Reseña del libro “Reflejos de Shalott”, de Gema Bonnín
Leer a Gema Bonnín siempre es un placer. Y esta es la mejor manera que se me ocurre de empezar la reseña.
Y es que es verdad: la descubrí hace unos años gracias a El jardín de hierro y desde entonces he estado muy pendiente de todas sus publicaciones. Y de esta, en concreto, más todavía. Os hablo del título Reflejos de Shalott, un libro muy especial que tiene como rama principal las leyendas artúricas. Pero vayamos por partes.
Cuando supe que el nuevo libro de Gema iba a adentrarnos en estas leyendas artúricas, me emocioné muchísimo. Es un tema que me encanta y del que últimamente leo cada vez que tengo oportunidad. Sin embargo, me daba miedo encontrarme más de lo mismo, más rey Arturo, más Excálibur y más Merlin. Y es cierto que me lo he encontrado. Pero no de la manera que esperaba.
Verás, Gema se centra en Elaine, la joven dama de Shalott que ha sido condenada a no poder ver jamás lo que el mundo exterior esconde. Por eso tiene un espejo, a través del cual contempla las vidas de las que jamás será partícipe, y esas vidas no son otras que las de la corte del rey Arturo. Por delante de nosotros pasarán personajes como el propio Arturo, Morgana, Lanzarote o incluso Tristán. Sin embargo, la autora se toma ciertas licencias para hacer la historia suya, tal y como explica en una muy necesaria nota de autora en la que, además, nos introduce el poema original de la dama de Shalott que se incluye al final del libro.
Y aquí es donde está el punto importante, eso que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir este libro: Gema hace un gran estudio de todas estas leyendas y decide, concienzudamente, con qué se queda y con qué no, qué mantiene y qué se inventa, qué protege y qué adorna. Y lo hace de una manera tan sutil y profesional que parece que lo que te está contando es la verdadera historia tal y como viene en los libros y poemas antiguos y, sin embargo, está haciendo un gran ejercicio de creatividad para contarnos de nuevo una leyenda que todos conocemos y que tanto nos gusta.
Reflejos de Shalott es una novela corta que se lee en un suspiro. En ella no encontraremos grandes escenas de acción ni un ritmo trepidante —cosas que ahora mismo están tan de moda—. En su lugar, hallaremos una historia cocinada a fuego lento, intimista, que ahonda en las relaciones y donde los personajes, más allá de lo que les pueda ocurrir o no, son los verdaderos protagonistas. Y esto puede sonar a perogrullada (¿quiénes van a ser los protagonistas si no son los personajes?), pero lo cierto es que muchas veces a los autores se les olvida este pequeño punto y pasan a centrar el protagonismo en las cosas que ocurren en vez de a quien le ocurre.
Quizás por eso me ha gustado muchísimo leer esta novedad de Nocturna, porque me daba la sensación de que los sentimientos, más allá de lo que estuviera ocurriendo en las diferentes leyendas que pasan por delante del lector, son lo verdaderamente importante. Y en un mundo editorial en el que esto a veces parece olvidarse, es algo que he agradecido muchísimo.
Leer a Gema siempre es soñar, es dejar volar la imaginación sabiendo que tengo una buena guía que me lleva de la mano por los lugares que ella quiere. Es viajar sentada en el sofá y vivir experiencias en mis propias carnes que otros vivieron antes que yo. Es magia. Así que, sí, leer a Gema siempre es un placer y ya estoy deseando descubrir a qué lugares me hará viajar en un futuro, espero, muy cercano.