Hace ya dos años que le dediqué una reseña entusiasta a Los 65 errores más frecuentes del escritor, de Silvia Adela Kohan, y desde entonces no he dejado de recomendarlo a todo aquel que me ha preguntado sobre libros de escritura, pues, de los que llevo leídos, es el que me ha parecido más enriquecedor. Por eso, en cuanto vi que la editorial Alba sumaba otro libro de Silvia Adela Kohan a su colección de Guías + del escritor, me lancé a leerlo.
El libro en cuestión es Recursos de estilo y juegos literarios, y por si este título resulta demasiado academicista, va acompañado del subtítulo «Cómo dar más fuerza y brillo a tu escritura», mucho más motivador. En él, Silvia Adela Kohan sigue el mismo patrón que en el anterior manual: explicaciones claras, ejemplos a través de fragmentos de obras de grandes autores y ejercicios creativos para plasmar lo aprendido. Lo que más me gustó de Los 65 errores más frecuentes del escritor fue lo práctico que era, sin embargo, Recursos de estilo y juegos literarios lo considero más teórico, con los pros y contras que esto conlleva.
Hablemos de los pros. Primero: la principal virtud de Recursos de estilo y juegos literarios es que invita a la reflexión; nos hace tomar conciencia de la riqueza del lenguaje, de su poder evocador, a través de las figuras retóricas. Segundo: nos culturiza lingüística y literariamente. Por un lado, por el repaso que Silvia Adela Kohan hace de la inmensa variedad de recursos literarios y juegos creativos, explicándonos qué son y para qué sirven cada uno de ellos; aunque algunos tienen nombres tan impronunciables (jitanjáfora, gíglico, pangrama) que es difícil retenerlos en la memoria; y por otro lado, por la gran cantidad de escritores y novelas que menciona, haciendo que nuestra lista de lecturas pendientes aumente hasta el infinito. El tercer pro es que nos ayuda a analizar nuestra escritura. Tras leer sus explicaciones y ver cómo los maestros de la literatura crean suspense, ritmo narrativo o emoción a través de recursos de estilo, podemos volver a nuestros textos y revisar si nosotros estamos utilizándolos en el momento adecuado o explotando todo su potencial. Además, los ejercicios que propone Silvia Adela Kohan —que ella misma ha llevado a la práctica, como demuestra en las últimas páginas del libro— son un buen acicate para despertar la creatividad de los lectores escritores.
¿Y los contras? Pues es básicamente uno: igual que animo a leer Los 65 errores más frecuentes del escritor a todo el mundo, no me atrevería a recomendar Recursos de estilo y juegos literarios a cualquiera. Profundiza tanto en el andamiaje técnico que hay detrás de todo buen libro que, tal vez, a muchos se les haga cuesta arriba. El último manual de Silvia Adela Kohan es mucho más denso, por lo que puede que asuste a los escritores que estén dando sus primeros pasos. No obstante, gustará a los que están deseando profundizar en la técnica para convertirse en expertos.
«La escritura saca a la luz eso que uno no sabía que sabe. Proporciona los medios para descubrir el mundo y descubrirte en él. Y de allí nace el libro con alma», dice Silvia Adela Kohan para poner punto y final a su libro. Y yo también escojo esa frase para concluir esta reseña, porque creo que resume a la perfección el objetivo que esta filóloga y profesora de escritura creativa persigue en sus manuales y talleres. Como los libros están cada vez más faltos de alma, no me cansaré de reivindicar a Silvia Adela Kohan y a todos esos autores que nos animan a recuperarla.
Yo leí Escribir una novela de Silvia Kohan y me gustó muchísimo. Compré el libro de puntuación y no me gustó, esperaba otra cosa más allá que una lista.
Cada tema es un mundo y no de todos se puede sacar mucho jugo.