Qwerty Vintage, de Rafael Sarmentero
Tiene Qwerty Vintage un cierto toque de originalidad, un algo de experimento, en su planteamiento que aumenta su atractivo, aunque al final ante lo que estamos en este libro de Rafael Sarmentero es ante una buena historia. Tiene varios aciertos destacables, y tengo la sensación de que el autor los plantea como juegos con el lector. El primero de ellos, por orden de aparición, es el de la apariencia de realidad en relación a la “singular ortografía del texto original”, ortografía que puede resultar incómoda pero que se mantiene “por expreso deseo del autor” y porque, además, no podría ser de otra manera tratándose de una historia ambientada como lo está Qwerty Vintage desde el propio título. La segunda es la a mi modo de ver brillante utilización de los títulos como parte de la experiencia lectora, como un personaje vivo que evoluciona con la historia y que forma parte, e importante, de ella.
Tanto Qwerty como Vintage son alias, nicks que identifican a usuarios de ese mundo virtual en constante campaña electoral de si mismos que son los chats. Es cierto que hay una buena historia en este libro, ya lo dije, pero no es menos cierto que hay una reflexión sobre la realidad y la apariencia, sobre el valor de la mentira en un mundo que por definición es falso, sobre la relación entre persona y personaje y sobre la consideración que merece la mentira cuando su probabilidad es aceptada por todas las partes.
El otro aspecto de esta novela de Rafael Sarmentero es, por así decirlo, el policiaco. Porque es una historia con crimen pero planteado de tal forma que aparece lentamente y está envuelto, como toda la historia, en tal juego de mentiras que resulta sorprendente y muy bien resuelto, además. Comprenderán que sobre esto, dado que no hay mayordomos a los que culpar, guarde un prudente silencio y permita que averigüen por ustedes mismos lo que quiero decir.
Una cuestión que no quiera dejar de destacar es la capacidad del autor para crear voces muy diferenciadas e identificables. Tanto Qwerty como Vintage serían perfectamente reconocibles aunque no estuvieran debidamente identificados en el texto, que sí lo están, aunque el catálogo de méritos no se agota con lo dicho, no podría cerrar esta reseña sin hacer mención a la notable agilidad, al ritmo de esta novela de Rafael Sarmentero.
Andrés Barrero
andres@librosyliteratura.es
@abarreror
No me sonaba de nada, ni siquiera el autor… Pero me la llevo apuntada, que no tiene mala pinta.
Besotes!!!
Gracias, Margarita. Seguro que pasas un buen rato si al final lo lees.
Un abrazo