Abrir un poemario con un «¡Bang!» no puede sino avanzar que los versos que le seguirán serán dolorosos, de pérdida, de despedida. Un adiós a la primera novia, a la caricia de la madre, a la emisora que radiaba tu canción favorita. Un adiós al rock and roll. De eso, de música rock y de amor y de funestos desenlaces y de escribir, prosa o verso, sabe un rato Carlos Zanón. Escritor cultivado en el género negro con obras imprescindibles en nuestras letras como Tarde, mal y nunca (RBA) o la ganadora del Hammet 2015 Yo fui Johnny Thunders (RBA), entre otras, y de otros poemas recogidos en Tictac Tictac (Carena, 2010) tiene ya preparada su próxima novela que verá la luz el 5 de octubre. Taxi, se llamará.
Con tal noticia me introduje en su vertiente poética para encontrarme con un librito de mayúsculo título: Rock & Roll (66rpm Edicions, 2014). Sabido de su afición por este estilo musical, quise dejar que me llevara por su verso libre, esa poesía que bebe del estilo beat y de las poesías de rock, y que las nuevas generaciones explotan en sus creaciones, para encontrarme con un tópico literario que, este sí, ya desarrolló Jorge Manrique en sus Coplas a la muerte de su padre. Es la poesía de Zanón un ubi sunt desgarrado que añora la pérdida de esas estrellas del rock que una vez brillaron. Aquellas que una vez le hicieron disfrutar de sus canciones, seguramente en buena compañía, vaso en mano o mano por debajo del jersey de su chica. Así, el primer poema va en rendido tributo a Elvis. No es coincidencia; la ballena blanca que cae abatida y en cuyos últimos versos, Zanón desenmascara su dolor por la pérdida:
«Esto no puede acabar así,
varado
lejos de todos y todo,
huérfano, gordo, solo
y también muerto».
Ese ¿Dónde están? de Zanón le desgarra, los vive como pérdidas reales donde él se refleja. El rock dejó de sonar en un momento en el que él perdía a su primera novia, o la amante le cantaba canciones ya muertas. Lo cotidiano se mezcla con su pasión por la música. Varios son los músicos a los que les entrega unos versos entre oda e insulto; por haberle dejado, por haber expirado. Quizás, llevado por la rabia de pensar que nos contaron una mentira sobre los héroes, aquellos a los que nos queríamos parecer y que, en el fondo, no son más distintos que tú o yo. Zanón así lo ve.
Y acaso el amor, o lo que nos dijeron que era amor, ¿no es también una carcasa, un engaño?, se pregunta su autor. A través de sus páginas, en Rock & Roll se precipitan los sentimientos, tocado de gracia por el primer amor, la primera novia que, en la ingenuidad y exaltación adolescente, se disparan las emociones vividas. Experiencias que una vez compartieron, una calle que doblaron, una plaza donde se besaron. ¿Y ahora? Ahora quedan las palabras de aquel recuerdo, de aquel fue y fuimos y ya no seremos.
Este libro es, en definitiva, un poemario sobre la pérdida de la juventud que implacable desaparece. Que las canciones quedan, inertes, y la poesía también. Que eso cuenta al fin y al cabo, la añoranza de todo aquello que Carlos Zanón vivió en sus carnes y refleja en palabras que suenan a rock and roll.
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