No me resulta nada complicado echar la vista atrás y recordar algún momento en el que mi abuela me contaba los cuentos de los hermanos Grimm. Muchas noches se inventaba historias para mí, pero otras recurría a los conocidísimos cuentos que todos hemos oído mil veces y que, generación tras generación, han conseguido encandilarnos. Y es sorprendente que todavía sigan surtiendo ese efecto, esa conexión entre el lector y la historia que solo los cuentos consiguen.
El libro del que vengo a hablaros hoy tiene mucho de esto. Réquiem por los cuentos de hadas nos lleva a estas historias que todos conocemos a través de una completamente nueva. Parece una contracción, pero cuando termine esta reseña entenderéis qué es lo que quiero decir.
Eva L. Torres, su autora, ha creado un mundo fantástico donde todo es posible. Y lo ha hecho a través de un protagonista carismático y muy bien desarrollado que resulta ser un príncipe maldito que hará lo imposible por librarse de esa maldición. Con esta premisa comenzamos un viaje por un mundo maravilloso donde nos encontraremos todas las criaturas fantásticas que nos podamos imaginar y donde hay lugar para todas las aventuras que se nos puedan ocurrir.
Podría centrarme en la trama (muy interesante, intrigante y con un ritmo genial), pero me voy a detener en la creación del mundo, lo que ahora se llama worldbuilding. Y lo voy a hacer porque me parece que Eva ha hecho un trabajo genial en este sentido. Una vez me preguntaron qué opinaba sobre este aspecto de la escritura y yo dije que como lectora lo veo atractivo y como escritora lo veo imprescindible. Enfrentarse a una trama nueva —con su mundo, sus leyes, sus seres, sus magias— es algo precioso y a la vez da un vértigo terrible. Cuando un autor se adentra en un mundo nuevo son muchas las cosas que tiene que tener en cuenta antes de ponerse a escribir, ya que, si no se hace, la historia podría cojear y perder fuerza. Eva trabaja mucho este aspecto y le dedica una parte importante del libro a que esa pata no esté coja. Y lo consigue, ¡vaya que sí! El lector pronto descubrirá los fríos territorios que se encuentran en el norte, los lluviosos y tenebrosos que podremos encontrar en otro rincón del mapa, o incluso los asfixiantes del sur. En cada uno de esos lugares viven seres distintos que destacan por su originalidad y por su importancia a la hora de desarrollar la historia.
La autora lo hace de una manera excepcional, ya no solo a través de la historia principal sino también mediante varias subtramas que ayudan a que la historia sea más interesante. Podríamos pensar que el hecho de que aparezcan tramas paralelas a la que realmente nos interesa tal vez le quite protagonismo a la principal; sin embargo esto no ocurre. Cada una de las subtramas que nos encontramos es necesaria y hace que todo el mundo que Eva ha creado esté mejor cerrado y mejor construido. Y, por supuesto, muchas de estas historias son casi tan interesantes como la principal, y eso siempre es un aliciente para el lector, que querrá continuar leyendo hasta el final y no perderse ni un solo detalle.
Lo cierto es que me ha sorprendido muchísimo el debut de esta joven autora. Me parece que ha apostado fuerte y ha ganado la partida de sobra. No es nada fácil hacer lo que ella ha hecho, porque no es sencillo crear un mundo con reglas nuevas basado en historias que ya existían y que funcione y atrape al lector. Está claro que todos conocemos los cuentos de hadas, todos recordamos perfectamente esas historias que nos han contado una y otra vez, pero os aseguro que si os acercáis a Réquiem por los cuentos de hadas os daréis cuenta de que todavía hay mucho que explorar en esas historias.