“Tempus”, de Nerea Riesco
El tiempo: ese gran desconocido… De siempre, es más, de toda la vida de Dios, el hombre ha especulado con la posibilidad de viajar en el tiempo. Ya sea al pasado o al futuro tanto escritores como cineastas, científicos, gobiernos…incluso tú mismo que estás leyéndome ahora, lo has pensado. No mientas. Lo has hecho y punto. Y no pasa nada, es lo más normal del mundo (pensarlo, no viajar en el tiempo).
La máquina del tiempo, Regreso a futuro, El experimento Filadelfia (película basada en un hecho real, como se explica en el libro que nos ocupa), Terminator, 12 monos, Los cronocrímenes (estupenda peli española de Vigalondo, por cierto), Peggy Sue se casó, X-Men: días de futuro pasado… y tantas y tantas películas y libros dejan claro que es un tema que siempre da mucho juego. Va en nuestros genes, es algo recurrente con un montón de interrogantes y paradojas y pocas respuestas.
En mi vida he cambiado mucho de opinión al respecto después de pensar en unas y otras opciones (como si yo mismo fuera un físico cuántico), pero es que son interrogantes/curiosidades que no dejan de ser asombrosos, como la paradoja del abuelo, que os voy a explicar por si no la conocíais y que es muy…paradójica:
Una persona realiza un viaje a través del tiempo y mata al padre biológico de su padre/madre biológico (abuelo del viajero), antes de que éste conozca a la abuela del viajero y puedan concebir. Entonces, el padre/madre del viajero (y por extensión, ese viajero) nunca habrá sido concebido, de tal manera que no habrá podido viajar en el tiempo; al no viajar al pasado, su abuelo no es asesinado, por lo que el viajero sí es concebido; entonces sí puede viajar al pasado y asesinar a su abuelo, pero no sería concebido, y así indefinidamente.
¿Es buena, eh?
Hay quién dice que aunque se viaje al pasado para intentar cambiarlo este no podrá cambiarse porque los eventos posibles pero improbables sucederán con más frecuencia, impidiendo que, por poner un ejemplo, se mate al abuelo.
También hay teorías acerca de los multiversos, por la que constantemente se están construyendo universos paralelos. Cada vez que tomamos una decisión en un sentido, hay otro u otros universos paralelos desde ese momento, que desarrollan los hechos si se hubiera tomado otra decisión diferente…
Otros defienden que sólo se puede viajar al pasado y otros muchos que si lo haces y tocas a tu yo del pasado, explotarás…
Un mundo fantástico lleno de posibilidades.
Pero… ¿y si fuera posible realmente? Nerea Riesco nos conduce por una historia fantástica, en todos los sentidos de la palabra cuando nos presenta a un Richard Chanfray empeñado a toda costa en viajar al pasado para arreglar algo que nunca debió ocurrir. En su camino le ayudará una joven Daniela (¿o será él quien la ayude a ella?), traumatizada aún por el reciente asesinato de su madre, cuando su padre, el profesor que tutelaba la tesis de Richard, es también asesinado. Juntos tendrán que salvar unos cuantos obstáculos a contrarreloj para llegar a su destino.
(Tengo que morderme, y mucho la lengua ,o cortarme los dedos, para no desvelar la identidad de una de los cinco personajes “especiales” que intervienen aquí y que está basada en una mujer real, al igual que los otros cuatro lo están en otros tantos hombres).
El libro comienza fuerte, con un asesinato, y no baja el pistón en ningún momento, cosa que no es fácil de conseguir. Pero además, tiene unos personajes que, aunque no son descritos con detalle no hace falta. En seguida sabemos cómo son, qué sienten, qué quieren… se pueden tocar de puro reales que resultan.
He de reconocer que hacía tiempo que no me atrapaba tanto un libro y que he disfrutado con Daniela, Richard, Liz… y con las explicaciones a las teorías científicas. Si hasta se incluye una teoría acerca de la identidad de Jack el Destripador…
Sín embargo, debo también resaltar algo negativo, al menos en mi opinión. Se repite demasiado la descripción de los sentimientos de Liz hacia Richard. Que sí, que le ama y le odia todo a la vez; pero que cada vez que aparece Liz se nos cuente tooooodo el daño que le hizo, cómo se entregó a él como a ningún otro, que quiere devolverle todo el sufrimiento por el que ha pasado, que luego le perdonaría… y vuelta a empezar…Es alqo que en ocasiones llega a cansar.
Pero, salvando ese pequeñísimo pero, Tempus es un libro muy disfrutable, de vocabulario fácil, lectura rápida y ágil y una trama bien elaborada.
Tempus es intriga, romance, fantasía, ficción científica (por ahora), drama y física cuántica (sí, en serio) todo mezclado en perfecto orden y armonía, con consistencia y solidez argumental.
Ya había leído algo de Nerea Riesco, en concreto Ars Mágica, libro que me encantó y que recomiendo muchísimo, y ahora puedo confirmar que Nerea Riesco es una gran escritora a la que no hay que perder de vista.
Con Tempus, (va, venga, chiste fácil) no perderéis el tiempo. Palabrita.