Reflejo en el ojo de un hombre, de Nancy Huston
Traducción de Noemí Sobregués
Seleccioné esta lectura con toda la ilusión del mundo. Hacía mucho tiempo que no me sumergía en un ensayo feminista o sobre el feminismo, porque eso es lo que yo esperaba encontrar en este libro de Nancy Huston; y suponía que dado el cambio que ha ido experimentando nuestro mundo, fundamentalmente el occidental, habría que ver en qué es en lo que hoy ha evolucionado también el pensamiento feminista.
Como muchos ya sabrán, Nancy Huston es una conocida novelista, ensayista, música, guionista y actriz, nacida en Canadá en 1953, si bien, desde que tenía unos 20 años, y tras su paso por EE UU, se trasladó a Francia donde sigue residiendo. Una mujer muy comprometida con el mundo feminista y la defensa de los derechos de la mujer (Que creo yo que es básicamente lo mismo pero así se suele poner en las biografías ¿?) Y para aquellos que les gustan los pequeños detalles puedo añadir que está casada con Tvetan Todorov, un intelectual francés de origen búlgaro (esto es para aquellos o aquellas que crean que las feministas son unas tías raras que odian a los hombres y que nunca se casan 🙂 )
Al iniciar la lectura descubro rápidamente que el libro me hablará de cosas que yo daba por superadas, aquello de que los seres humanos estamos programados para reproducirnos y que es por ello que la seducción y la coquetería juegan un papel esencial. Y desde esta afirmación, Nancy Huston nos ofrece sus argumentos sobre las tensiones introducidas en la sexualidad, en los países occidentales, por dos fenómenos contemporáneos: la fotografía y el feminismo.
De entre los muchos calificativos que podrían acompañar a mi sensación durante la lectura de este libro, creo que el más prudente sería, quizá, “perturbadora”. Sí, parece que cuando ya se tenían asumidas ciertas cosas como que todas las diferencias entre hombres y mujeres son el resultado de construcciones sociales, reaparecen los viejos demonios animales y hormonales que prevalecen y que pudieran hacernos pensar que a más cultura tan solo encontraremos mayor capacidad de represión… Han resultado ser temas delicados, de los que necesitas comentar conforme los vas leyendo, debatir, confrontar, pero la lectura es un acto íntimo y personal, y en alguna ocasión e libro salió volando por encima de la mesa, pero siempre caía, curiosamente, sobre la protegida base de algún sillón 😛
Yo no sé si a estas alturas hemos de regresar, como hace la autora en Reflejos en el ojo de un hombre, a las cuestiones de las teorías de género. El hombre es pura hormona y la mujer un recipiente sagrado …
“Las feministas biempensantes que niegan la naturaleza humana cometen una estafa intelectual. La diferencia fundamental entre los sexos es la maternidad y la testosterona. Los hombres son infieles por naturaleza, las mujeres lo son menos porque seleccionan mucho los genes que necesitan para procrear.”
Y leído hasta ahí, parece una cosa pero si uno no desespera la autora sigue y se explica:
“Para atenuar esa diferencia todo lo posible, hace falta más igualdad. ¿Pero qué hacemos con los chicos entonces? Si se ocuparan más de los hijos y de la casa, sin duda habría menos prostitución. Si cuidaran a sus hijas, no se irían a follar con las hijas de los demás”.
Pero hay otros momentos en los que hemos coincidido, porque aun sabiendo que Simone de Beauvoir, otra mujer de lo más interesante, dijo que “no se nace mujer”, debo coincidir con Nancy Huston en que el sexo determina una serie de actitudes que es inútil negar. No creo que ni una ni otra deban generalizar, la educación y la sociedad moldean pero no podemos negar ese algo más al que hace referencia la autora. En cualquier caso Hay que entender que se habla de igualdad de derechos y deberes y no de una igualdad absoluta.
“Las feministas siempre han considerado que las mujeres son “obligadas” por el hombre a ponerse guapas, y eso les parece mal. Pero la coquetería y la seducción son universales. Actúan como motor de la reproducción, y el 80% de las mujeres que nacen tienen hijos. No sirve de nada negarlo. La igualdad está muy bien, pero para conseguirla es necesario saber que hombres y mujeres parten de lugares distintos, y que mientras nosotros negamos esas diferencias, el capitalismo las exacerba con toda tranquilidad”
A saber: “La mujer es el origen del mundo, y el hombre siempre ha tendido a reglamentar su derecho de posesión sobre la mujer”, nos dice Huston. “Pero con la llegada de la fotografía y el cine la relación cambió de una forma espectacular. Las mujeres comenzaron a querer ser como las actrices de las películas y las modelos, a querer tener ropa bonita y a estar guapas, y el capitalismo aprovechó para desarrollar varias industrias millonarias: la de la belleza y la moda, la de las dietas, los fármacos y la cirugía estética, y, sobre todo, las de la pornografía y la prostitución. Todo eso ha aumentado la vulnerabilidad del hombre ante la visión de una mujer bella, creando millones de adictos al sexo, y ha llevado a las mujeres a querer ser cada vez más guapas durante más tiempo, o a intentarlo al menos, maquillándose, operándose, rehaciéndose hasta el infinito”.
Como se puede observar en mis propias reacciones lectoras, será éste un libro que no dejará indiferente a ningún lector, un libro con el que podemos discutir porque la autora lo escribe desde la experiencia personal y la participación de amigos y conocidos, hecho que podemos poner en contraposición con nuestras propias experiencias.
Les dejo otro regalito del contenido del libro:
“Si la prostitución es un servicio esencial para la sociedad, debería haber un servicio nacional para las prostitutas. Deberían de jurar bandera, deberían de ser educadas y protegidas, y cuando las maten deberíamos hacerles funerales de Estado. Ahora son esclavas, y el 80% de las que trabajan en Francia son extranjeras y no tienen derechos”.
Y…
Dice la autora: “Yo odiaba a los hombres cuando era una adolescente. También detestaba la superficialidad, las compras y los escaparates. Ahora no veo al hombre como un opresor. Creo que la normalidad llega cuando se acaba la fertilidad y baja la testosterona. Ahí empezamos a ser iguales”.
Amén.
Susana Hernández
¿Sabes que tengo un libro de GalaxiaGutemberg también del marido, de Todorov, se llama “el miedo a los bárbaros”? Muy bueno, y una entrevista también tengo (donde tú ya sabes, jeje). En fin, tiene muy buen gusto tu escritora de hoy, y por lo que he leído, también él sabe escoger más que bien 😀
L fotografía, es verdad, que esto ha asfixiado o encrcelado aún más a la mujer en el ideal, porque encima ahora es un ideal irreal, ¡vaya locura! Y ¡otro tema!¿verdad?
Yo tambien pienso que hombre y mujer somos diferentes, basta tener hijos pra darse cuenta, y que la forma en que de forma natural se vive la sexualidad marca las relaciones, y también estoy con vosotras cuando se dice que negar esto es como estafar, porque es desde la toma de conciencia de este hecho desde donde se debiera construirse la mujer. No estoy tan conforme en que el hombre es infiel por natiraleza y la mujer no. Creo que los momentos son diferentes, puede que en el hombre sea más constante y en la mujer se tenga sus momentos, pero incluso aquí hay tema para seguir matizando, jeje, pero eso para otro momento, que ya ne doy cuenta que este libro da para mucho, Susana. Y me parece importante que parte desde la aceptación de nuestra difierente natraleza, la cual no creo aue haya que cambiar, sino enriquecer con otras cosas.
Y me voy, y si acaso vuelvo cuando haya leído este libro 😀
Buen fin de semana, y un abrazo
Este libro lo leerás, porque ya llevas mucho adelantado, conoces a Tvetan Todorov, su marido 😛
Sé que el tema te interesea y se nota en lo que has escrito aquí, pero además te conozco y no dejarás pasar por alto este estudio y reflexión que nos ofrece Nancy Huston…
Esta reseña es una avanzadilla de otro libro de una feminista mucho más radical que tu y yo, y que nuestra amiga Nancy.
Seguimos… (igual regreso a decirte más cosas jejeje)
Besicos !!!
AYYYY eso de verse a través de los ojos de los hombres y lo que la cultura dicen que debemos ser…es un libro muy interesante el que nos traes hoy por aquí…sin duda, da para muchas reflexiones y para que el hamster de la cabeza de varias vueltas a la rueda giratoria.
De momento, me lo apunto, pero no para leer pronto. Para cuando haya cosas más alegres en mi vida, quizás.
Ahorita necesito literatura de evasión, no de confrontación 😉
un beso,
Ale.
Está bien leer para evadirse cuando éste es el objetivo, y lo bueno de la lectura es que las tenemos casi para cualquier momento de nustra vida.
Pasa lo mismo a la hora de escribir, decía Auster que cuando estaba eufórico escribía cosas muy tristes para compensar…
Deseo de corazón que lleguen los día felices en que puedas meterte en lecturas de reflexión, y no porque me parezca mejor ni peor, sino porque quiero que seas feliz. 😀
Un fuerte abrazo!
Magnifico libro que demuestra que el punto de inflexion ya ha empezado, Prado Esteban en España empieza a decir cosas parecidas una cosa es luchar contra la injusticia y otra luchar contra la realidad
Es curioso t comentario, sobre todo porque hace algún tiempo sigo a Prado a través de su blog, y me parece su lectura de lo más interesante.
Muchas gracias por el comentario, Javier, porque con él podemos hacer llegar más gente a pensadoras españolas como Prado Esteban.
Un saludo!