Lo reconozco: cuando el 5 de octubre de 2011 leí que Steve Jobs había fallecido, apenas sabía quién era. Sí, lo había visto alguna vez por la televisión, había oído mencionar su nombre, pero nunca había reparado en él hasta que su muerte conmocionó al mundo. Creo que yo ni siquiera tenía smartphone entonces. Siempre he ido bastante rezagada en cuanto a aparatos tecnológicos.
Hasta que vi Jobs en 2013, el biopic protagonizado por Ashton Kuchter, no supe del papel trascendental que aquel hombre había jugado en los inventos más revolucionarios de las últimas décadas. Fue en ese momento cuando empezó a llamarme la atención su trayectoria profesional y sus contradicciones personales, y por eso fui de cabeza a ver la segunda película basada en su vida, en la que fue encarnado por Michael Fassbender. Sin duda, Steve Jobs era un hombre singular que cambió nuestra manera de vivir y, por eso, Vegueta Ediciones le ha dedicado una de las entregas de su colección Genios de la Ciencia.
Genios de la Ciencia es una serie de biografías de científicos e inventores que han contribuido al desarrollo y la calidad de vida de nuestra sociedad. Está especialmente destinada a los lectores entre ocho y once años. Por el momento, está compuesta por las biografías de Tesla, Hipatia, Jane Goodall, Arquímedes y Gutenberg. Y ahora le ha tocado el turno a Steve Jobs, inventor del mañana.
¿Cómo se explica a un niño quién fue Steve Jobs? Pues captando su interés desde la primera línea. Para ello, el escritor Julio Fajardo Herrero hace que sea el propio Apple II, el primer ordenador personal que se vendió masivamente en todo el mundo, el que cuente la historia de su creador. Comienza recordando su infancia, sus idas y venidas de la universidad, su amistad con Woz y los primeros inventos conjuntos, su éxito empresarial con tan solo veintiún años… Pero no olvida mencionar sus rifirrafes con Bill Gates, su carácter complicado, su despido de la misma empresa que él creó, su resurgir con Pixar, su enfermedad y su muerte.
El recorrido por la vida de Steve Jobs apenas ocupa treinta páginas, en las que las ilustraciones de Miguel Pang tienen gran protagonismo, pero abarca los aspectos más relevantes de su trayectoria, por lo que el resultado es un retrato bastante completo para que los niños se hagan una idea de quién fue Steve Jobs y cuál fue su aportación al mundo. No faltan citas de Jobs en los márgenes del texto, curiosidades sobre su vida y el logo de Apple y explicaciones de los términos informáticos que se van mencionando, y todo ello enriquece el conjunto. Además, la narración hace hincapié en que los avances protagonizados por Jobs no hubieran sido posibles sin el saber, talento y esfuerzo de muchas otras personas que trabajaron junto a él.
Steve Jobs podrá gustar más o menos, pero no cabe duda de que es una figura clave para entender nuestro mundo actual, en el que prácticamente todos usamos alguno de sus inventos. Incluso los niños, que ahora parece que nazcan con un smartphone bajo el brazo. ¿Cómo no les va a interesar quién fue el «genio» que lo hizo posible? Vegueta Ediciones se lo cuenta en Steve Jobs, inventor del mañana, y les presenta a muchas mentes brillantes más en su colección.
Decía Jobs que hay que «intentar empaparte de los mejores logros de la humanidad y después tratar de incorporarlos a lo que haces». Quién sabe si conocer a estos inventores y científicos a través de estas biografías hará que esos jóvenes lectores interioricen esas palabras y sean algún día los nuevos genios de la ciencia.