En el anterior capítulo del recopilatorio de premios, hablamos de los premios entregados por las editoriales más prestigiosas de nuestro país. Estos premios sirven para dar un empujón, sobre todo económico, al escritor galardonado, pero los premios de los que hablaremos ahora, sirven para poner en la historia de la literatura a los que tienen el honor de ser elegidos.
A nivel nacional, todo escritor hispanohablante sueña con ser galardonado un año con el Premio Cervantes, otorgado por el Ministerio de Cultura. Este premio viene a reconocer “la labor creadora de escritores españoles e hispanoamericanos cuya obra haya contribuido a enriquecer de forma notable el patrimonio literario en lengua española”. Este año, el elegido ha sido el escritor catalán Juan Marsé (Barcelona, 1933), “por su decidida vocación por la escritura y por su capacidad para reflejar la España de la posguerra”, según el jurado de dicho premio.
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Juan Marsé forma parte de la generación de los 50, o Escuela de Barcelona, junto a otros galardonados del premio Cervantes como Rafael Sánchez Ferlosio o Antonio Gamoneda. Marsé, de 76 años, pone con el Cervantes un broche de oro a un palmarés envidiable, que cuenta, entre otros, con el Premio Planeta (1978), el Ateneo de Sevilla (1990), el Premio de la Crítica (1994 y 2001) o el Premio Nacional de Narrativa (2001). Entre sus más de veinte obras, muchas de ellas adaptadas al cine, destacan “El embrujo de Shanghai” (1993), “Si te dicen que caí” (1973) y su obra maestra, “Últimas tardes con Teresa” (1966).
Como viene siendo tradición, los galardonados españoles se intercalan con los latinoamericanos, por lo que será uno de estos últimos el elegido como nuevo premio Cervantes en las próximas semanas, para ser galardonado en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares el 23 de abril de 2010.
Siguiendo con premios literarios de gran importancia, hablaremos ahora de otro premio español con más proyección internacional que el Cervantes. Es el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, que este año ha reconocido la labor literaria del albano Ismail Kadare (Gjirokastra, 1936), por su “belleza y hondo compromiso en su creación literaria”.
Ismail Kadare, de familia musulmana, es uno de los escritores más conocidos de su país, y sus obras han sido traducidas a más de cuarenta idiomas, cultivando no sólo la novela, sino también el ensayo y la poesía. Su lucha contra el totalitarismo del sistema político albano, reflejado en sus novelas, le obligó a pedir, desde 1990 a 1999, asilo en Francia, país donde actualmente vive la mayor parte del año.
Entre sus obras más importantes, destacan “El palacio de los sueños”, “El accidente” y “El general del ejército muerto”.
Y terminamos está segunda parte de premios 2009, con el premio de premios, el más importante dentro y fuera de nuestras fronteras, aunque, según los expertos, no el más justo de ellos. Es el Premio Nobel de Literatura, entregado por la Academia Sueca a la rumano-alemana Herta Müller (Nitzkyndorf, 1953). La Academia del país escandinavo, en el disparadero por la calidad de sus últimas elecciones, destaca de Herta “la concentración de la poesía y la franqueza de su prosa, que describe el paisaje de los desposeídos”.
Su obra, igual que la de Kadare, está muy comprometida políticamente, este vez ante el régimen opresor e intolerante del comunista Ceacescu, lo que le valió la prohibición de sus obras en su propio país. En 1987, Müller se instala en Alemania, donde su obra goza de un gran reconocimiento. En España, su galardón ha pillado por sorpresa a todo el mundillo editorial, ya que, a día de hoy, sólo la Editorial Siruela tiene en catálogo dos de sus obras, “El hombre es un gran faisán en el mundo” y “En tierras bajas”, su obra cumbre. Es lícito pensar que alguna editorial intentará aprovechar el tirón para sacar a la luz la obra de esta escritora.
Mañana, el tercer capítulo, haciendo mención a los Premios Nacionales de Literatura y a varios premios internacionales.
César Malagón cesar@librosyliteratura.es