Reseña del libro “Sueño animal”, de Mª José Arce & Silvia Lazzarino
¿Te has preguntado alguna vez por qué tenemos que dormir? Con tantos libros para leer esperando en nuestras estanterías ¿no es esa conducta una pérdida de tiempo? O sea, los seres humanos cuando dormimos hacemos sólo eso, dicen que el cerebro aprovecha para poner al día ideas que nos están rondando y que estamos enfermos nuestras defensas naturales y la ayuda que la ciencia con las medicinas pueda aportar, hacen mejor su trabajo…eso está muy bien, pero, ¿todos los seres vivos duermen? ¿las plantas también?
Kalandraka editora trae desde Chile este libro donde todas las dudas acerca del Sueño animal van a obtener respuesta. La idea original y las ilustraciones vienen a cargo de María José Arce Letelier y la investigación y los textos los ha realizado Silvia Lazzarino Binelli. Un trabajo en equipo que merece toda nuestra atención.
Leer Sueño animal supone acercarse al tipo de libros que antaño nos entretenían tanto y con los que aprendíamos muchos datos interesantes, como El libro gordo de Petete, donde nos daban una explicación razonable a muchas de nuestras dudas infantiles. Y aquí, lo primero que nos encontramos es la respuesta a preguntas sencillas como ¿qué es el sueño? ¿para qué dormimos? Que yo misma he planteado al comienzo de esta reseña.
A medias, en grupo, vertical, a la luz del sol, estacional, descanso floral, bajo el agua y en un nido… estos son los capítulos que nos encontramos en Sueño animal, donde vamos a ver qué animales duermen de todas esas maneras tan diferentes y por qué lo hacen.
Curiosidades de la naturaleza que a nosotros, la especia humana, nos pueden parecer difíciles de realizar pero que son para otras, tan sencillas como respirar. Aquí algunos ejemplos:
- Las fragatas (las aves, no las naves de la Armada) hacen un vuelo sobre el Océano Pacífico que dura unos diez días, por lo que para dormir hacen algo milagroso, su cerebro duerme por partes, un rato el lado derecho y otro el izquierdo, y manteniendo un ojo abierto para controlar los peligros del camino.
- Algo parecido hace el delfín de nariz de botella, pero bajo el mar
- El oso marino del ártico, duerme flotando, mientras hace eso que los humanos llamamos “hacerse el muerto” sobre el mar… y usa una de sus aletas a modo de remo, va turnando las aletas…es maravilloso la de mecanismos que la naturaleza encuentra en cada especie
- Las nutrias de mar, son quizás las más conocidas en esto de dormir en grupo, llama mucho nuestra atención que lo hagan cogido de sus manitas, y lo hacen para asegurarse que los miembros de su familia no se pierda arrastrada por la corriente mientras duermen
- El cachalote duerme de pie, en su caso, en vertical, cerca de la superficie y en periodos de 15 minutos, las microsiestas le permiten descansar y al mismo tiempo estar atento a cualquier ataques, además esta postura le da más capacidad de reacción.
- El flamenco y el ostrero son aves que turnan sus patas para descansar y la jirafa al ser tan larga perdería mucho tiempo de reacción si la pillan durmiendo los depredadores, por eso duerme de pie. Algo parecido le ocurre al elefante, que podría perfectamente dormir tendido, pero pesa demasiado y el trabajo de levantarse desde el suelo es un coste muy elevado en caso de emergencia.
- Hay quienes duermen de día como los murciélagos y algunos que no duermen, como las medusas, pero el sol los ralentiza, hay quienes se esconden en zonas oscuras y aguardan la luna y quienes eligen otros seres vivos para dormir mejor, como una buena flor que además les dará de comer ricos manjares.
- Y los que más duermen son los que eligen una estación entera para reponer fuerzas y tienen un sistema digestivo capaz de aguantar todo ese tiempo con lo que han comido para preparar ese descanso.
Dormir es necesario para todo ser vivo, recuperas fuerzas, nuestro cerebro aclara ideas, nuestras heridas se curan…somos una maquinaria casi perfecta que no aprovechamos todo lo que deberíamos. Algún día aprenderemos que tenemos muchas cosas en común todas las especies del planeta y, quizás, en ese momento consigamos que sea un lugar mejor.