Recomendaciones de libros en Onda Vasca 17
La infancia siempre me ha creado una adicción que se acerca mucho a la obsesión. Aquellas historias en las que los protagonistas son los niños tienen ese aire de ingenuidad y de realidad más pura que se pueden encontrar. Y es curioso, porque en el cine, a mí, y si la película es de terror, me producen un desasosiego feroz. El caso es que, tras mucho pensar y dilucidar sobre qué hablar hoy en la radio, me puse manos a la obra y pensé en aquellas novelas que, protagonizadas por niños, me habían tocado alguna fibra que no sabría muy bien definir, y que se han convertido en uno de esos lugares donde muchos otros lectores deberían pasar alguna vez en su vida. Porque la infancia ha sido parte de todos y, en ocasiones, regresar a ella nos hace reencontrarnos con nosotros mismos.
Así que aquí estoy de nuevo, un sábado más, hablando al micrófono y contando qué dos recomendaciones debéis llevar con vosotros bajo el brazo, como si fueran un regalo, incluso regalarlos a aquel que queráis más, porque son como un pequeño tesoro que sólo producen una reacción: satisfacción. Son historias que se mantienen vivas a pesar del tiempo que pasa, a pesar de los minutos que se amontonan a nuestras espaldas, a pesar de los segundos rápidos que se pierden en los caminos de la vida. Sólo nos queda entonces, desvelar los dos nombres.
La primera de las recomendaciones es Cuando yo tenía cinco años, me maté de Howard Buten y que se ha convertido en una de las novelas del año que ha pasado. Uno de esos descubrimientos que uno siempre está orgulloso de encontrarse. La segunda de las recomendaciones es La lección de August de R. J. Palacios y que ha contribuido a que los niños especiales lo sean todavía más.
Como veis, dos historias llenas de ternura, pero también de dureza, que cautivarán los corazones de aquellos que son capaces de emocionarse con la lectura.