Reseña del libro “Supertata y la noche de las verduras vivientes”, de Sue Hendra
¿Cuál es el superhéroe más raro con el que os habéis topado? Yo lo tengo claro. Nunca antes había conocido a una patata superhéroe capaz de salvar del peligro al resto de verduras y hortalizas. Y ella es… ¡Supertata! Sí, sí, como lo leéis.
En mi casa no hubo dudas. Desde que mi hija vio un dibujo de Supertata, quiso conocerla en profundidad y por eso hoy os hablo de Supertata y la noche de las verduras vivientes, de Sue Hendra.
En el supermercado, Tomate, Pepino y Zanahoria tiemblan de miedo a medianoche. Hay ruidos extraños, susurros y sombras enormes que les acechan. Pero, ¿dónde está Supertata? ¡Las verduras necesitan su ayuda!
Adormilada, Supertata asoma con su gorro de dormir dispuesta a acabar con aquello que asusta a las verduras. Así, en fila india por el supermercado detrás de Supertata, las verduras irán descubriendo los misterios de todo lo que las había asustado. Pero, lo mejor de todo es que Brócoli les contará una historia espeluznante de terror sobre unas verduras zombis deseosas de hincarle el diente a pobres verduras soñolientas. ¡Ay, qué miedo! ¡Qué tonto Brócoli por contar esa historia!
Pero Supertata las calmará y entre todos, incluso junto a Guisante Malvado —un pequeño guisante villano—, hallarán las respuestas y descubrirán el misterio de los ruidos extraños del supermercado. ¿Cuál será ese misterio? ¿Quiénes estarán detrás de los ruidos? ¿Qué necesitan para calmarse? Solo os puedo decir que el final de este cuento nos ha maravillado, pues tiene un claro mensaje muy importante: leer cuentos a los niños antes de dormir es lo mejor que podéis hacer las mamás y los papás para que vuestros peques cojan el sueño sin problema y descansen felices.
La verdad es que nos ha sorprendido para bien este relato de la colección Supertata, pues mi hija y yo nos tiramos de cabeza a por este cuento simplemente porque nos hizo gracia el mero hecho de que el protagonista fuera un superhéroe patata, pero no sabíamos bien por dónde nos iba a llevar el relato. Sin embargo, creo que de una forma muy original y divertida, Sue Hendra ha creado unos personajes diferentes e interesantes que van a empujar a los más pequeños de la casa a que se animen a comer verduras. Eso lo primero, vaya, os lo puedo asegurar. Mi hija es una gran comedora de verduras, también os lo digo, pero desde que ha conocido a Supertata y a su séquito de verduras, todos los días quiere zanahorias, tomates y guisantes, y no para de reír acordándose de los personajes mientras se come las verduras.
Por otro lado, el cuento también toca el miedo a la oscuridad, algo muy común en los más pequeños, y precisamente les ayuda a combatirlo junto a Supertata, que les tranquiliza y calma, como hacemos los padres con nuestros hijos, pero aquí esa función está representada a través de esta divertida y fuerte patata. Si nosotros usamos un tono tranquilo, acariciamos a nuestros hijos y vemos la noche como algo bueno y bonito donde no existen las cosas malas ni las pesadillas, entonces nuestros peques se calmarán, pues confían en nosotros y nos ven como a sus héroes, al más estilo Supertata con las verduras que buscan en ella protección.
Además, debemos quedarnos, como dije antes, con el magnífico mensaje que nos transmite la historia al final del cuento: todos los niños, ya sean humanos o verduras, necesitan que les leamos un cuento antes de dormir. Un cuento que les relaje, que les ayude a calmarse y que les introduzca en el mundo de los sueños de forma saludable.
En resumidas cuentas, estoy segura de que vuestros peques van a disfrutar mucho con las aventuras de Supertata, y en concreto van a pasarlo bomba con Supertata y la noche de las verduras vivientes, pues ya sabemos lo que les gusta Halloween a los niños de hoy en día y las historietas de miedo. Pero es que también van a familiarizarse con las verduras y hortalizas que hasta el momento igual les causaban repelús, y encima visualizarán todo el relato de una forma muy vívida gracias a las fantásticas ilustraciones llenas de color y expresiones exageradas de Paul Linnet.
Así que, preparad el ketchup para que vuestros hijos saboreen tan ricamente las aventuras de Supertata.