R.P.G. Juego de Rol, de Miyuki Miyabe
No tenía ni idea de la existencia de Miyuki Miyabe, pero por lo visto debe de ser el equivalente japonés a Henning Mankell, Jo Nesbo o Agatha Christie. Tal es el éxito de los libros de ésta tokiota que 15 de sus novelas –y lleva más de 40 en las que ha cultivado todo tipo de género- han sido adaptadas al cine en Japón y han reventado la taquilla. Lo que nos perdemos por no saber japonés…
Sin embargo,¡no hay que desanimarse! Yo también afronté con miedo este libro: “R.P.G. Juego de rol“. Sí, con miedo porque desconocía el idioma, los pictogramas, la métrica haiku… ¡Todo! Pero mi perra japonesa insistió en que diera una oportunidad a su compatriota y me sorprendí cuando al posar mis ojos en la primera página entendí todo con pelos y señales. ¡Nada se me escapaba! ¡Entendía el japonés y era fácil, muy fácil!
Animado por mis recién adquiridos conocimientos comencé la lectura en serio. La primera impresión que tuve fue que me iba a costar no confundir los nombres: Tokunaga, Takegami, Chikako, Fuchigami, Tokoroda, Kazumi… No me los invento, que conste. Tuve que apuntar quién era quién para no liarme. Sin embargo en seguida me acostumbré a ellos y dejé de necesitar el papelito. Pues bien. Esa es la única pega que puedo poner al libro y, como digo, desaparece en cuanto logras identificar y acostumbrarte a los nombres. Porque el libro es fluidísimo. Se lee con gran interés y facilidad. No sé qué parte de mérito tendrá Miyabe y qué parte Purificación Meseguer, la traductora, pero sea de quién sea el mérito, ha logrado una prosa ágil y rápida, un vocabulario correcto y accesible, dentro de una trama tan sumamente atractiva y “enganchante” que no pude soltar el libro más allá de lo imprescindible.
R.P.G. Juego de Rol es una novela policiaca de la mano de “la escritora de misterio número 1 en Japón”, que gira en torno a la aparición de dos cadáveres con tres días de diferencia y aparentemente sin relación entre ellos. La investigación policial irá desenrollando una madeja que comenzará vinculando ambos crímenes y destapará la pertenencia de uno de los asesinados a una familia virtual en la que él desempeñaba el rol de “Papá”. Éste último descubrimiento hará recaer las sospechas en los miembros de esa “familia” a pesar de haber miembros en el equipo policial que barajan otras posibilidades.
Me ha gustado especialmente la parte dedicada a los interrogatorios, que es el grueso del libro, y aún más que R.P.G. Juego de Rol sea un whodunnit auténtico, clásico en el buen sentido de la palabra, es decir: que el lector, con los elementos y personajes presentados sea capaz de averiguar por sí mismo quién es el asesino y no como en algunos libros que he leído últimamente, en los que se asiste a los pensamientos del detective (algunos tan superfluos como qué ropa ponerse) para que al final el asesino sea alguien que no ha aparecido por el libro ni para dar los buenos días.
También es un acierto que Miyabe no deseche en ningún momento a ninguno de los sospechosos, pese a centrar la atención durante gran parte del libro en un grupo específico, y la forma que tiene de recordarselo sútilmente al lector. Algo así como: “Eh, que estoy mostrándote a estos pero no te olvides de que había más posibles culpables”.El hecho de que la trama incorpore, y con tanto peso además, la realidad cada vez más presente y en continuo aumento de Internet y el aislamiento que provoca en algunas personas hasta llegar al extremo de pasar más tiempo con desconocidos virtuales que con conocidos reales; la manera en que en uno de los interrogatorios se debate sobre ello; y la forma en la que se explica y encaja en la novela es otro triunfo digno de tener en cuenta.
Por otra parte, R.P.G. Juego de Rol está escrita de forma muy directa: va al grano desde el principio, sin hablarnos ni explicarnos detalles de los miembros del grupo de detectives ni sus antecedentes ni de los pormenores a los que dedican su tiempo cuando acaba su jornada laboral y se centra única y exclusivamente en la investigación. Tal vez contraste algo con el estilo de los anteriormente citados Mankell y Nesbo, quienes nos muestran las vidas privadas con todas las interioridades, cuitas y debilidades (problemas con la bebida, fracasos en sus relaciones sentimentales, altibajos con un padre que pinta cuadros con o sin urogallo,…) de sus detectives Wallander y Hole respectivamente, consiguiendo así implicarnos más con ellos y comprender todo lo que bulle en su cabeza.
Miyabe no hace esto, pero eso no es un demérito, ni mucho menos. Sencillamente no se anda con rodeos y eso no quiere decir que no “cuide” a los personajes, que lo hace, y también logra que el lector se ponga en su lugar. Simplemente
R.P.G. Juego de Rol tiene otro estilo, que no está nada mal. Al fin y al cabo se trata de desenmascarar a un asesino y no de saber lo que va a comer el detective de turno mientras teje hipótesis en su cerebro.Como he dicho antes, la trama absorbe tanto que sólo pude abandonar el libro cuando no había más remedio. 280 páginas devoradas con voracidad gracias a una prosa y a una trama guíadas con ritmo preciso y buen hacer por Miyabe.
R.P.G. Juego de Rol es una más que recomendable lectura para aquellos que disfruten de la novela policíaca, y ahora que Quaterni ha decidido traer a España las mejores novelas de ésta autora es una excelente oportunidad para leer más de ella y disfrutar.
Otros libros recomendados