All Star Superman, de Grant Morrison, Frank Quitely y Jamie Grant
¡¡Ciudadanos de Metrópolis!! ¡¡Superman, ha muerto!! Esto lo que hubiera aparecido en el Daily Planet de haber sucedido en realidad lo que os voy a contar. Una historia de uno de los mayores superhéroes que poblaron la Tierra (aunque no sé muy bien qué número de todas las que hay) y que abandonó a la población esperando que todo lo que aparecía en las noticias no fuera cierto. Esta es una de esas historias que quizá a algunos de los admiradores del personaje no les hubiera gustado leer nunca, o quizá sí, pero nadie está dispuesto a aceptarlo. Esta es la historia de una muerte, pero también de un renacimiento, de un villano que consigue sus propósitos y se queda sin némesis, de una mujer enamorada que siempre se quedará mirando al cielo esperando ver una capa roja, de un periódico que se quedará huérfano de redactor con gafas y eterna torpeza, y de una población entera que nunca más (¿o quizás, no?) volverá a ver aparecer a Superman y sus hazañas.
En primer lugar, reconozco que este superhéroe no es de mis preferidos. Quizá sea porque es un prototipo demasiado americanizado, o porque quizá siempre he preferido otra clase de historias. Pero un compañero de trabajo me recomendó esta publicación con gran énfasis, y no pude resistirme. Él es de esas personas que saben de cómics, y yo soy un simple novato que se empieza a hacer una pequeña colección con algunas de esas historias que no debería perderme nunca. Así que aproveché la ocasión y me hice con el “All Star Superman” con los ojos cerrados. ¿La conclusión? Quizá sería mejor decir, ¿la sensación? Un gusto dulce, de esos que te dejan las buenas historias, unida a un sabor amargo porque, hay que reconocerlo, todos aquellos que no hayan conocido el universo de Superman, se quedarán extrañados de algunas cosas que suceden en este cómic, como a mí me pasó, ya que se hace referencia en él a algunos episodios que, a mí, desconocedor absoluto de su universo, me chocaron (una mención concreta puede ser la historia de Juicio Final, que si bien es algo que ya había oído de antemano, no sabía muy bien a qué se refería).
Pero vayamos a lo que nos cuenta: ya lo he dicho al principio. Superman se muere. Y en su periplo hacia el más allá (si es que hay de eso para gente de Krypton) realizará doce hazañas que le harán ser recordado por los siglos de los siglos. Algo así como un Hércules de la nueva era. Y ¿cuáles son esas hazañas? Hombre, si os las cuento no tiene gracia, ¿no creéis? Sólo os puedo decir que van desde la más pequeña a la más grande, siempre viéndolo desde el prisma de estar hablando de un superhéroe para el que nada es pequeño, y que la mente que ha cuajado esta historia es la de Grant Morrison, gran conocer de este mundo del cómic y del personaje en particular, y que tiene unas idas de olla brutales en cuanto a argumentos se trata (sigo pensando que en algunos momentos se ha tenido que tomar alguna droga que le haya hecho darle a la cabeza de esa forma, porque ¡¡WTF!!). Y si a eso le juntamos la capacidad de dibujo de Frank Quitely junto al entintado de Jamie Grant lo único que podría salir de aquí es una pequeña obra maestra. Y lo sé, lo sé, algunos de los aficionados como yo al mundo del cómic, o a algunos entendidos, les parecerá que estoy diciendo una barbaridad, pero cálmense, que hay gustos para todos, y lecturas a porrón. Ésta, es la mía.
Quizá sea esta una lectura complementaria perfecta para el nuevo universo DC que nos ha propuesto la editorial ECC en los últimos meses y que será lo próximo de este personaje que reseñaré en el blog. Lo digo de antemano porque últimamente me está viniendo una fiebre por los cómics, que ríete tú de las obsesiones más inofensivas. Y es que quién me iba a decir a mí que, hace un tiempo, cuando yo pensaba que eso de los cómics era sólo para bichos raros, que iba a estar yo reseñando historias como la de “All Star Superman” sin más motivo que haber pasado un rato agradable que querer compartir con todos vosotros. Si alguien de los que me leen quiere saber por dónde se empieza a leer, de verdad, al gran héroe americano (con lo poco que me gusta este sobrenombre la verdad) quizá le diría que empezara por esta historia y que, después, poco a poco, vaya conociendo todo lo que hubo antes, para después releer esta apasionante historia del ocaso de un héroe, para entender mejor que aquello a lo que se ha llegado, siempre tiene que ver con cómo has vivido y, como en todo final, con cómo has hecho vivir a los que te rodean.