Terminamos este repaso de premios centrándonos en dos géneros literarios muy importantes; no son tan grandes como el género narrativo, pero merecen una especial atención. Son los premios de poesía y ensayo.
En poesía, muchos son los galardones entregados cada año, de los que destacan en Nacional de Poesía para el leonés Juan Carlos Mestre (Villafranca del Bierzo, 1957), por su poemario “La Casa Roja”, y el Premio de la Crítica de poesía castellana, al poeta español nacido en Sao Paulo, Eduardo García, con su obra “La vida nueva”. También son de cierta importancia en este género otros premios literarios con buenas dotaciones económicas, como son el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana – entregado por convenio de colaboración entre la Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional -, para el escritor mexicano José Emilio Pacheco (Ciudad de México, 1939), y el Premio Loewe – entregado por la Fundación homónima – que hoy mismo ha premiado a José Luis Rey (Puente Genil, 1973), por su último poemario, “Barroco”.
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El último de los premios relacionados con la poesía se dará el próximo mes de diciembre, el Premio Adonais, concedido por ediciones Rialp, y que en años anteriores ganaron el mexicano Rogelio Guedea y la española Teresa Soto González.
En relación al mundo del ensayo, destacamos primero el Premio Nacional de Ensayo, que esta año ha recaído en el filosofo español Reyes Mate (Valladolid, 1942) por su obra “La herencia del olvido”, un ensayo sobre el papel que juega la memoria en la política de nuestro. La editorial Anagrama, además de dar buena cuenta de este género con su colección Argumentos, entrega cada año el Premio Anagrama de Ensayo, que ha premiado la obra de Jesús Ferrero (Zamora, 1952), “Las experiencias del deseo: Eros y Misos”. Por último, la editorial Espasa Calpe, con su Premio Espasa de Ensayo, ha elegido la obra de periodista soriano Abel Hernández (Sarnago, 1937) “Suárez y el Rey”, una crónica entre la relación de estos dos personajes tan importantes de la historia española contemporánea.
No queremos terminar sin dejar de poner nuestra atención en otros géneros literario, como son la novela negra, la fantasía o la ciencia ficción. Para los amantes de la buena novela negra actual, tenemos el Premio Internacional de Novela Negra de RBA, que este año ha viajado a Escocia, para premiar a Philip Kerr (Edimburgo, 1956), con su obra “Si los muertos no resucitan”. En el mundo nacional de la fantasía y la ciencia ficción, la editorial Minotauro, ha otorgado su premio al madrileño Fernando J. López del Oso, con su novela “El templo de la luna”. En este mismo género, en el plano internacional tenemos los conocidos Premios Hugo, que en su sección de novela han premiado al inglés Neil Gaiman (Portchester, 1960), por su última novela, “El libro del Cementerio”.
Y terminamos mencionando dos premios que están próximos a entregarse. El 18 de noviembre de fallarán en Estados Unidos los National Book Award, en sus cuatro categorías, ficción, no ficción, poesía y literatura juvenil. Mientras tanto, en nuestro país, tendremos que esperar al próximo 9 de diciembre, cuando la Asociación Colegial de Escritores de España entregue su Premio Quijote de las Letras Españolas. El nombre del ganador no lo sabremos hasta ese día, pero mientras tanto se pueden hacer apuestas con la lista de finalistas, entre los que se encuentran Antonio Gala, Rafael Sánchez Ferlosio o nuestro último Cervantes, Juan Marsé.
Una vez visto en estos cuatro capítulos los más prestigiosos premios de 2009, lanzamos desde LyL una pregunta al aire. ¿Son justos y merecidos estos premios, o se mueven por intereses distintos a los literarios? Es una respuesta algo difícil de responder, pero que promueve muy buenos debates entre los entendidos de la materia.
César Malagón cesar@librosyliteratura.es