Reseña del cómic “Thor de Jason Aaron 6: La muerte de Thor”, de Jason Aaron y VV. AA.
Bueno, bueno… Creo que ya lo comenté en alguno de los numerosos medios en los que escribo, pero no me importa repetirme: A Jason Aaron le está quedando una etapa chula chula con su Thor. O mejor dicho, con todos sus Thors (Throg incluído), porque hay que ver… Ya solo falta por ver a un Loki digno de levantar el martillo y convocar tormentas o cualquier otra gracia divina que le sea concedida por el hecho de ser el portador del uru.
“Otro Thor nuevo. Esto se está poniendo ridículo ya, ¿no te parece?”
La aparición de otro martillo (y van…) en la vieja Asgard va a hacer que un viejo conocido se convierta en el Thor de la guerra y luche como un poseso para defender a los grandes señores enanos de Nidavellir de las hordas y el fuego de Muspelheim.
No contento con eso irá hasta el mismo reino de Muspelhemi a luchar contra Syndr, la reina (que para ser de algo parecido a fuego tiene una silueta bastante curvilínea marveliana), hasta que otro Thor tiene que cantarle las cuarenta porque el entusiasmo del mata mata ha hecho que la situación se le escape de las manos y se exceda en su pequeña venganza. Y a eso Thor dice no, bien lo sabéis.
Así acaba el primer arco, pero no el arco más amplio en el que está inscrito, que no es otro que la guerra que ha comenzado Malekith para conquistar los Diez Reinos. En el siguiente habrá viajes en el tiempo, un Thor joven e incapaz aún de levantar el martillo que conocerá a Lady Thor en un Egipto que los vikingos pretenden saquear y un enfrentamiento con Apocalipsis.
La lectura avanza a buen ritmo y se agradecen apariciones de la mitología auténtica (como Rompedientes –estoy deseando tener el Funko con los dos machos cabríos tirando del carro de Thor–) inventada, como la de la reina de las Nornas, o marvelita, como la inesperada y estelar de Hulka, Galactus, Ego, Hércules,…
Cabe recordar, y Aaron bien que se encarga de hacerlo cada poco, que cada vez que Jane Foster se convierte en Thor, los efectos de la quimio se desvanecen, lo que traducido viene a ser que cada vez que pasa a ser Thor se encuentra más cerca de la muerte. Sus amigos lo saben y quieren impedirlo, pero Mjolnir es obstinado e insistente y Jane se siente tan viva junto a él (y también sabe que su presencia es muy necesaria) que no puede evitar dar el paso a costa de su vida.
Y, por supuesto, pasan muchas cosas más, pero tampoco es plan de destripar todo el tomo. Un tomo que no se ha centrado tanto en Malekith y su guerra como los anteriores sino, más bien, en los distintos martillos y en la figura de Jane y, sobre todo, en la esperada muerte de esta. Aunque, esto es un cómic, esto es Marvel, así que, ¿realmente morirá Jane? Y, si muere, ¿resucitará algún día?
Sea como sea, Panini está haciendo un gran trabajo recopilando en estos tochazos una de las mejores etapas que he leído del personaje, insisto. Si bien este La muerte de Thor, me ha parecido algo más flojo que los anteriores, el nivel sigue estando altísimo, tanto a nivel de dibujo como de historia. Hay mil detalles interconectados y distribuidos a lo largo de todo el cómic que ayudan a no agotar las subtramas y a que la lectura no resulte cansina ni aburrida en ningún momento.
La muerte de Thor es el sexto número (creo que la etapa es de ocho) de una etapa épica que ningún fan del dios (o diosa) del trueno debe perderse.