Reseña del libro “Simbiosis”, de Bruno Puelles
Estamos de enhorabuena: la editorial Minotauro dedica una colección de ciencia ficción a autores españoles para demostrar la calidad nacional que hay dentro de este género literario. Y yo me estreno con Simbiosis, de Bruno Puelles, novela finalista del Premio Minotauro 2020.
Esta ucronía comienza a finales de 1999, cuando todo el mundo estaba pendiente de que el efecto 2000 no supusiera una catástrofe. En lugar de ordenadores locos y sistemas caídos, lo que nos propone Bruno Puelles es que habría pasado si, justo entonces, los alienígenas hubiesen llegado a la Tierra.
A diferencia de lo que solemos ver tanto en literatura como en cine, Simbiosis no plantea la típica invasión a la fuerza, sino que nos presenta a los ilin, un grupo de seres extremadamente empáticos que están dispuestos a compartir su tecnología y conocimientos para frenar el deterioro del planeta Tierra a cambio de hacer simbiosis con los humanos. En otras palabras, habitar dentro de ellos, convirtiéndose, prácticamente, en un solo ser. Por supuesto, no todos quieren pasar por eso; aun así, la mayoría de la población acepta y los no simbiontes (es decir, los humanos de toda la vida, como tú y como yo) se convierten en una minoría con más problemas que ventajas en un mundo completamente conectado a través de la red de los ilin.
La historia avanza hasta 2020 y conocemos a varias personas de una generación que ha convivido desde siempre con simbiontes o que lo son ellas mismas desde su nacimiento. Un mundo en el que los niveles de contaminación y delincuencia se han reducido al mínimo gracias a los ilin. Pero la desaparición de una adolescente no simbionte y el asesinato de otros en la misma situación hará saltar las alarmas.
A lo largo de más de cuatrocientas páginas, Simbiosis nos envuelve en un mundo tan semejante como diferente al nuestro. Bruno Puelles logra una ambientación cuidada y convincente en todo momento a través del desarrollo de todos los prismas necesarios para entender esa realidad: medios de comunicación, política, relaciones sociales y personales, religión, educación… Cabe destacar también su plantel de personajes, de lo más variado e inclusivo. Quizá demasiado extenso, porque, al menos a mí, me ha costado no perderme entre tantos nombres, aunque reconozco que no sobraba ninguna de las subtramas que protagonizaban. Otro elemento que quiero resaltar es cómo Simbiosis se sirve de hechos reales y por todos conocidos, pero adaptándolos a las circunstancias de la historia con una naturalidad asombrosa y reforzando así la sensación de ucronía verosímil. Con un enfoque fresco de elementos tradicionales de la ciencia ficción, comprobamos que este género puede ser cercano y cálido, además de darnos un buen golpe de realidad para enfrentarnos a lo mejor y lo peor de los seres humanos.
Con una prosa directa y reflexiva en muchas ocasiones, Bruno Puelles nos ofrece un inteligente thriller de ciencia ficción que nos hace preguntarnos sobre qué define nuestra identidad y nuestra humanidad o en qué consiste la ética y la lealtad hacia nosotros mismos, hacia nuestra especie y hacia otras. Por todo ello, Simbiosis me ha parecido una novela sumamente ambiciosa de la que Bruno Puelles no solo sale airoso, sino que cumple con nota.