The walking dead. Apocalipsis zombi ya, de varios autores
La serie–bombazo The walking dead tiene dos tipos principales de espectador. Uno de ellos es aquel a quien gustan las escenas de emboscadas de muertos vivientes, los tiroteos, las carreras para salvar el pellejo, los purulentos cráneos de los zombis estallando como piñatas bajo el impacto de las balas. The walking dead recrea, para ellos, un mundo de fantasía y de acción en el cual ellos pueden identificarse con los protagonistas.
Vale, pues a ese tipo de espectador es al que menos le gustará el libro The walking dead; mejor harán comprándose el cómic en el que está basado. El otro grupo es el público objetivo de The walking dead (el libro): los que ven la serie importándoles menos los zombis y las escenas de acción que el desarrollo de los personajes y sus conflictos como personas que nacen a un nuevo mundo y deben aprender a desenvolverse y a sobrevivir en él: un mundo en el que todas las estructuras fabricadas por el hombre, las máscaras de nuestra civilización, han caído, y el hombre puede ser un lobo para el hombre o puede ser su mejor amigo (normalmente, lo primero, parece decir la serie The walking dead).
Y es que el libro de Errata Naturae es, en realidad, un manual de filosofía (no se asusten; es filosofía accesible) que utiliza ese nuevo mundo posapocalíptico como excusa para proponernos unas cuantas reflexiones. Son diez los autores que participan –sin contar con Edgar Allan Poe, autor del cuento con el que se cierra el libro–, con nueve ensayos y un relato. Los autores son todos fans de The walking dead, la serie, y la mayoría lo son también (o principalmente) del cómic. Hay algún autor que viene precisamente del mundo del cómic, algún otro que es filólogo o escritor… pero la mayoría son filósofos.
En los ensayos, hay de todo y la mayoría están muy bien (si bien hay alguno que chirría un poco): los hay que participan del espíritu pachanguero y gamberro de la cultura popular en torno a los zombis (por cierto, si algún agente de castings está leyendo esto, ¡yo también quiero hacer de zombi empanada en la tele!), hay otros que nos ilustran sobre The walking dead en cuanto obra literaria y narrativa de primer nivel; pero los que yo he leído con más interés tratan del mundo de humanos y zombis desde un punto de vista filosófico. En esta vertiente, el zombi sirve de excusa para pensar en nosotros mismos y en el mundo que hemos construido.
Los ensayos que más me han gustado son Monstruos de la modernidad, de Stephen Brett Greeley, en el que se nos invita a preguntarnos si no somos nosotros ya los verdaderos muertos vivientes, más atentos a la pantalla de nuestros robots electrónicos que a la persona que tenemos al lado, y dejándonos dominar por poderes fácticos que nos han usurpado la voluntad y el control sobre nuestra vida; El horror de la humanidad, de Julia Round, sobre la vigencia del existencialismo y el anclaje del mundo zombi en esa filosofía; y, mi favorito, ¿Eres cereeeeeebro solamente o algo más?, de Gordon Hawkes, donde se nos presenta el interesantísimo concepto de zombie filosófico (sí, los zombies son una realidad lógica) y los muertos vivientes sirven para debatir, nada menos, sobre el dualismo y la posible trascendencia de lo humano más allá de la muerte.
Hay muchas ideas que se quedan en la mente tras cerrar The walking dead. Apocalipsis zombi ya. Preguntas que nos podemos hacer cada uno a nosotros mismos, y que tenemos muy pocas probabilidades de poder responder algún día: ¿quiénes seríamos nosotros, como supervivientes, en ese mundo posapocalíptico? ¿Quizá nos revelaríamos como líderes, personas con iniciativa y valentía, capaces de acciones heroicas y desinteresadas? ¿Cabe la posibilidad de que un mundo así nos obligara de una vez a ser nosotros mismos, ya sin las ataduras de la civilización, y de ese modo alcanzáramos la libertad individual para la que hemos nacido y fuéramos felices? No todo es terrorífico acerca de ese hipotético apocalipsis, y The walking dead, este magnífico libro, nos permite asomarnos a él.
Autores: Varios.
Editorial: Errata Naturae
Páginas: 269
ISBN: 978-84-15217-37-4La serie–bombazo The walking dead tiene dos tipos principales de
espectador. Uno de ellos es aquel a quien gustan las escenas de
emboscadas de muertos vivientes, los tiroteos, las carreras para salvar
el pellejo, los purulentos cráneos de los zombis estallando como piñatas
bajo el impacto de las balas. The walking dead recrea, para ellos, un
mundo de fantasía y de acción en el cual ellos pueden identificarse con
los protagonistas.
Vale, pues a ese tipo de espectador es al que menos le gustará el libro
The walking dead; mejor harán comprándose el cómic en el que está
basado. El otro grupo es el público objetivo de The walking dead (el
libro): los que ven la serie importándoles menos los zombis y las
escenas de acción que el desarrollo de los personajes y sus conflictos
como personas que nacen a un nuevo mundo y deben aprender a
desenvolverse y a sobrevivir en él: un mundo en el que todas las
estructuras fabricadas por el hombre, las máscaras de nuestra
civilización, han caído, y el hombre puede ser un lobo para el hombre o
puede ser su mejor amigo (normalmente, lo primero, parece decir la serie
The walking dead).
Y es que el libro de Errata Naturae es, en realidad, un manual de
filosofía (no se asusten; es filosofía accesible) que utiliza ese nuevo
mundo posapocalíptico como excusa para proponernos unas cuantas
reflexiones. Son diez los autores que participan –sin contar con Edgar
Allan Poe, autor del cuento con el que se cierra el libro–, con nueve
ensayos y un relato. Los autores son todos fans de The walking dead, la
serie, y la mayoría lo son también (o principalmente) del cómic. Hay
algún autor que viene precisamente del mundo del cómic, algún otro que
es filólogo o escritor… pero la mayoría son filósofos.
En los ensayos, hay de todo y la mayoría están muy bien (si bien hay
alguno que chirría un poco): los hay que participan del espíritu
pachanguero y gamberro de la cultura popular en torno a los zombis (por
cierto, si algún agente de castings está leyendo esto, ¡yo también
quiero hacer de zombi empanada en la tele!), hay otros que nos ilustran
sobre The walking dead en cuanto obra literaria y narrativa de primer
nivel; pero los que yo he leído con más interés tratan del mundo de
humanos y zombis desde un punto de vista filosófico. En esta vertiente,
el zombi sirve de excusa para pensar en nosotros mismos y en el mundo
que hemos construido.
Los ensayos que más me han gustado son Monstruos de la modernidad, de
Stephen Brett Greeley, en el que se nos invita a preguntarnos si no
somos nosotros ya los verdaderos muertos vivientes, más atentos a la
pantalla de nuestros robots electrónicos que a la persona que tenemos al
lado, y dejándonos dominar por poderes fácticos que nos han usurpado la
voluntad y el control sobre nuestra vida; El horror de la humanidad, de
Julia Round, sobre la vigencia del existencialismo y el anclaje del
mundo zombi en esa filosofía; y, mi favorito, ¿Eres cereeeeeebro
solamente o algo más?, de Gordon Hawkes, donde se nos presenta el
interesantísimo concepto de zombie filosófico (sí, los zombies son una
realidad lógica) y los muertos vivientes sirven para debatir, nada
menos, sobre el dualismo y la posible trascendencia de lo humano más
allá de la muerte.
Hay muchas ideas que se quedan en la mente tras cerrar The walking dead.
Apocalipsis zombi ya. Preguntas que nos podemos hacer cada uno a
nosotros mismos, y que tenemos muy pocas probabilidades de poder
responder algún día: ¿quiénes seríamos nosotros, como supervivientes, en
ese mundo posapocalíptico? ¿Quizá nos revelaríamos como líderes,
personas con iniciativa y valentía, capaces de acciones heroicas y
desinteresadas? ¿Cabe la posibilidad de que un mundo así nos obligara de
una vez a ser nosotros mismos, ya sin las ataduras de la civilización, y
de ese modo alcanzáramos la libertad individual para la que hemos nacido
y fuéramos felices? No todo es terrorífico acerca de ese hipotético
apocalipsis, y The walking dead, este magnífico libro, nos permite
asomarnos a él.
Me encanta The Walking dead y siempre tengo pensamientos que exceden a la serie y como esta puede enseñarnos de nuestro propio comportamiento.
Muy buena reseña 😉
Qué me gusta un zombie a mí!!
(Aunque con esta serie… ejem…)
Me apunto el libro y los ensayos que comentas, a ver si doy con ellos =)