Reseña del libro “Reina del grito”, de Desirée de Fez
Tengo una escena grabada del cine de terror desde muy jovencito y esta se ve solo a través de dos pequeños agujeritos en forma de ojos. Es lo que en el cine llaman plano subjetivo, cuando el espectador observa la escena desde el punto de vista del protagonista. En este caso, del malo de la peli. Se trata de La noche de Halloween de John Carpenter (1978) en la que Michael Myers, usando una máscara de payaso que cubre el objetivo de la cámara, nos permite observar sus actos a través de esos dos orificios. Es esta película mi favorita para la noche del 31 de octubre, no falla nunca. La decisión de utilizar esta perspectiva de cámara es un claro homenaje a Alfred Hitchcock que ya usara en Psicosis (1960), donde a través de los ojos de Norman Bates (Anthony Perkins) observamos el horror agonizante de su víctima, Marion Crane (Janet Leigh). En ambos casos, la escena es aterradora.
El cine de terror como ejercicio de catarsis queda más subrayado en estas dos películas por la decisión artística de situarnos dentro del acto violento y horroroso, cómplices de asesinatos brutales. No es que nos convirtamos en asesinos por estar en la visión del malo, es que precisamente a través de él podemos (o deberíamos) ser conscientes del mal que cometen y el horror al que someten a sus víctimas. Es decir, nos sitúa en un plano empático. El cine de terror como ejercicio de terapia y reflexión, algo que en un principio no solía ni plantearse salvo por ser mero entretenimiento. Y esto hace Desirée de Fez en su libro Reina del grito, un viaje por el cine de terror que le ha servido para encontrar recursos que expliquen sus propios miedos. Lo hace, pues, a través de esa misma cámara subjetiva para acercarnos diversas películas de miedo, aquellas que a ella le marcaron en diferentes momentos de su vida. Eso sí, invierte los roles y quien ahora lleva esa cámara no es el malo, sino ella misma, y nosotros, como lectores/espectadores, observaremos a través de dos agujeritos todos esos miedos.
Desirée de Fez es quizá una de las críticas de cine de género fantástico y terror más especializada de nuestro país, habitual en diversos medios de comunicación y festivales como el de Sitges. Decidió escribir un libro que aunara dos de sus preocupaciones: el ensayo del cine de terror y hacerlo desde una perspectiva personal. Así, surgió este Reina del grito que editó Blackie Books en 2020. Ella misma se une al club de scream queens, denominación que se emplea con las actrices de estas películas, perseguidas hasta el final por el mal y cuyo grito (o gritos) son la forma que encuentran para exorcizar sus miedos. En el recorrido que nos hace Desirée, veremos muchos de esos miedos femeninos explorados en la lista de películas de horror que a ella le sirvieron no solo para extraer la anécdota, sino como modo de encontrar recursos que explicaran esos temores. Miedo a caminar sola de noche, a no ser aceptada, al cambio de cuerpo con el paso de la edad, a fracasar como hija, peor aún como madre, a la pérdida, a no estar a la altura de la presión social que la rodea.
Destaco en este libro las dos lecturas que se extraen de él: por un lado, la exploración del horror y el análisis del cine de terror, sin convertirse en un muestrario de reseñas cinematográficas. Sin duda, hace las delicias de los que gustamos de este tipo de pelis y nos ayuda a acercarnos al videoclub (bueno, no seré tan purista, a la biblioteca o webs de cine) para hacerse con un buen alijo de pelis que ver, por ejemplo, en este mes de octubre tan brujo. Por otro, la visión feminista dentro de un mundo principalmente masculino. Desirée se ha movido siempre en este entorno y sabe de sobra lo que se cuece dentro, por eso cobra especial importancia la mención a autoras que, desde luego, llegaron mucho antes que los Sitges, Nocturna, cientos de revistas de horror o productoras o editoriales del género como Mary Shelley, Daphne du Maurier o Shirley Jackson, pero que a veces quedan relegadas y ocultas. Lo femenino en el cine o literatura de terror no queda solo en la protagonista que sufrirá la violencia y será perseguida, no serán solo las actrices a las que, dicho sea de paso, amamos todos los espectadores por igual. Las Janet Leigh, Shanon Tate, Isabel Adjani, Marilyn Burns, Jamie Lee Curtis, Heather Langenkamp, Neve Campbell…y muchas más se unen en un acto de sororidad con las nuevas voces, cineastas que exploran el terror con una visión alternativa a la hegemónica implantada por los hombres a lo largo de la historia de este género.
Reina del grito es, creo, un libro que abre la puerta a muchos otros libros que exploran de un modo u otro esos miedos femeninos. De hecho, me sirvió como punto de inicio de un club de lectura que abarcaba esta temática. Algunas de esas lecturas fueron Tienes que mirar, de Anna Starobinets (Impedimenta, 2020), Muro fantasma, de Sarah Moss (Sexto Piso, 2020), Rosemary’s Baby, de Ira Levin (B de Bolsillo, 2018) o la reciente Club de apoyo para Final Girls, de Gary Hendrix (Minotauro, 2022) donde en claro homenaje a las pelis slasher, un grupo de mujeres se reúnen semanalmente para hacer terapia por el trauma que les dejaron tras haber sobrevivido a su asesino. Lo dicho, mes de octubre, mes brujo con Halloween a la vuelta de la esquina, momento ideal para hacerse con la lectura de este libro y dejar que Desirée nos guíe a través de esa cámara subjetiva, de esos pequeños orificios en forma de ojos que cubren el objetivo de la cámara, para repasar el cine de terror con su personalísima visión.