Rapsodia gourmet de Muriel Barbery
La gastronomía francesa es la mejor, dicen los que saben. Pensamos en Francia y no podemos dejar de asociar los sabores, los platos exquisitos que allí se inventan y los paladares finos que invierten montones de euros en ingredientes utilizados por los mejores chefs del mundo. En ese ámbito, se mueven los críticos de la gastronomía que luego posicionan (o mandan a la guillotina, para seguir en este contexto francés) a los restaurantes en distintas categorías, recomendándolos o defenestrando el trabajo de todo un equipo que se mueve en la cocina. Muriel Barbery toma como base este mundo para escribir su Rapsodia Gourmet.
Pierre Athens es su Majestad para la gastronomía. Es el crítico que todos quieren complacer, a quienes todos quieren agradar, de quien quieren aprender e inevitablemente todos quieren conocer. Pero ser una eminencia no significa ser inmortal y Pierre va a morir.
Sabiendo que le quedan pocas horas de vida, Pierre busca un sabor único que se le ha quedado estancado en la memoria gustativa. En una división por capítulos relacionados a la comida (sus momentos, los ingredientes, la parte en que se divide una cena), vamos conociendo un poco más a este personaje. Sin embargo, no sólo él nos lleva a su infancia y a sus múltiples experiencias con los sabores. Están presentes las voces de quienes lo idolatran, quienes lo detestan, personas que pasaron brevemente por su vida, algunos que han tenido peso, otros que opinan porque lo conocen desde una privacidad distante e incluso, hasta el gato opina sobre el mejor crítico de gastronomía del mundo.
Así se construye un personaje en función a una verdadera rapsodia de un hombre tan particular y hasta superficial. Dudamos en quererlo u odiarlo. Pero ahí está, arrojado por Barbery ante nuestros ojos de lector, comprando lo que nos cuentan sus familiares sin tapujo alguno o dejándonos guiar por los recuerdos de aquello que probó a lo largo de su carrera como crítico.
Barbery había ya mostrado cierta excentricidad a la hora de crear personajes complejos que se demuestran simples de forma desinteresada en su novela La elegancia del erizo. De algún modo, la fórmula para centrarnos no tanto en una historia sino en el lado oculto de un personaje se repite siguiendo una línea narrativa que hace a su lectura muy identificable. Leemos y reconocemos elementos de la biografía de los protagonistas.
Nuevamente he disfrutado leer a Barbery por la sencillez que hace girar en torno a personajes cargados de características poderosas. Hay una dicotomía en ellos que me atrae junto con las percepciones sobre elaboradas que generan. Las emociones de ellos son más simples que lo que el mundo alrededor de ellos juzga y siente.
El guiño absoluto de esta novela es el contexto en el que bailan todos. La excusa de la cocina francesa, un crítico gastronómico y tantas voces opinando para reducir las últimas horas de vida a un sabor simple. Rapsodia gourmet es lo suficientemente original y humana para dejarnos un lindo sabor en la boca.
Rosario Arán (rosearan@librosyliteratura.es)
Tw: @rosearan