Sobreexposición, de Laura Bordonaba Plou
Título: Sobreexposición
Autora: Laura Bordonaba Plou
Editorial: Pregunta
Páginas: 145
Lees un libro mientras estás allá arriba, ya sabes, a más de tres metros sobre el suelo. Feliz, es fin de semana, hay sol y el Cierzo solo sopla ligeramente.
Hoy es un jueves de Junio, casi finales, y el Cierzo no deja de soplar desde hace varios días, antes de él, la lluvia, y allá, casi olvidado, ese calor mediterráneo del que me nutro, y ante esta perspectiva debo iniciar la reseña de Sobreexposición.
Recuerdo como lo disfruté ¡Cómo me han sorprendido estos relatos cortos de Laura Bordonaba! Sí, algunos me emocionaron, otros me han impactado; y sí, hoy me tocará hablar en pasado y en presente, así es como vamos a conocer a los protagonistas de estos relatos, entre un ayer y un hoy envueltos en una sinfonía de ruinas.
Un puñado de relatos donde el yo siempre está en relación con los demás, aunque también con uno mismo. Relatos de grandes y pequeñas huidas y pequeños cuentos de regresos… Y el Ebro, que parte por medio a la ciudad del Cierzo, ese río que es como un imán para quien lo cruza diariamente… Y al frente unas torres desde donde puedes ver la vida de todos, desde donde puedes verte a ti mismo.
Relatos llenos de soledad y reflexión.
Relatos que son cuentos.
Y relatos, sin duda alguna, que son poemas llenos de dolor
Capitale de la Douleur
“La gente es incapaz de ver cuánto puede hacerte crecer el dolor”, me dijo.
Y hubiera deseado patearle las tripas.
“¿Cuánto?”, le dije.
“Sobrepasarías los tres metros”, me dijo.
“Así que, entonces, mis pensamientos estarían separados por cinco metros del cuerpo de mi hijo”.
Se calló el hijo de puta. Se hizo tan pequeño que ni se veía.
Ahí me tienen, otra vez tremendamente encantada ante un libro de relatos cortos, esos relatos que tantas veces quedan dando vueltas por nuestras cabezas intentando retener la sorpresa de la misma manera que intentamos retener en nuestra memoria esa vida que, en ocasiones, parece que se nos escapa de las manos.
Susana Hernández
Hola Susana, soy Laura, la autora de Sobreexposición. Muchísimas gracias por la lectura y por la reseña. Mi mayor alegría viene siempre de los lectores. Un beso grande y a seguir con la bonita labor de difundir el amor por los libros. 🙂
Un placer tenerte en Libros y Literatura, donde ahora vivirás un poco también a través de tu libro, Laura. Lo mejor de los relatos cortos es que te dejen variadas sensaciones: Sorpresa, angustia, tristeza, melancolía, bienestar… Y en todos ellos has conseguido impactarme como lectora. Así que era normal que te trajese para presentarte a todos mis amigos 😉
Gracias por tu visita!!!
Pues sí, ya va siendo era que me reconozca que me gustan los relatos, ya me ha pasado en muchas ocasiones que me decido por un libro así, que no solo paso un rato de lo más entretenido, sino que además te dejan su huella, supongo que al ser tan cortos, se pueden incluso absober mejor, como pasa cuando comparas el poso que te deja una preciosa gran ciudad, con una preciosa pequeña ciudad. La pequeña siempre gana en el lugar del cerebro que la escondes, la grande te puede impresionar, pero aunque sepas que te gusta, si no vas más a menudo, puede pasar que no ocupe mejor lugar entre los recuerdos que el cerebro guarda.
Así que me guardo el título ya que ha pasado tu filtro.
Genial! Casi podías haber hecho la reseña sin leerlo. jejeje Pero es así, escribir un relato corto bueno, impactante y que lo tenga todo no es fácil, pero cuando se consigue, el lector se avanza por ellos de forma activa, buscando, esperando, trasladando y avanzando intuiciones… En fin, que estamos las dos por darle más oportunidades a los relatos cortos.
Besicos !
Susana:
debe ser muy ueno el libro por el poso que dejó en tí.
Tomo nota y lo buscaré en la FIL.
un beso,
Ale.
Hay pequeños libros que forman grandes explosiones dentro de cada uno de nosotros. 🙂