Reseña del libro “Robótica e inteligencia artificial: la ciencia explicada a los más pequeños”, de Carlos Pazos
¿No habéis soñado nunca con dominar el mundo? ¿No? ¿Ni siquiera desde un punto de vista filosófico conceptual? Yo de niña muchas veces. Y los robots eran fundamentales para conseguir tamaño objetivo porque, quiero pensar, no existiría tanta gente capaz de apoyar semejante dictadura. Por muy puras que fuesen mis intenciones —poner orden a tanto mal—, aprendí con el tiempo que el mundo no puede ser de nadie; y que si despiezas una batidora para ver cómo está hecha por dentro, no vuelve a funcionar.
La curiosidad de los niños por la tecnología ha estado siempre presente y cada vez comienza más temprano. Por eso ya no debería sorprendernos encontrar títulos como el de Robótica e inteligencia artificial: la ciencia explicada a los más pequeños, de Carlos Pazos. Un libro educativo de no ficción que forma parte de la colección Futuros Genios de la editorial Beascoa. Un conjunto de libros pequeños, prácticos y robustos de los que ya reseñé el título de Física Cuántica para la misma edad.
En este volumen volvemos a encontrarnos con la polifacética Valentina, que esta vez es ingeniera en el museo de la ciencia, y quiere presentarnos a Turing. No se trata de Alan Turing, considerado uno de los precursores de la informática, sino un robot con forma humana, recién desembalado, que desconoce cuál es su función y anda un poco despistado. La siempre atenta Valentina le acompaña a dar una vuelta por el museo mientras le explica los diferentes tipos de robot que existen, clasificados por funcionalidad, y compara, de manera muy acertada, algunas partes del cuerpo humano y su función con cómo se desempeña una máquina y las piezas que la componen.
De entre toda la información, destacaría dos piedras angulares, fundamentales, con las que el niño podría quedarse tras terminar de leer el libro. La primera, la diferencia sustancial que existe todavía entre lo biológico y lo artificial, lo natural y lo programado. Es curioso que lo que a las personas nos costaría una barbaridad, el robot lo haga sin pestañear y viceversa. Y la segunda, las valiosas definiciones que Carlos Pazos incluye de manera comparada con el cuerpo humano, porque se trata del vocabulario base que hay que adquirir para enfrentarse a temas como el de Robótica e inteligencia artificial. Todo ello acompañado de ilustraciones graciosas, esquemáticas, que suman información a lo ya escrito y que son capaces de «hablar por sí mismas».
Además de la historia de Turing, que conseguirá averiguar para qué fue fabricado, me he divertido identificando los diferentes guiños a series, películas y videojuegos que el autor va dejando de fondo de imagen mientras recorren el museo de la ciencia. Se podría tomar como un modo alternativo de lectura. Si la memoria no me falla, he identificado referencias a Futurama, Hora de aventuras, Star Wars, Wall-E, y El gigante de hierro; y un «ojo volador» que me recuerda mucho al videojuego Portal. ¡Todavía me faltará alguno! Incluso aparece Rocket, la nave espacial de «Astronáutica», un título anterior de la colección. Al niño que se lo haya leído, o visto cualquier serie o película que pueda identificar, se le despertará una sonrisa cómplice. ¡Todo suma!
Por tranquilizar a los padres, diré que el libro no muestra los ingredientes para la dominación mundial ni sus hijos serán capaces de crear su propio ejército de androides antes del desayuno —puede que durante la adolescencia, de forma metafórica—. Pero podrán comenzar a dominar el vocabulario, una herramienta muy poderosa para su futuro, tanto si escogen un camino de desarrollo tecnológico como si se convierten, como todos, en usuarios de esa tecnología. ¡Información es poder! Y qué bueno ser capaces de adquirirla de manera tan amena y sencilla.