado una historia que funciona a todos los niveles. Y es que también aborda en otros temas que me han parecido realmente interesantes, como en los límites del amor. Y me diréis: ¿Acaso hay límites en el amor? No. Sin embargo, cuando terminas de leer este libro, te das cuenta de que quizás debería haberlos. Pese a sentir que he empatizado con los personajes, eso no significa que a veces no me hayan repugnado. Sobre todo los principales, son personas con pasados difíciles y presentes aún más complicados, incapaces de enfrentarse a los problemas de la vida. Y esto a veces me ha resultado difícil, al sentir pena por ellos.
Sin embargo, y centrándome en otros aspectos de la novela, me ha sorprendido el ritmo, algo lento al principio pero que, a medida que avanzaba con las páginas, va acelerando y me moría de ganas por saber todo lo que ocurriría al final. Sobre todo cuando la narración se va centrando en varios personajes, incluso algunos desconocidos por el lector y que apenas salen en uno o dos capítulos, dando un sentido general a ciertos aspectos de la trama. Esto aguarda alguna que otra sorpresa y le añade intriga a la historia, haciendo que se lea de una sentada. Además, trata el tema de la trata de blancas, algo que no está a menudo muy tratado en la literatura y que ha llamado mucho mi atención.
De quién te escondes me ha parecido una lectura adictiva y muy interesante, ya que no solo entretiene y cumple con una de las reglas con las que deben cumplir todos los libros, sino que también anima a la reflexión sobre los límites del ser humano. ¿Hasta dónde llegamos por amor? ¿Qué somos capaces de hacer en las situaciones límite, cuando nuestras vidas o las de nuestros seres queridos corren peligro? Es algo sobre lo que me ha hecho pensar esta novela, incluso aun habiendo finalizando la lectura.
Esto es lo que tienen los libros con los que consigues conectar, que te hagan pensar en ellos incluso después de haberlos leído. Y esto no me ocurre muy a menudo, solo con algunos libros, y creo que esto los convierte en especiales. Seguiré leyendo, en cuanto tenga oportunidad, más historias de Link, ya que no parece ser de esas autoras que decepcionan. En absoluto.