Reseña del libro “Sapo y Sapo. Cuentos para toda la vida”, de Arnold Lobel
¡Oh tempora, oh mores! Temo que la velocidad actual y el deseo de consumir historias trepidantes con mucha acción, conflicto, tragedia y voluminosas moralejas, te alejen de conocer a esta pareja tan entrañable. Sapo y Sepo son una de las creaciones del reconocido autor Arnold Lobel. Aunque cada uno demuestra tener su personalidad, uno más racional y otro más voluptuoso, la ternura les caracteriza como perfiles cuidadores que son.
Quienes mejor conocen a Arnold Lobel aconsejan ofrecer las historias de sus animales a las criaturas humanas. Puede que de entrada no se sientan atraídos, pues los colores tienden al sepia, los trazos no buscan los fuegos artificiales y las historias habitan la cotidianidad de la amistad de esta rana y este sapo. Sin embargo, una vez que empiezan quieren saber más.
Sapo y Sepo es la traducción de Frog and Toad. Lo curioso es que Sepo es el sapo y Sapo es la rana. Quiero pensar que no se trata de un error de traducción, sino que lo que busca María Puncel es imitar la sonoridad del inglés. Y que no sea rimado es un acierto porque no era la intención del autor la de escribir poesía y suele pasar que algunos libros infantiles son editados en verso como si fueran a ser “mejor digeridos” por las criaturas.
En Sapo y Sepo todos los personajes son animales pero se comportan como humanos. Se diferencia de las fábulas en que no lleva moraleja incluida. En esta fórmula arquetípica el conflicto queda reducido a la contraposición de posiciones sencillas. Arnold Lobel explicó en una de sus entrevistas que había optado por personajes animales porque quería que su trabajo atrajera a todo tipo de público. No quería perder posibles lectores con personajes de determinada edad. ¿Cómo valorarías esta historia si en lugar de anfibios fueran señores? De entrada, igual no se lo leías a los menores.
El amor que une a Sapo y Sepo es tan grande, tan auténtico, tiene tanta verdad en cada historia que la posible polémica sobre el tipo de relación que tienen ensucia los cuentos. Para mí son un matrimonio supermoderno que vive cada uno en su casa pero comparten cada instante en deliciosa armonía y fraternidad. Arnold Lobel confesó su homosexualidad antes de morir y parece que escribiendo sobre esta amistad sublimó la vida que hubiera deseado llevar.
Si te ha gustado Sapo y Sepo puedes seguir leyendo más cuentos de Arnold Lobel como Historias de ratoneso Los osos del aire tan bellamente editado en Blackie Books. De hecho, es que Arnold Lobel viene de la escuela de arte y comenzó solo ilustrando literatura infantil. Para él no estaba bien pagado y tuvo que trabajar en revistas y publicidad. Su trayectoria como escritor comenzó como una manera para ganar más dinero. Y como suele pasar en la literatura, sus personajes le dieron sentido y profundidad a su vida.
Sapo y Sepo forma parte de los libros para empezar a leer (I can read o Easy reader) que parecen sencillos pero tienen mucha enjundia reflexiva y literaria en una lectura ulterior, por repetición o por leerlo personas adultas. Grandes temas vas a encontrar aquí como la voluntad de poder, la soledad, la distinción entre sueño y realidad o las razones por las que creemos en algo, como que ha llegado la primavera porque han desaparecido las hojas del calendario. Ellen Duthie dio una charla excelente sobre los puntos filosóficos de Arnold Lobel y Maurice Sendak.
Personalmente, me entristece ver cómo la producción de libros infantiles tiende a los “libros aspirina” como los llamó Juan García Única del club de lectura infantil de la UGR Uguburu, es decir, libros para curar malestares. Arnold Lobel, en las antípodas de estas intenciones, confesó que dejó la historia de Sapo y Sepocon el cuento de “Solo” porque veía que se estaba volviendo “tóxica” la relación. Sus personajes tienen tanta autonomía que el autor no quería llevarlos por allí.
Su hija y su marido, no obstante, los han convertido en musicales de Broadway. El autor no quería que Sapo y Sepo se volviera una pareja de personajes comercial. Su intención era hacer buenos libros. Llegó a realizar formaciones en las que le sugirieron que para mejorar su estilo tenía que conectar con algo interior, con sus propios sentimientos. Así escribiría algo importante. Sapo y Sepo es uno de los diamantes pulidos que nos dejó.