Reseña del libro “SOLO”, de Andrés Barrero
Lees algunas reseñas y tienes la intuición de que quien la ha escrito es un gran escritor. Lees algunos libros y reconoces en ellos a un inmenso lector… Eso pasa con Andrés Barrero, y eso habrán detectado quienes son asiduos lectores tanto de sus reseñas como de sus libros.
A pesar de ser compañeros en LibrosyLiteratura.es, no tengo el gusto de conocer a Andrés personalmente, pero a través de sus libros y reseñas siempre me ha parecido un hombre bueno, o lo que es lo mismo, un poeta que lee autores rusos…
¿Hay mejor manera de mirar el mundo?
Los libros de Andrés Barrero son cortos pero intensos, porque como los buenos poetas sabe que hay que seleccionar las palabras para que nada sobre pero para que tampoco nada falte. En una de mis anteriores reseñas les confesaba que yo creía que el alma humana son las palabras, quizás a través de este libro, SOLO, eso mismo nos resume Andrés.
“El plan era sencillo: emprender un viaje en solitario, navegar aprovechando la jubilación, encontrarme a mí mismo allí, donde no había nadie más…”
En menos de noventa páginas y diecisiete capítulos, El autor nos ofrece, en este SOLO, un viaje, ya saben, de esos que uno inicia con todo programado y la vida se encarga de llevarte a rumbos que ni podías imaginar.
Un increíble viaje donde le acompañan sus mejores viajes, sí, sus libros, sus historias rusas, y no solo Guerra y Paz, ahí está Crimen y castigo para martirizarse y recrearse en el dolor propio, y ese viaje a la Montaña mágica a la que yo misma uniría Muerte en Venecia…, esos viejos viajes de Maan, y añade, como no podía ser de otra manera a sus Ulises soñados, sus Ítacas,…
La poesía siempre nos es útil para viajar al interior disfrutando del viaje si lo hacemos desde la belleza de las palabras, como las que él utiliza de Joan Margarit, Juan Ramón Jiménez o Isabel Tejero… Viajar al interior era viajar al alma, a uno mismo, y es también viajar a los que queremos, a los que ya no están, y a los que quedan. Es viajar a la familia. Ser padre. Ser hijo. Ser esposo. Ser uno SOLO y saber resolver el enigma de ser uno mismo siendo todo lo que somos a través de los demás.
Me recordaba una amiga, con la que comparto libros y alguna que otra copa de buen vino, que hay un proverbio Hindú que nos dice que no esperemos lo imposible de la vida… Toma lo que es posible y hazlo magnifico, cárgalo de magia, luz y esperanza.
Eso he pensado mientras leía el libro de Andrés, que no hay que esperar para decirle a un hijo lo que sientes, y que no hay que dejar que sea tarde para hablar con un padre, compartir palabras, buscarlas y decirlas. Hacerte presente en las vidas de los que quieres. Viajar y hacer del viaje por la vida un barco de felicidad que compartir entre lo real y lo soñado a través de las historias ajenas ¡La importancia de la literatura!
En estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir, todos hemos reflexionado y viajado a nuestro interior para ver si teníamos todas las cuentas saldadas con los demás, y como diría un deportista, en el libro de Andrés encontramos el motivo para dar otro paso más cuando creemos que hemos llegado al límite, para seguir adelante, para aferrarnos a la vida…
Y no se pierdan esta recomendación del libro, porque aunque les he filosofeado mucho en la reseña, es un libro intimista, sí, pero es un libro divertido y vital, SOLO es un libro que mira al interior pero no deja de prestar atención a la vida que nos rodea…
La vida siempre es mucho más de lo que pensamos, leemos o soñamos.
¡Buen viaje, amigos!