¡Quiero volar!, de Pere Duch, Adrià Duch, Jènifer Solsona y Adriana Santos

¡Quiero volar!¿Habéis soñado alguna vez que voláis? Para mí es uno de los mejores sueños del mundo mundial. Hace ya tiempo que en mis sueños no vuelo, pero las veces que lo he soñado me lo he pasado de maravilla. He visto ciudades desde el cielo y he sentido ese cosquilleo en el estómago mientras volaba y volaba. Eso sí, siempre que sueño que vuelo tengo que mover mis brazos como si fueran alas. Por eso creo que en alguna otra vida he debido de ser un pajarillo y aún me queda ese sentimiento por ahí.

A la niña protagonista de este cuento, ¡Quiero volar!,  le sucede lo mismo que a mí: le encanta volar. Eso sí, si yo me limito a hacerlo en sueños o, como mucho en avión, ella lo que quiere es volar despierta. Desde que era bien pequeña Balma ha tenido el mismo deseo: volar y surcar los cielos. Por eso disfruta tanto observando a los pájaros con sus prismáticos y viendo documentales sobre animales que vuelan. Esos animalitos tan libres le fascinan. Cuando en el cole le hablaron de Leonardo Da Vinci, Balma alucinó. ¿Así que había un inventor que había querido crear algo para que las personas volaran? Sin duda ella tenía que seguir el trabajo de Leonardo, así que se puso manos a la obra.

Y así lo hizo, Balma ideó y construyó muchos tipos de aparatos voladores, pero, a pesar de que lo intentó con todas sus ganas, ninguno funcionaba como ella quería. O, más bien, ninguno servía para volar. Desesperada, un día en la playa tuvo una revelación: ¡las cometas! Esos aparatos sí que podían volar bien alto y libres en el cielo. Balma empezó a construir cometas y cometas hasta que por fin logró hacerlas a la maravilla. Eso sí, después de hacerlas volar por el cielo ella siempre las dejaba libres, como esos animales que tanto le gustaban. Aunque hay un secreto: Balma siempre deja una nota en cada cometa que libera. ¿Queréis saber cuál es el mensaje que Balma deja en sus cometas? Entonces tenéis que estar muy atentos al cielo, a ver si conseguís encontrar una de sus cometas o… también podéis leer ¡Quiero volar!, un libro divertido, con unas ilustraciones preciosas y con un mensaje tan libre y bonito como las cometas que crea Balma.

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